El comisario José Manuel Villarejo vuelve a la carga contra Ignacio González. El alto mando policíal declaró como testigo este lunes ante el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Estepona (Málaga) dentro del sumario que investiga la compra por parte del expresidente de la Comunidad de Madrid y su mujer, Lourdes Cavero, de un ático en Marbella. Citado para que diera explicaciones de la grabación que hizo de su conversación con el político y otro policía en noviembre de 2011, el polémico agente relacionó la operación inmobiliaria bajo sospecha con la 'Gürtel' e, incluso, con el 'caso del Pequeño Nicolás'. Llegó a asegurar al magistrado que un confidente de la red de Francisco Correa aseguró a los investigadores que González se llevó 2 millones de euros de comisión -"el pastel gordo"- por el 'pelotazo' de Arganda del Rey (Madrid), el mayor de la trama de corrupción.
Villarejo aseguró que la investigación del ático de González ha sido "la más difícil de mi vida" por las presiones que asegura haber recibido
Así aparece recogido en los cuatro folios que ocupa su testimonio en el juzgado malagueño y a los que ha tenido acceso Vozpópuli. En los mismos, el comisario Villarejo reconoce haber sido la persona que grabó aquella conversación y que sus dos interlocutores, el otro comisario y el entonces aún presidente de la Comunidad de Madrid, no estaban al tanto de ello. Eso sí, aseguró que no lo hizo por iniciativa propia, sino porque se lo encargó el entonces número 2 de la Policía, el fallecido Miguel Ángel Fernández Chico. También resaltó que en aquel encuentro, Ignacio González "lejos de colaborar lo que quería era información y la paralización de la investigación" sobre su ático.
El comisario también afirmó que realizó al menos dos "notas informativas" de aquel encuentro. La primera, para Fernánez Chico, el mando que asegura que se la encargó. La segunda, para el sucesor de éste, el comisario Eugenio Pino, actual director adjunto operativo. En su declaración de este lunes, Villarejo recalcó que en dichos informes reflejó que le pareció "muy extraño la petición de este señor [Ignacio González] ya que no pudo contestar a las preguntas que le hice". "Lo que quería es que se tapara todo", añadió. De hecho, afirmó que el origen de la información que vinculaba dicho ático con la Gürtel era de "un colaborador" que aseguraba que el político "había cobrado aproximadamente 2 millones de euros" de comisión de la red de corrupción y que el inmueble era el pago por la 'Operación Arganda', el mayor pelotazo de la trama de Correa por la que está imputado, entre otros, el constructor Fernando Martín.
Sobre la vinculación del productor y actual presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, con la compra del ático, admitió haber recibido numerosas llamadas de éste para interesarse por el caso. Llamadas que justificó en el interés del empresario en que la investigación no siguiera adelante ya que el presunto testaferro de la misma, Rudy Warner, era también "el fiduciario del señor Cerezo". El comisario se limitó a calificar de "rumores" que había oído las informaciones que vinculaban la operación con un oontrato suscrito entre la televisión pública madrileña y el club de fútbol. Eso sí, aseguró no recordar haber grabado sus conversaciones telefónicas con Enrique Cerezo aunque admitió que las que publicó en su día el diario El Mundo "se ajustan a la realidad".
"La investigación más difícil de mi vida"
Villarejo afirmó que en la coversación que grabó conb Ignacio González y el otro policía se habló de "las irregularidades del ático", entre ellas la aparición de un testaferro que lo compró y el hecho de que la mujer de Ignacio González se gastase "un dineral en muebles" para la vivienda. "Había muchas anomalías", aseguró tras lo que afirmó que él se encargó de coordinar dichas pesquisas que fueron, ante todo, una "investigación indiciaria". En este sentido, aseguró que ésta había sido "la más difícil de mi vida" y que tanto él como otro comisario que participó en ellas, Agapito Hermes, destinado entonces en Marbella, tuvieron "presiones" que a este último terminaron costandole el puesto. De ellas acusó abiertamente al actual director general de la Policía, Ignacio Cosidó, del que también aseguró que intentó que el dirigente del Sindicato Unificado de Policía (SUP) que habia presentado la querella que mantiene hoy vivo el caso en los tribunales, diera marcha atrás. "Me he sentido coaccionado para dejar de investigar el caso", aseguró este lunes.
Acusa al juez y al policía del 'caso del Pequeño Nicolás' de coaccionarle también por las pesquisas al expresidente de la Comunidad de Madrid
Unas supuestas presiones de las que también acusó al titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Madrid, Arturo Zamarriego, quien dirige el 'caso del Pequeño Nicolás', donde también ha tenido que declarar Villarejo. De éste, aseguró que "me coaccionó y le denuncié". Similares acusaciones lanzó contra el comisario Marcelino Martín Blas, encargado también de las pesquisas sobre el célebre joven y máximo responsable de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía hasta su cese precisamente por su enfrentamiento con Villarejo. De éste afirmó que el Ministerio del Interior lo destituyó en su día "por elaborar informes falsos contra mi" en este mismo caso. "También lo denuncié", añadió.