El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, negó este domingo que esté ayudando a Juan Carlos I a encontrar casa para instalarse en la localidad portuguesa de Cascais y defendió que el jefe del Estado luso no puede interferir en "una cuestión muy específica" de España.
"No sé nada, ni tengo que saber nada más allá de lo que viene en la prensa", dijo en declaraciones a periodistas en el Algarve, donde defendió que "la última persona que en Portugal puede interferir en un tema como este es el presidente de la República, ni de forma oficial ni de forma particular".
El jefe del Estado luso fue preguntado por las informaciones que apuntan a que el rey emérito español estaría planeando instalarse en Cascais, donde pasó parte de su infancia y juventud, y que estaría siendo ayudado por varias personas, entre ellas el propio Rebelo de Sousa, para encontrar una casa donde vivir.
"Podría generar problemas con la Corona"
"El presidente de la República no debe intervenir porque cualquier intervención causaría problemas en las relaciones con el rey de España, Felipe VI, con quien mantengo una amistad muy intensa y gratificante", dijo.
También podría generar problemas "con la Corona, con el Estado español y con la soberanía española, y sólo perturbaría las relaciones entre dos países amigos", señaló Rebelo de Sousa, que dijo que él mismo es "quien más obligación tiene de no interferir en una cuestión muy específica del Estado español y de la sociedad española".
Portugal es uno de los países que se han apuntado como destino de Juan Carlos I después de que el pasado lunes se hiciese pública su decisión de abandonar España ante las informaciones publicadas sobre sus presuntos negocios opacos que están siendo investigados por la Fiscalía del Tribunal Supremo.
El rey emérito, de 82 años, pasó parte de su infancia y juventud en Estoril (Cascais), donde residieron sus padres durante buena parte de sus años de exilio.