Según varios testigos, entre Bárcenas y Páez hubo mucho ruido: gritos, amenazas y empujones. De esta forma se ponía fin a la relación entre Luis Bárcenas y Cristóbal Páez, quien durante seis años fue el hombre de confianza del extesorero en el área económica del PP, hasta el punto de nombrarlo gerente del partido en el 2008. Incluso llegaron a las manos en marzo del 2010, semanas antes de que comenzara a fraguarse la salida de ambos del PP, según desvelan fuentes del partido presentes en la discusión que tuvo lugar en la sexta planta de la sede nacional del PP, en la calle Génova 13, donde ambos tenían despachos contiguos.
Según recoge 'La voz de Galicia', no era la primera vez que Bárcenas y Páez terminaban envueltos en una discusión altisonante. "Era sabido que las relaciones entre los dos se habían tornado imposibles, lo que extrañaba mucho porque llegaron a ser uña y carne", comenta un ex alto cargo popular. Es más, el extesorero tuvo que calmar los ánimos en varias ocasiones entre los empleados del PP, que se quejaron de los modos de Páez, mucho más "autoritario y casi hiriente" que Bárcenas a la hora de comunicar decisiones laborales como el despido o el traslado de personal administrativo.
La falta de química entre María Dolores de Cospedal y Bárcenas y, sobre todo, la imputación inicial del extesorero en el caso Gürtel, en junio del 2009, propiciaron que Páez comenzase a despachar directamente con Cospedal e, incluso con Rajoy. Dos circunstancias que irritaron de manera notoria a Bárcenas, que se sintió traicionado por su delfín. Tal fue la inquina y el distanciamiento que Bárcenas puso como una de sus condiciones irrenunciables para su marcha que el propio Páez abandonase el partido.
Páez, que reside actualmente en Argentina, intentó el pasado 12 de agosto no agraviar a Bárcenas durante su declaración como testigo ante el juez Pablo Ruz. De hecho, llegó a reconocer dos pagos en negro por importe de 12.000 euros, con lo que parcialmente respaldaba la tesis de su exjefe sobre la existencia de una doble contabilidad en la formación popular. Una revelación que sorprendió hasta la propia Cospedal que, según fuentes jurídicas presente en su declaración, habría constatado que Páez le confesó en varias ocasiones su enfrentamiento con Bárcenas.
El extesorero se enteraría más tarde que, tal como informó el lunes el diario 'El Mundo', Páez llegó a cobrar una indemnización mucho mayor que la suya. El gerente, que estuvo seis años en la nómina del PP, percibió 350.000 euros "por una extinción laboral convenida", mientras que Bárcenas, con casi 30 años trabajando para la dirección popular, solo obtuvo 256.000 euros