Adiós a la jornada continua y vuelta al papel: las medidas de Ayuso para mejorar la educación en Madrid

El Gobierno de la Comunidad de Madrid, presidido por Isabel Díaz Ayuso, ha anunciado una medida que impactará directamente en la organización de los nuevos colegios públicos de Infantil y Primaria.

A partir del próximo curso, los nuevos centros educativos estarán obligados a implantar la jornada partida en lugar de la continua o intensiva, impidiendo la elección de este modelo que permite concentrar las clases entre las 9:00 y las 14:00 horas. Esta medida ha generado un amplio debate en la comunidad educativa y entre los sindicatos, reabriendo la discusión sobre el rendimiento académico y la conciliación familiar.

La jornada partida será obligatoria en los nuevos centros

Durante el debate del estado de la región, Díaz Ayuso presentó esta nueva regulación que afecta directamente a los nuevos centros educativos públicos de Infantil y Primaria que también impartan primero y segundo de la ESO. Según la presidenta autonómica, la decisión se basa en la necesidad de 'proteger' a los menores, considerando que un horario más repartido a lo largo del día ofrece mejores resultados tanto académicos como en términos de bienestar físico y emocional.

El horario intensivo, que concentra las clases entre las 9:00 y las 14:00, dejando después un tiempo para el comedor y la salida a las 16:00 horas, será eliminado de la oferta de los nuevos centros públicos. En su lugar, se impondrá la jornada partida, que separa la mañana y la tarde con un descanso de dos horas para el almuerzo, extendiendo las clases hasta las 16:00 o 17:00 horas, según el centro. Aunque el horario de salida no difiere mucho entre ambos modelos, el punto central del debate es la distribución del tiempo lectivo, y cómo afecta al rendimiento y la atención de los estudiantes.

Vuelta al papel y la tradición para evitar el fracaso

Otro de los puntos capitales de las medidas del Gobierno regional en educación es la vuelta a lo tradicional para revertir la tendencia de fracaso escolar. Por ello, Ayuso ha hecho hincapié en volver al papel y a la escritura a mano en los centros educativos.

Los alumnos deberán "hacer dictados, reflexionar, memorizar, aprender a comprender lo que leen, a estar concentrados y a coger bien el bolígrafo". La presidenta considera que "la tecnología es un apoyo que no puede sustituir a los libros de texto, ni a los trabajos".

En consecuencia, en la educación Infantil no se podrá emplear el uso de ningún tipo de dispositivo electrónico para ahondar en el aprendizaje de materias tan básicas como la escritura, lectura y matemáticas. Un paso de gigante para traer de vuelta un modelo educativo que se ha demostrado efectivo.

Impacto en los centros educativos ya existentes

Además de aplicarse a los nuevos colegios, la medida también restringirá a los centros públicos ya existentes. Aquellos que actualmente no tienen jornada continua ya no podrán optar a este modelo, y deberán seguir con el horario partido. Sin embargo, el Gobierno regional no ha aclarado cuántos centros se verán directamente afectados por esta medida, lo que ha generado incertidumbre entre la comunidad educativa.

La jornada continua ha sido adoptada por aproximadamente un 80% de los centros educativos en la Comunidad de Madrid. No obstante, la nueva regulación busca limitar la expansión de este modelo y consolidar la jornada partida como la opción predominante en los colegios públicos de la región. Desde la Consejería de Educación han pedido tiempo para implementar la medida y asegurar su correcta aplicación, garantizando que los colegios que ya tienen jornada continua podrán seguir con su modelo actual.

El debate educativo: rendimiento vs conciliación

La jornada escolar ha sido motivo de debate durante años entre expertos educativos, sindicatos y asociaciones de padres. Uno de los puntos clave de la discusión es el impacto del modelo de jornada continua en el rendimiento escolar de los alumnos. La jornada intensiva, que concentra todas las horas lectivas en la mañana, ha sido criticada por algunos estudios que señalan que puede ser perjudicial para el desarrollo académico y personal de los niños.

Un estudio reciente del sociólogo especializado en educación Daniel Gabaldón concluye que los niños que asisten a colegios con jornada intensiva descansan menos, comen peor y dedican más tiempo a las pantallas tras las clases. Este tipo de análisis ha sido uno de los argumentos principales del Gobierno de Ayuso para defender la jornada partida, sugiriendo que un horario más distribuido mejora la atención y el rendimiento académico de los estudiantes, además de fomentar mejores hábitos alimenticios y de descanso.

Por otro lado, los docentes, quienes están en contacto directo con los estudiantes, sostienen una postura contraria. Muchos maestros afirman que los niños se concentran menos por las tardes, lo que afecta negativamente su rendimiento académico. En su opinión, la jornada intensiva les permite aprovechar mejor las horas de la mañana, cuando los niños están más atentos y receptivos, lo que repercute positivamente en su aprendizaje.

Algunos docentes también critican que el debate sobre la jornada escolar a menudo confunde educación con conciliación. Desde su perspectiva, la jornada partida no necesariamente mejora el rendimiento académico, sino que responde más a la necesidad de los padres de conciliar su vida laboral y familiar. Este conflicto de intereses entre la educación y la conciliación es uno de los ejes centrales en la discusión sobre la jornada escolar.

Reacciones de los sindicatos y asociaciones de padres ante la medida de Ayuso

La decisión del Gobierno de la Comunidad de Madrid no ha sido recibida sin oposición. Varios sindicatos educativos han expresado su desacuerdo con la medida, calificándola como una provocación. El sindicato CSIF ha tachado la prohibición de la jornada intensiva de "provocación sin precedentes", mientras que CCOO la ha descrito como una "cortina de humo" para desviar la atención de los problemas reales que enfrenta el inicio del curso escolar. Además, advierten que la falta de diálogo y consenso con la comunidad educativa podría generar un clima de conflicto que desemboque en movilizaciones y protestas por parte del sector educativo.

Por el contrario, la FAPA Giner de los Ríos, que representa a más de mil asociaciones de madres y padres del alumnado de la Comunidad de Madrid, ha manifestado su apoyo a la decisión de Díaz Ayuso. Consideran que una jornada más amplia y mejor distribuida contribuye positivamente al desarrollo integral de los niños, tanto en el aspecto académico como en términos de bienestar físico y emocional. La FAPA defiende que una jornada más prolongada permite a los alumnos aprovechar mejor el tiempo de estudio y desarrollar hábitos de vida más saludables.

El futuro de la jornada escolar en Madrid

El futuro de la jornada escolar en los colegios públicos de Madrid parece inclinarse hacia la consolidación de la jornada partida, especialmente en los nuevos centros que se abrirán en la región. El Gobierno de Ayuso ha dejado claro que esta es su apuesta para los próximos cursos, aunque la medida ha reabierto el debate sobre qué modelo de jornada es más beneficioso para los estudiantes.

Mientras que los defensores de la jornada partida insisten en que mejora el rendimiento académico y la salud física y emocional de los alumnos, los partidarios de la jornada intensiva sostienen que facilita la conciliación y optimiza las horas de mayor concentración de los niños. Ambos lados del debate aportan argumentos sólidos, pero la falta de consenso entre los actores implicados sugiere que el debate sobre la jornada escolar está lejos de concluir.

Por ahora, el Gobierno de la Comunidad de Madrid sigue adelante con su plan de prohibir la jornada intensiva en los nuevos colegios públicos, y la medida parece contar con el apoyo de parte de la comunidad educativa. No obstante, los sindicatos ya han advertido que las movilizaciones podrían intensificarse si no se llega a un acuerdo que tenga en cuenta las necesidades de todas las partes implicadas.

En definitiva, la decisión de Isabel Díaz Ayuso de prohibir la jornada continua en los nuevos colegios públicos de Madrid ha reabierto un debate que siempre ha dividido a la comunidad educativa. Mientras que algunos estudios sugieren que la jornada partida favorece el rendimiento académico y el bienestar de los estudiantes, otros actores, como los docentes, creen que la jornada intensiva es más eficiente en términos de concentración y aprendizaje.

El tiempo dirá si esta medida logra los objetivos que el Gobierno de Ayuso se ha propuesto, o si, por el contrario, agudiza el conflicto entre el sector educativo y la administración regional. Lo cierto es que, por ahora, la jornada partida será el modelo dominante en los colegios públicos de Madrid.

Programa colegios compartidos

Díaz Ayuso, ha anunciado hoy el estreno este curso académico 2024/25 del programa Colegios Compartidos, que va a permitir a los alumnos de colegios e institutos públicos disfrutar de actividades artísticas o deportivas que se programen en otros centros escolares de la región.

El objetivo de esta novedosa iniciativa, que ha avanzado Díaz Ayuso en la segunda jornada del Debate del Estado de la Región, es que los estudiantes de Primaria y Secundaria puedan acudir a centros distintos al que están matriculados para participar en actividades fuera del horario escolar, organizadas por colegios e institutos que sean una referencia en gimnasia, teatro, ajedrez, música, fútbol o baloncesto, entre otras.

Colegios compartidos facilitará también que niños y adolescentes procedentes de distintos barrios y municipios se conozcan, compartan lo que les apasiona y se descubran nuevos talentos. Este modelo también se trasladará al proyecto de colegios abiertos en días no lectivos que se ha estrenado este curso, y podrá extenderse a los alumnos de los centros educativos concertados que quieran participar.