El sindicato policial JUPOL entra en la polémica sobre los altercados durante la fiestas de la 'Mercè' en Barcelona y ha defendido que los incidentes con "brotes violentos" de este fin de semana, donde se registraron sabotajes de comercios y la muerte de un joven por apuñalamiento, muestran el "error" de eliminar material policial antidisturbios. Las autoridades catalanas decidieron sustituir las pelotas de goma por cartuchos de FOAM pese a que, según el sindicato, "en reiteradas ocasiones, se ha demostrado que no tienen la misma efectividad para la contención de masas violentas y la disolución de manifestaciones o situaciones violentas".
"Los graves disturbios producidos demuestran que la utilización del material antidisturbios es fundamental para poder evitar graves altercados como los producidos en Barcelona e incluso que se produzcan graves consecuencias, como el apuñalamiento de una persona", ha defendido en declaraciones a Europa Press el portavoz de JUPOL, Pablo Pérez.
Para este sindicato de la Policía Nacional los disturbios en las fiestas de la Mercè en Barcelona "no hacen más que reforzar el error" que supone la modificación de ciertos artículos de la Ley de Protección de Seguridad Ciudadana, la conocida por sus detractores como 'ley mordaza'.
Como condición para alcanzar un acuerdo en la reforma de la 'ley mordaza' que aprobó el PP en 2015, Unidas Podemos y los socios del Gobierno, entre ellos ERC y EH Bildu, defienden la necesidad de eliminar las pelotas de goma de la dotación de material de las Unidades de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional.
Además, ha solicitado que se pongan todas las medidas legislativas y legales para "reinstaurar el principio de autoridad" de los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. "Un principio de autoridad que se ha venido lesionando de manera constante en los últimos tiempos y que genera una sensación de impunidad en los violentos", ha concluido.
CSIF exige medidas urgentes contra la delincuencia
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), sindicato más representativo en las administraciones públicas, exige medidas urgentes y contundentes al Ayuntamiento de Barcelona, contra la delincuencia y ante la ausencia de autoridad desde el Gobierno municipal.
Los acontecimientos de este fin de semana han vuelto a dejar a la ciudad de Barcelona sumida en el caos, por la mala gestión pública en seguridad ciudadana del Gobierno de Ada Colau y Jaume Collboni. Para CSIF, “Hay una inseguridad real y objetiva. Y lo dicen las cifras. Todo ello es fruto de una gestión nefasta y fracasada. Los propios policías asumimos un riesgo innecesario a la hora de realizar nuestro trabajo, por la falta de recursos humanos, recursos materiales, la falta de apoyo institucional, la falta de decisión política para que podamos trabajar, la falta de condenas por los atentados a la propia policía. Trabajamos con muchas dificultades”.
“Las Fiestas de la Mercè se han saldado con más de 40 heridos entre graves y leves, más de 70 investigados, 12 detenidos en la última noche. Un macro botellón permitido por el Ayuntamiento donde los delincuentes comunes aprovechan para campar a sus anchas. Se han registrado un total de 50 detenidos en estos días. Hemos asistido a asaltos y saqueo de los comercios y al destrozo de mobiliario urbano y bienes privados. Parece que estamos en una ciudad donde la ley no rige y el Gobierno pretende blanquear datos comparándolos con 2019”.
Los botellones crean problemas de convivencia y de seguridad ciudadana, “por las molestias que crea a la ciudadanía, la suciedad y el deterioro del espacio público, y crea problemas de seguridad que conlleva infracciones penales: tráfico de drogas, consumo de alcohol de menores, robos con intimidación, hurtos, violaciones, peleas multitudinarias, apuñalamientos y un largo etcétera. Estos eventos se utilizan por grupos más o menos organizados para desestabilizar a la policía y saquear comercios y destrozar el mobiliario público. Era del todo previsible. Prevención e intervención son necesarias para evitar que estos episodios ocurran. Esto genera mucha frustración en el propio cuerpo de la Policía. Policialmente, esta delincuencia se puede combatir, pero se ha de combatir también a nivel político tomando medidas”.
