Tres horas de declaración plasmadas en 102 folios. El transcripción del testimonio prestado el pasado 25 de febrero por Luis Bárcenas ante el titular del Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, aporta nuevos detalles sobre la que el extesorero del PP califica de "pequeña fortuna" de 38 millones de euros que llegó a acumular en sus cuentas suizas. Así, el que fuera senador por Cantabria aseguró que tuvo que pedir un préstamo de 1,5 millones de euros a una de las entidades financieras donde ocultaba el dinero, el Lombard Odier, para poder pagar las tasas que le permitieron a finales del año pasado acogerse a la amnistía fiscal. O que a 31 de diciembre de 2012 aún mantenía un saldo de 17.6 millones de euros en depósitos en el país helvético. Sorprendentemente Bárcenas llegó a afirmar al magistrado que el baile de fundaciones y empresas fantasmas de paraísos fiscales que utilizó para abrir las cuentas no tenía como objetivo "ocultar patrimonio", sino todo lo contrario: "[Eran] un ejercicio de transparencia".
El extesorero del PP llega a calificar el baile de fundaciones y empresas 'fantasmas' con las que abrió las cuentas en el país helvético como "un ejercicio de transparencia"
En su declaración, a cuyo contenido literal ha tenido acceso Vozpópuli, el extesorero del PP reconocía al juez que su primera cuenta en Suiza la abrió en 1988 en una entidad llamada Private Bank, aunque dos años más tarde sacó sus fondos de allí, que ya rondaban los 80 millones de pesetas (0,5 millones de euros) porque este banco había sido comprado por "un grupo turco, [y] a mi no me dan garantías las personas que van a gestionar esos recursos". Es a partir de ese año cuando comienzó a trabajar con el Dresdner Bank (actual LGT) donde llegaría a acumular 22 millones de euros en una sola cuenta en 2007, y otras entidades, como la Banca Svizzera Italiana (BSI) y el Lombard Odier, todo ellos en Suiza. Incluso detalló que ya antes había tenido otras en el extranjero, en concreto, en el USB de Puerto Rico.
Sobre el origen de esta fortuna, Bárcenas habló de un sin fin de negocios dentro de una "vida profesional intensa", aunque se mostró poco concreto y aportó muy poco respaldo documental sobre las mismas. Así relató desde su participación en una empresa alemana, Innova, dedicada a la venta de productos de deporte y gafas, hasta las patentes para fabricar un modelo de "silla novedosa" o distribuir por España y Sudamérica un nuevo producto asfaltante. Sin olvidar, negocios inmobiliarios, venta de fincas en Paraguay, comisiones en negocios agroalimentarios, la supuesta venta de obras de arte y, sobre todo, inversiones en bolsa. En este sentido, Bárcenas aseguró haber ganado una gran cantidad de dinero con la compraventa de lo que en términos bursátiles se conoce como 'chicharros' de empresas españolas como Forjas Alavesas, Papelera Navarra y la cervecera Águila. Dijo que con todos estos negocios --"habré tenido la fortuna de acertar"-- consiguió ahorrar hasta 600 millones de pesetas a finales de 95, "cuando no conocía al señor Correa [en referencia al jefe de la trama Gürtel] o lo acaba de conocer".
Cerca de tres años pensando en la amnistía
Sin embargo, uno de los aspectos más sorprendentes de su declaración fueron sus explicaciones sobre por qué y cómo se acogió a la amnistía fiscal, y el motivo por el que creó en los últimos años una fundación panameña y una empresa uruguaya para que figurasen como titulares de sus cuentas en Suiza. Así, sobre la regularzaición especial que hizo a finales del pasado año al calor de la polémica ley de Cristobal Montoro, Bárcenas aseguró que llevaba cerca de tres años dándole vueltas a la idea de ponerse al día con Hacienda ya que, "como es habitual" a veces no declaraba todos sus ingresos al fisco, sobre todo los provenientes de sus supuestos negocios con obras de arte. Según Bárcenas, a mediados de 2010, casi un año después de estallar el caso Gürtel y cuando ya había movido su dinero a nuevas cuentas en paraísos fiscales, empezó a estudiar esa posibilidad, pero que entonces gobernaba el PSOE "y no se sabía nada de que fuese a haber [amnistía fiscal]". Pese a ello, aseguró que ya para entonces comenzó a recabar la documentación necesaria en los bancos suizos para acogerse a alguna regularización fiscal: "Conseguir los papeles fue muy complicado [...], los sistemas informáticos [de las entidades] eran distintos, teníamos una complicación tremenda para producir la información que necesitábamos y, como consecuencia de eso, no pude hacer nada", se justificó ante el juez.
El banco suizo que le hizo el préstamo para la regularización fiscal le exigió en febrero devolver el dinero inmediatamente tras salir su caso a la luz pública
Y cuando finalmente, pudo hacerlo tuvo que solicitar un préstamo de 1,5 millones a una de las entidades bancarias para hacer frente a las tasas. Eso sí, con un crédito muy ventajoso: "El acuerdo en cuanto a la amortización de ese crédito que se renovaba mensualmente era que se iría cancelando el crédito contra los dividendos de intereses o posibles plusvalías que se generasen como consecuencia de la compra-venta de esos títulos [de su cartera de valores]". Un acuerdo que se frustró poco después "con todo el jaleo que se ha organizado mediáticamente en la prensa de todo el mundo" por las noticias sobre sus cuentas suizas: "Los señores de Lombard Odier se dirigen a mi, con una carta que aporto también en la que me comunican que del montante que me queda vivo en estos momentos de 1.300.000 € sobre la cuenta número 505070… tiene que cancelarse definitiva el día de vencimiento de fecha 18 de febrero de 2013. Entonces me conminan a que transfiera esa cantidad para poderlo cancelar o a vender determinados títulos de la cartera que en el caso de no fuesen señalados por mí, decidirían ellos. Evidentemente dije qué títulos, desde mi punto de vista, se deberían vender".
Sobre la creación de Sinequanon, una fundación creada en Panamá por una empresa de Islas Bermudas, Bárcenas aseguró que se lo aconsejaron poco después de ser elegido senador por el PP en las elecciones de 2004: "Teniendo en cuenta que entro en esa categoría que se llama PEP (Persona Expuesta Políticamente) que tiene un tratamiento especial para los bancos, [me hablan] de la conveniencia de no mantener la cuenta a mi nombre, y por esos motivos se constituye una fundación panameña que se llama Sinequanon", de la que, reconoció, no sabía quién está nominalmente detrás. Tampoco dijo tener mucho más datos de Tesedul, la mercantil uruguaya que sustituyó a aquella y con la que se acogió a la amnistía fiscal.
Juez Ruz: ¿Y quién le da el nombre de la sociedad? ¿Tesedul? ¿Le habla de ella?
Luis Bárcenas: Patricio [Bel, un abogado bonaerense del que asegura ser amigo]
JR: Y las personas que aparecen en la escritura de constitución de esta sociedad, ¿usted las conoce?
LB: No, creo que la sociedad se constituye en el 88, creo que hay una señora [en realidad hay un matrimonio de testaferros uruguayos].
JR: En el 2008, ¿verdad?
LB: En el 2008.
JR: Y el porqué se hace en Uruguay, ¿sabe usted la vinculación con Uruguay? ¿Sabe usted por qué es allí?
LB: En Uruguay no lo sé, se podría haber hecho en Panamá o en Liechtenstein.
JR: O en España también, pero acude usted a Uruguay.
LB: Probablemente se hizo en Uruguay por la proximidad de Argentina a Uruguay, dado que el señor Bel vive en Argentina y nos sería más fácil.
El exsenador aseguró que negó la existencia de las cuentas suizas en sus anteriores declaraciones porque entonces no se sabía oficialmente que las tenía: "Es de sentido común"
De hecho, Bárcenas llegó a calificar la creación de ambas como "un ejercicio de transparencia" y aseguró que si su intención hubiese sido ocultar su patrimonio, hubiera abierto una cuenta "en uno de los múltiples paraísos fiscales que siguen existiendo en el mundo, hubiese cogido la totalidad de fondos y me los hubiese llevado a un sitio más difícil de controlar". Frente a ello, el extesorero presumió de que "la prueba de que no tenía ningún motivo de preocupación en cuanto a la licitud del origen de esos fondos es que yo no hago ninguna operación extraña con esos fondos ni pretendo ocultarlos ni llevármelos a ningún sitio remoto". Una explicación que, sin embargo, contrastó abiertamente con la respuesta que dió cuando la Fiscal del caso le preguntó por qué no habló de sus depòsitvos en el país helvético cuando fue interrogado en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid al poco de ser imputado en el 'caso Gürtel':"Evidentemente tenía que negarlo, no voy a decirle que tenía una cuenta en Suiza cuando no se sabía que tenía una cuenta en Suiza ¿no? Es de sentido común".
El pasado 25 de febrero, sin embargo, Bárcenas hizo un supuesto ejercicio de transparencia y facilitó al juez cifras exactas sobre el dinero que presuntamente quedaban en dos depósitos en el paraíso fiscal centroeuropeo a finales del pasado año. Asi, a 31 de diciembre de 2012, tenía 8.356.969 euros en una cuenta del LGT (el antiguo Dresdner Bank) y 9.328.620 euros en otra de Lombard Odier. En total, 17,6 millones. Todo un tesoro suizo todavía a su disposición.