Luis Bárcenas, extesorero del Partido Popular, habría camuflado en su libreta todas las donaciones 'incómodas' que recibía el partido, es decir, aquellas por encima de los 60.000 euros y provenientes de constructores concesionarios de administraciones públicas. Dichas aportaciones se diluían en pequeñas ingresos en el Banco de Vitoria bajo el concepto de "donaciones anónimas".
Según publica este miércoles 'El País', Bárcenas conseguía con el fraccionamiento evitar que la fiscalización del Tribunal de Cuentas detectara la ilegalidad de la 'financiación en B' del partido. Así, las anotaciones de ingresos que Bárcenas realizaba en su cuaderno, con nombres y apellidos, quedaban registradas como anónimas.
Durante el interrogatorio del fiscal Anticorrupción del pasado 6 de febrero, Bárcenas defendió la lógica de 'fraccionar' los donativos. "Es de sentido común que si alguien llega con 300.000 euros, una cantidad que supera el límite que establece la ley para cualquier empresa o persona que contrate con Administraciones Públicas, pues se le diga al cajero: toma 50.000 que han venido como anónimo, en mano; 50.000 pasados, por decir algo".
Esta práctica fraudulenta se detectó al cruzar los asientos de la contabilidad oficial que el PP ha remitido a la Audiencia Nacional con los papeles de Bárcenas que saltaban hace unos meses a la luz. Hasta ahora, la defensa que el Partido Popular hacía de sus cuentas se basaba precisamente en asegurar que el Tribunal de Cuentas las había "fiscalizado sin reproche".
Los dirigentes del PP que figuran en las anotaciones de Bárcenas y los empresarios que aparecen en la casilla de donaciones han negado que tales apuntes sean ciertos. De hecho, la secretaria general de la formación, Dolores de Cospedal, aseguró este lunes que era falso que la contabilidad oficial de su partido reflejara las donaciones ilegales de los papeles de Bárcenas.