Corinna Larsen declaró en calidad de investigada ante el fiscal Yves Bertossa de Suiza que el rey emérito Juan Carlos I le habría transferido 64,8 millones de euros en 2012 "por gratitud y por amor" y "no para deshacerse del dinero". La examiga del monarca habría asegurado en una declaración en 2018 que el ex jefe del Estado español "todavía tenía la esperanza" de recuperarla y que pretendía garantizar “su futuro y el de sus hijos”.
Así lo manifestó en el testimonio prestado ante el ministerio público de Suiza, al que ha tenido acceso el diario El País. Bertossa mantiene imputados a Larsen, al gestor del rey emérito, Arturo Fasana, y al abogado Dante Canónica por un delito de blanqueo agravado de capitales. En el país helvético, los declarantes como investigados tienen derecho a no decir la verdad, al igual que en España.
La Fiscalía española sigue en el Tribunal Supremo una investigación contra el exmonarca -que está aforado- por presuntos indicios de blanqueo de capitales y fraude fiscal en el cobro de comisiones por las obras del AVE a La Meca en Arabia Saudí que logró adjudicarse un consorcio español.
En el año 2012, el rey emérito transfirió casi 65 millones de euros a su examiga, al princesa Larsen. El fiscal anticorrupción Alejandro Luzón pidió a Bertossa la declaración de Larsen y la de los otros investigados en la causa suiza.
Suiza sigue pesquisas contra Corinna después de que el fiscal jefe del Cantón de Ginebra registrara en 2018 en esa ciudad el despacho del gestor Fasana y del abogado Dante Canónica y descubriera una cuenta del rey emérito a nombre de la fundación panameña Lucum en la banca suiza Mirabaud, donde se ingresaron 64,8 millones en 2008 por orden del Ministerio de Finanzas de Arabia Saudí, que presuntamente habría acabado en una cuenta en Bahamas de Larsen.