El rey emérito Juan Carlos I habría cobrado a través de la cuenta de la Fundación Zagatka de Ginebra una comisión de 4,2 millones de euros de la constructora española OHL por un proyecto en unos territorios de México.
Álvaro de Orleans, primo del emérito, confesó en 2018 al fiscal suizo Yves Bertossa que en el año 2009 ingresó un cheque por el importe de 4,2 millones de euros (4,7 millones de dólares) en la cuenta de Zagatka.
Esta comisión se habría debido a la labor de Juan Carlos I como intermediario en la venta de unos terrenos de la playa del Carmen -del país centroamericano- a OHL. Sin embargo, en la declaración se hablaba de la empresa Huarte.
Huarte, en ese año, no existía como tal, ya que había sido absorbida una década antes por Obrascón, la constructora de Villar Mir, que junto a Lain habían constituido el grupo OHL.
Al principio de la pirámide de la Fundación Zagatka consta como primer beneficiario Álvaro de Orleans-Borbón
Los investigadores sospechaban que la mencionada cantidad de dinero procedería de un pelotazo especulativo que recalaba en una de las cuentas opacas del emérito por medio de sus testaferros, según informa 'Okdiario'.
La Fundación Zagatka
Al principio de la pirámide de la Fundación Zagatka consta como primer beneficiario Álvaro de Orleans-Borbón; como segundo, Andrés de Orleans-Borbón y San Martino; y como tercero, Juan Carlos de Borbón y Borbón.
El miembro de la familia real que sustituya al cabeza de lista gozará del "derecho a disponer de todos los activos, incluidos ganancias capitales, intereses y dividendos" en un banco en Suiza. El propietario de esta es, por tanto, Álvaro de Orleans-Borbón, y desde ella se pagaron aviones privados a Juan Carlos I.
Tal y como recogió este diario, Zagatka se embolsó una comisión tras la compra del Banco Zaragozano por parte de Barclays Bank en 2003.
Corinna Zu Sayn-Wittgenstein sostuvo que Álvaro de Orleans era en realidad el testaferro del exjefe del Estado
Así consta en un documento bancario de la entidad suiza Credit Suisse al que tuvo acceso 'Vozpópuli'. Los fondos de esa cuenta sirvieron durante años para sufragar gastos de Juan Carlos I, principalmente vuelos privados.
La examiga del monarca Corinna Zu Sayn-Wittgenstein sostuvo que Álvaro de Orleans era en realidad el testaferro del exjefe del Estado. No obstante, él negó ese papel o que hubiese cobrado la citada comisión que refleja el documento.