España

El Gobierno admite que la ley de paridad es de Sánchez y que no ha contado con Podemos

El presidente del Gobierno está dispuesto a robar la bandera del feminismo a su socio en plena guerra por el 'sí es sí'. Los morados denuncian que se enteraron el pasado fin de semana del proyecto

El presidente del Gobierno ha dado otro golpe encima de la mesa para callar el ruido de Podemos. El Ejecutivo ha reconocido este martes, tras la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, que la ley de paridad que ha presentado y que anunció el líder socialista este fin de semana en un gran acto feminista, es una orden directa de Pedro Sánchez y que en la cocina de la norma no ha entrado la ministra de Igualdad, Irene Montero, pese a que la materia afecta directamente a su cartera. Según fuentes moradas, el partido que lidera Ione Belarra tuvo conocimiento de que el PSOE impulsaría esta ley el pasado fin de semana, casi a la par con su anuncio.

"La coordinación de la ley la ha llevado Presidencia con las orientaciones que ha dado el presidente respecto a la ambición del texto… Se modifican leyes de mi departamento y lo mismo ocurre con otros ministerios que han participado y que tenían competencia con las modificaciones normativas que introduce la ley", ha explicado la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, que ha sido la encargada de presentar la norma. Pero no ha respondido nada sobre porqué Igualdad no ha tenido, en aparencia, nada que decir.

Pese a que el Gobierno niega cualquier en público cualquier problema con Irene Montero, lo cierto es que el Ejecutivo ha impedido a la titular de Igualdad aparecer en rueda de prensa un día antes del 8-M, el Día Internacional de la Mujer. Los cañonazos resuenan en el Consejo de Ministros. El movimiento feminista llegará a las marchas habituales dividido un año más.

Entiendo el movimiento feminista como un movimiento conciliadorIsabel Rodríguez, portavoz del Gobierno

No obstante, el Ejecutivo dice no temer el clima que habrá en la manifestación aunque el exvicepresidente Pablo Iglesias haya advertido a los socialistas de que se toparán con un ambiente irrespirable. "Entiendo el movimiento feminista como un movimiento conciliador que tiene distintas maneras de ejercer liderazgos y que lo que trata cada día es ampliar la complicidad en torno a objetivos que nos unen", ha espetado la ministra portavoz, Isabel Rodríguez.

La tensión entre los socios de Gobierno por a reforma de la ley del 'sí es sí' no deja de crecer toda vez en la tarde este martes se evidenciará en el Congreso la profunda discrepancia técnica sobre cómo acabar con el goteo de rebajas de penas a los condenados por abuso sexual y agresión que ya superan las 700, según los últimos facilitados por el Poder Judicial. Unidas Podemos torpedeará la admisión a trámite de la proposición de ley con la que Justicia quiere retocar la ley de Igualdad y que, según Podemos, supondrá la vuelta al 'código penal de La Manada'.

Cabe recordar que la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, líder de Unidas Podemos, es quien más quedada va a quedar tras este martes. Ella es quien más sufre el enroque que ha llevado a ambos partidos a ni si quiera negociar en varias semanas tras constatar que no moverían un ápice sus posturas. La vicepresidenta no puede desairar a sus aliados de Podemos y tampoco al PSOE, al que necesita para reeditar la coalición y mantenerse en el poder.

El PSOE quiere cerrar la herida

Lo que está claro es que en Ferraz quieren cerrar la herida por la que supuran las opciones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de seguir en Moncloa. El núcleo duro del presidente tiene claro que el goteo de rebajas de penas a los condenados por abuso y agresión sexual -más de 700 según los últimos datos del Poder Judicial- y de excarcelaciones -más de 70- no puede continuar. Y aunque son conscientes de que por el mero cambio en la norma no se va a frenar la avalancha, pues el Poder Judicial advirtió de hasta cinco años de revisiones, Moncloa quiere, al menos, zanjar el asunto mediáticamente.

Mientras, Podemos cree haber encontrado un filón con el que castigar al PSOE y diferenciarse de él. En pleno año electoral, los morados saben que no les queda más remedio que hacer todo lo posible por blandir sus diferencias respecto al socio mayor y mostrar su utilidad ante el electorado progresista. Y consideran que la imagen que se producirá este martes en la Carrera de San Jerónimo, del PSOE votando junto al PP y a Vox una "traición" al feminismo, es gasolina para sus intereses electorales

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