El Parlament ha admitido hoy a trámite, con el único rechazo de Ciudadanos (C's) y PPC, el proyecto de ley de la comunidad catalana en el exterior, que prevé impulsar un registro de catalanes residentes en el extranjero.
El texto, impulsado por el Govern y que será tramitado por la vía de urgencia al superar las enmiendas a la totalidad de C's y PPC, representa un nuevo marco legislativo que reconocerá a los catalanes en el extranjero como sujetos con derecho a acceder a los servicios que ofrece la administración catalana.
La ley reconoce a los catalanes en el extranjero como sujetos con derechos y deberes, destinatarios de las políticas públicas del Govern, y potencia el registro de catalanes en el exterior como herramienta para garantizar el acceso a las medidas específicas para este colectivo.
Además, pone de relieve el papel que las 140 comunidades catalanas en el exterior tienen en el ámbito de la diplomacia para "potenciar las relaciones sociales, culturales, económicas y políticas" con los países con presencia significativa de catalanes.
El encargado de presentar el proyecto ante la cámara catalana ha sido el conseller de Asuntos Exteriores, Raül Romeva, que ha argumentado la necesidad de crear un censo "voluntario" de catalanes que viven en el extranjero, para poder dirigir también a ellos la obra de gobierno y revertir el "déficit democrático" que supone el "voto rogado", que añade trámites burocráticos para poder participar desde el exterior en las elecciones que se convoquen en el Estado.
Reacciones
La diputada de C's Susana Beltrán ha criticado este registro voluntario planteado por el conseller y ha alertado de que "los catalanes ya aprendieron la lección hace dos años", en referencia al censo usado para la celebración de la consulta del 9N de 2014.
Desde el PPC, el diputado Juan Milián ha acusado al Govern de querer "controlar y dirigir políticamente" a los catalanes que viven lejos de Cataluña.
