El Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Bilbao ha concedido la libertad condicional a Iñaki Urdangarin, es decir, se suspende de manera definitiva la condena a cinco años y 10 meses de prisión por delitos económicos.
Así, el cuñado del rey Felipe VI podrá moverse sin restricciones y sin tener que dar cuenta a los responsables de la cárcel de Zaballa, en Álava, según 'El Correo'.
La libertad condicional se concede cuando se han cumplido tres cuartas partes de condena y de manera excepcional al alcanzar dos terceras partes de la pena impuesta por un tribunal. Como Urdangarin entró en prisión el 18 de junio de 2018 en Brieva (Ávila), le han aplicado el segundo caso, según el rotativo.
La petición partió de la Junta de Tratamiento, pero la última decisión la ha tomado la magistrada Ruth Alonso, al frente de Vigilancia Penitenciaria. La resolución se habría basado en el buen comportamiento del exmarido de la infanta Cristina, su trabajo como consultor en el despacho vitoriano Imaz&Asociados y haber superado un programa para presos por delitos económicos denominado Pideco.
Urdangarin fue condenado por delitos de malversación, prevaricación, fraude a la Administración, dos delitos fiscales y tráfico de influencias. Desde su condena, han trascurrido tres años y nueve meses.
El 1 de marzo, ingresó en la cárcel alavesa de Zaballa, a 15 kilómetros de Vitoria y de la casa de su madre.
El Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 1 de Castilla y León estimó en enero de 2021 su recurso y le concedió el tercer grado penitenciario, de modo que trabajaría fuera de prisión, regresando al centro para dormir y disfrutando todos los fines de semana.
Urdangarin entró en prisión hace tres años y nueve meses
Ingresó en la cárcel abulense de Brieva, sin más presos en la instalación y en enero del año pasado se trasladó al Centro de Inserción Social de Alcalá de Henares, donde solo acudía a dormir. El 1 de marzo, ingresó en la cárcel alavesa de Zaballa, a 15 kilómetros de Vitoria y de la casa de su madre.
Dormía en la prisión cuatro noches a la semana, en el módulo residencial para internos en régimen abierto, y las tres restantes, en el hogar familiar.
