García-Margallo se enfrentará ante las cámaras de 8 Televisón, el canal del conde de Godó, el anunciado cara a cara con Oriol Junqueras, líder de los independentistas catalanes de ERC. Rajoy ha dado finalmente el visto bueno a esta iniciativa, muy criticada tanto en el Gobierno como entre dirigentes del PP catalán. Un comunicado del partido en Cataluña ha zanjado la disputa, al confirmar que el encuentro televisivo tendrá lugar en la fecha señalada, el día 23, a escasos cuatro días de las elecciones.
El ministro de Exteriores se verá las caras con el lider separatista en una televisión catalana. Los recelos y críticas que emanaban desde el partido y el Gobierno no han sido escuchadas
El reto de Junqueras, número cinco en la lista de los soberanistas, ha sido finalmente aceptado. El ministro de Exteriores se verá las caras con el lider separatista en una televisión catalana. Los recelos y críticas que emanaban desde el partido y el Gobierno no han sido escuchadas. Margallo, de viaje en Estados Unidos acompañando a los reyes, ha impuesto su criterio con el aval de Rajoy. En el gobierno se rechazaba esta idea, por considerarla una iniciativa exótica, ya que Margallo no sólo no es candidato sino que el hecho de que un ministro de Exteriores se baje a la arena política a debatir sobre Cataluña está repleto de contraindicaciones. Los nacionalistas lo ven como un triunfo. "¿Si sólo son unas elecciones autonómicas, qué pinta el ministro de Exteriores entrando a debatir?", dicen fuentes de la Generalitat.
Margallo, a su aire
Margallo va por libre, a su aire, siempre ha sido así. Hace unos días irrumpía en la campaña catalana con unos planteamientos sobre la necesidad de una reforma constitucional así como de la financiación de Cataluña en la línea contraria a la que defienden tanto el gobierno como el partido. El propio Rajoy había intentado sepultar el debate sobre la reforma de la Carta Magna. La vicepresidenta, Sáenz de Santamaría, también se mostró contraria a estas propuestas que desde el partido se calificaron de "sugerencias a título personal" del ministro.
Ahora ha ganado Margallo de nuevo la batalla al conseguir que su reto con Junqueras salga adelante. El ego del titular de Exteriores no conoce límites, ni siquiera Rajoy ha intentado acotarlo. La noticia se ha recibido con enorme contrariedad entre las filas populares, que afrontan unas elecciones en Cataluña desde una perspectiva demoscópica muy complicada, ya que todos los sondeos le auguran un descenso de entre siete y nueve escaños.