El kamikaze de 23 años que mató a un joven de 32 años el pasado domingo en la A-5, a la altura de la localidad madrileña de Móstoles, circulaba en sentido contrario a sabiendas y ni por error o despiste, al tratar de saltarse un control de alcoholemia de la Guardia Civil, según publica este miércoles el diario ‘El Mundo’.
El joven dio positivo en alcohol y drogas. En la primera prueba tras el accidente tuvo una tasa de 1,04 miligramos de alcohol en litro de aire espirado. Al parecer también había consumido hachís o marihuana.
El conductor kamikaze fue detenido tras el suceso e ingresó en prisión provisional, comunicada y sin fianza este lunes acusado de cometer homicidio doloso y por dos delitos contra la seguridad vial, conducción temeraria y exceso de velocidad y por conducir bajo los efectos del alcohol.
Tenemos un choque frontal en el km 22 de la A-5, sentido salida, en #Móstoles. El #SUMMA112 ha confirmado el fallecimiento de un varón de 32 años y traslada herido leve al Puerta de Hierro a un varón de 23 años. Investigan lo ocurrido @guardiacivil y @policiaMostoles. pic.twitter.com/iBIpdWtj81
— 112 Comunidad de Madrid (@112cmadrid) December 8, 2019
La víctima regresaba a su casa tras dejar en el trabajo a su mujer
La víctima, que conducía correctamente, regresaba a su pueblo, Casarrubios del Monte, después de dejar a su mujer en el trabajo. El fallecido tiene una hija de tres años.
La Comunidad de Madrid quería personarse también en la causa de este suceso como anunció que haría en el caso del kamikaze de la M-50, que mató a un joven de 20 años vecino de Rivas, pero este martes el vicepresidente autonómico, Ignacio Aguado, ha señalado que no podrá hacerlo en ninguno de los dos casos porque para ello haría falta un cambio en la ley que no se ha producido.