Las idas y venidas de la fortuna oculta de Luis Bárcenas por el extranjero siguen deparando sorpresas. La última, la denuncia de un empresario argentino, Omar Díaz Blasco, de que una cuenta que tenía abierta en Islas Bermudas fue utilizada sin su consentimiento por el extesorero del PP para ocultar 200.000 dólares (157.800 euros). Por ello, este industrial de Buenos Aires ha intentado personarse en el sumario del 'caso Gürtel' como perjudicado al conocer que su nombre aparecía en la documentación remitida por las autoridades del paraíso fiscal caribeño. El titular del Juzgado Central de Instrucción número 5, Pablo Ruz, dictó el pasado lunes un auto al que ha tenido acceso este diario en el que rechaza dicha pretensión. A través de su abogado y desde Argentina, el empresario aseguraba este martes a Vozpópuli que no conoce de nada al político español y que es totalmente ajeno a sus movimientos de dinero, por lo que quiere dejar clara su "inocencia".
El dinero del extesorero llegó a un banco de Bermudas para ser invertido en un producto financiero opaco de una aseguradora canadiense
El nombre de Omar Díaz Blasco (que en el sumario figura por error como Blanco) apareció por primera vez en el caso Gürtel el pasado mes de febrero. Entonces, la Justicia de Islas Bermudas dió respuesta a la comisión rogatoria que Ruz les había enviado el 24 de octubre anterior para reclamarles información sobre una cuenta abierta en el banco Butterfield Trust Limited de este paraíso fiscal a nombre de lo que entonces se creía que era un nueva empresa 'fantasma' de Bárcenas, Sun Secured Advantage. Dicho depósito había recibido en agosto de 2009 una transferencia de 200.000 dólares de otro en Suiza relacionado con el extesorero del PP. En la información remitida cuatro meses después por el país caribeño se destacaba que Sun Secured Advantage no era una sociedad, sino un producto financiero opaco de una aseguradora canadiense y que el depósito tenía, a su vez, numerosas subcuentas. Una de ellas, la número 262673024564, estaba a nombre del empresario argentino, que se presentó como gerente de la empresa Macaio, y su esposa, Graciela Lliana Pontarelli. Fue la que recibió los fondos procedentes del país helvético, según detallaba la información.
Al conocer este detalle, Omar Díaz intentó el pasado 16 de marzo personarse en la causa como perjudicado, para lo que presentó un escrito en la Audiencia Nacional. Dos semanas después, y siguiendo el criterio de la Fiscalía, el juez Ruz ha rechazado de plano su pretensión al considerar que "no puede admitirse [...] que la referencia en la causa a una persona (física o jurídica) conlleve la condición de perjudicado". Además, el auto del magistrado aseguraba que, pese a lo que afirmaba el empresario argentino en su escrito y el hecho de que se hubiera pedido el bloqueo de dicha cuenta, la Justicia española no estaba "llevando a cabo ninguna diligencia de investigación sobre el mismo ni se ha acordado medida cautelar alguna que pudiera afectarle". Pese a ello, el abogado en Argentina de Omar Díaz y su esposa anunciaba a este diario su intención de continuar para dejar claro que el dinero que llegó a haber en dicha cuenta, más de 2,3 millones de dólares (cerca de 2 millones de euros) en marzo de 2014, nada tiene que ver con las actividades de Bárcenas.
"Una vía no oficial"
En este sentido, el letrado insistía a este diario que su cliente no conoce ni ha tenido tratos con el extesorero del PP aunque sí admitía que el 26 de junio de 2009, sólo unos días antes de que se registrara el movimiento de dinero que investiga Ruz, el empresario y su mujer abrieron en el banco de Islas Bermudas una cuenta e hizo una transacción a ésta por conductos no bancarios de la misma cuantía bajo sospecha. "Girar divisas al extranjero [desde Argentina] no siempre es fácil por la vía habitual. Entonces se hace por una vía no oficial donde entregas el dinero en efectivo a una financiera y ella te gira a tu cuenta el mismo monto desde otra cuenta sin que sepas nunca de donde viene la plata que llega a tu cuenta", detallaba a este diario.
En la operación aparece un ciudadano uruguayo y su empresa de inversiones que ya habían aparecido en el vaciado de las cuentas suizas de Bárcenas
De hecho, en la información enviada al juez Ruz por las autoridades de Bermudas figuraba la intervención en el movimiento bajo sospecha de otros dos protagonistas: el ciudadano uruguayo Marcos Nocetti y su empresa Costaplus Inversiones, radicada en Argentina. Estos últimos no son, de hecho, nuevos en el caso Gürtel. Así, entre la información aportada por las autoridades de Buenos Aires sobre el Grupo Sur de Valores, una empresa bajo sospecha de haber servido al extesorero para vaciar sus cuentas cuando la Policía detuvo a los principales cabecillas de la trama en febrero de 2009, también aparecían movimientos en los que se menciona a Nocetti y su sociedad.
Fuentes policiales consultadas por este diario señalan que los detalles conocidos gracias a la comisión rogatoria de Islas Bermudas y, ahora, a la versión aportada por el empresario argentino apuntan a que los 200.000 dólares de Bárcenas acabaron finalmente en Argentina a disposición del extesorero mediante el sistema denominado en la argot policial como 'compensación'. "Ese dinero de Bárcenas no se quedó realmente en el Caribe, sino que el mismo día en que hizo la transferencia desde Suiza lo tuvo a su disposición a miles de kilómetros de distancia, en Argentina", añaden. Un país en el que, recuerdan las mismas fuentes, el extesorero ya había transferido desde sus cuentas helvéticas otras importantes cantidades de dinero aquel 2009.
El origen de los 200.000 dólares
Buenos Aires se convirtió así en el supuesto destino final de 200.000 dólares que habían comenzado su larga travesía meses antes. En concreto, en marzo de 2009. Entonces, Bárcenas transfirió dicha cantidad desde una cuenta que tenía abierta en el banco suizo Lombard Odier a nombre de su mujer, Rosalía Iglesias, a otra en la misma entidad denominada 'Obispado' y que pertenecía a su amigo y exempleado del PP ya fallecido Francisco Yáñez. Aquel movimiento fue conocido por el juez Ruz gracias a una "ficha de contacto" de otra de las cuentas investigadas, pero de la que no se tenía más información hasta que el pasado otoño las autoridades de Berna remitieron nueva documentación sobre las mismas y, más en concreto, sobre "el destino de las transferencias" que desde la misma se hicieron a terceros países.
El dinero salió de una cuenta de la mujer de Bárcenas y pasó por la de un amigo del extesorero antes de llegar al banco de Bermudas. El destino final: Argentina
Así, la comisión rogatoria respondida por las autoridades helvéticas revelaba que el 16 de marzo de 2009 se hicieron dos envíos de dinero desde la cuenta de la mujer de Bárcenas, que era gestionada directamente por el extesorero, hacia la cuenta 'Obispado' por importe de 110.000 euros y 31.704 euros respectivamente. Dos meses después se realizaba una tercera transferencia con idéntico destino, en este caso por 36.268 euros. Una vez el dinero en la cuenta de Francisco Yáñez, el hijo de éste, Iván Yáñez, presunto testaferro del extesorero, remitió el 3 de agosto de 2009 un correo electrónico a Frederic Mentha, gestor de la misma e imputado en España en la 'Operación Emperador', en el que le indicaba que "según has hablado con nuestro amigo L. [en referencia a Luis Bárcenas], querría transferir 200.000 dólares desde la cuenta de mi padre y de la parte correspondiente a Rosa [Iglesias] a la siguiente cuenta". Esta no era otra que la número 008012695-1370591 del Butterfield Trust Limited, una entidad de Islas Bermudas.
Dicho movimiento fue confirmado por otros documentos incorporados al sumario en los que se recogía que un día después, el 4 de agosto de 2009, se verificó la transferencia al país caribeño por los 200.000 dólares indicados, así como que 22 días más tarde se retiraron de la misma 10.000 euros. La información remitida por Suiza detallaba también que la cuenta del banco de Bermudas figuraba a nombre de Sun Secured Advantage, sin que el magistrado detallase en su auto de octubre de qué tipo de entidad jurídica se trataba. No obstante, el juez Ruz ordenaba en el mismo escrito judicial la remisión de una comisión rogatoria a las autoridades del país caribeño para que le facilitase abundante información sobre la misma así como para solicitarle "el bloqueo de todo su saldo efectivo y productos asociados que pudiera existir en la actualidad" como si el enigmático titular se tratara de una persona jurídica. Ahora se sabe que el paso del dinero por la misma fue, literalmente, virtual y que el dinero supuestamente acabó en metálico en Argentina.