El 'Lupin' angoleño era conocido 'Cristopher' en su barrio de Leganés. También era conocido por el Grupo XIII de la Policía Nacional, expertos en detener a atracadores. Un delincuente autodidacta que aprendió de sus errores y era el líder de una banda que utilizaba a menores de 14 años para cometer robos en hoteles, farmacias y bares de la Comunidad de Madrid. Estos 'niños' cobraban en drogas duras y recibían una cantidad cercana a los 20 euros, según informan fuentes de la investigación a Vozpópuli.
Este angoleño lleva años en el punto de mira de los agentes del Grupo XIII. Había sido detenido en dos ocasiones anteriores. Estaba en libertad a la espera de enfrentarse a una condena de 7 años por diferentes robos. Esta 'Operación Ibiza', en referencia al coche con el que cometían los atracos, ha sido especialmente dura para los investigadores: han tenido vigilancias de 33 horas en la casa de Leganés donde vivía el atracador.
Ahora, el angoleño se encuentra en prisión provisional mientras que los tres menores se encuentran en Centros. Reconocieron los actos y se entregaron. El otro miembro de la banda era un colombiano que se encuentra en libertad.
A este grupo se le acusa de 12 robos, nueve de los cuales con intimidación, exhibiendo cuchillos de grandes dimensiones. El cabecilla del grupo, el angoleño, reclutaba a los menores para que fueran ellos quienes ejecutaran los atracos, mientras él ejercía de conductor para evitar ser detectado por los agentes.
Utilizaban un Seat Ibiza
Actuaban de noche o a primera hora del día, encapuchados, y sustraían previamente vehículos para aproximarse y huir de los establecimientos asaltados. La investigación se inició tras el robo de un vehículo en la localidad de Fuenlabrada el pasado mes de octubre, un Seat Ibiza, que fue utilizado en dos robos con fuerza en bares de esta misma localidad por el método del ‘alcantarillazo’. En ambos casos lograron sustraer las cajas de caudales y la recaudación de las máquinas recreativas.
El angoleño enseñó a sus séquito de menores cómo se robaba. Captaba a los niños en localidades como Móstoles y Leganés. Estos chicos tenían problemas de adicciones a drogas. Les proporcionaba drogas duras y les pagaba una cantidad de entre 20 y 15 euros por robo.
Tras estos hechos, a principios de noviembre, comenzaron a sucederse los atracos con intimidación usando armas blancas. El primero de ellos tuvo lugar en un hotel de Fuenlabrada al que accedieron tres varones con un cuchillo de grandes dimensiones intimidando a la recepcionista para que les entregara el dinero de la caja registradora, en torno a 450 euros. Un cuarto integrante del grupo les aguardó en el exterior para agilizar la huida a bordo de un vehículo.
Al día siguiente, los mismos varones asaltaron cuatro establecimientos próximos: una farmacia y un supermercado en Carabanchel (Madrid), un hotel en Getafe y otra farmacia en Leganés. No obstante, solo lograron su objetivo en estos dos últimos casos, consiguiendo sustraer la caja de caudales tras amenazar a sus responsables con armas blancas, haciéndose con un botín de alrededor de 520 euros.
El angoleño perdió una zapatilla en su fuga
En los tres días posteriores volvieron a actuar, de madrugada, atracando tres hoteles en Getafe, Alcorcón y Coslada. Esta acumulación de hechos, unida a la proximidad geográfica de los locales y la utilización continuada del mismo vehículo condujo a la identificación de los cinco miembros del grupo criminal que, en total, se apoderaron de más de 3.000 euros en efectivo.
La noche del cuatro de noviembre se estableció un dispositivo de vigilancia para la detención del cabecilla del grupo criminal, realizándose una entrada y registro en la vivienda donde residía y a la cual acudían a refugiarse, en la localidad de Leganés. Los agentes estuvieron cerca de pillarle: en su fuga le llegaron a quitar una zapatilla.
En los días posteriores, los cuatro varones restantes –entre ellos los tres menores– también fueron arrestados por su participación en los hechos. En suma, a los cinco varones se les considera presuntos autores de nueve delitos de robo con violencia e intimidación, dos robos con fuerza y un robo de vehículo, ilícitos por los que los dos varones fueron puestos a disposición de la autoridad judicial, quien decretó el ingreso en prisión de uno de ellos, líder del grupo. Por su parte, los tres menores pasaron a disposición de la Fiscalía de Menores.