Quién nos iba a decir en pleno 2024 que los nombres de Paco Rabal y Asunción Balaguer serían causa de polémica alguna en España. Dos de las personas más influyentes de la cultura española, unidas en matrimonio desde 1951 a 2001, fecha en la que falleció Rabal, dejando viuda a Asunción, quien caminó luciendo orgullosa el legado de ambos hasta 2019, dejando este mundo a los 94 años.
El municipio de Alpedrete (Madrid) fue el hogar de la pareja durante muchos años, desde la década de los ochenta. Un honor, el de compartir suelo con dos actores de época, que el Ayuntamiento de la localidad les devolvió nombrando una plaza y levantando un busto con el rostro de Paco Rabal en 2001, con el intérprete recientemente fallecido.
Ya en 2015, con Asunción Balaguer aún en activo, aunque de forma excepcional, se puso su nombre a la Casa de la Cultura. El primer bautizo de 2001 fue bajo la alcaldía del socialista Isidoro Aragoneses Hernán; el de 2015, con Carlos García-Gelabert Pérez, burgomaestre por Podemos.
Nada cambió en todos estos años, hasta el pasado mes de abril, cuando la Junta de Gobierno (PP-Vox) decidió retirar el nombre de los artistas de sendos emplazamientos. Fue apalabrada entre el alcalde de Alpedrete, Juan Rodríguez Fernández-Alfaro, y Vox, sin llegar a pasar por el filtro del Pleno.
Desde la dirección nacional de Vox han pedido a sus concejales de Alpedrete que rectifiquen de inmediato este error. La formación ha destacado que "son dos destacados artistas que, sin ninguna duda, han contribuido al enriquecimiento cultural del municipio y del panorama cinematográfico español".
Una acción que provocó el enfado de los habitantes de Alpedrete, quienes convocaron una manifestación el pasado 29 de abril en la plaza Paco Rabal, donde un centenar de personas, bajo la proclama "de este pueblo son Francisca y Asunción", tal y como contó La Voz de la Sierra, protestaron contra la alcaldía.
Una concentración con efeméride, pues coincidió con el 184º aniversario de la independencia de Collado Villalba, evento que los ciudadanos de Alpedrete consideran que se armó para paliar las críticas, y que carecía de sentido patrimonial.
La manifestación que, pese a su corto recorrido mediático, contó con un moderado apoyo popular y político de la oposición, no sirvió para rectificar la decisión del alcalde.
El 'caso Rabal' crece mediáticamente
La firmeza de Fernández-Alfaro desencadenó la convocatoria de un nuevo acto de protesta, el acaecido el pasado sábado 11 de mayo en Alpedrete. A diferencia del primer envite, esta vez los vecinos tuvieron el respaldo de delegaciones de todo el espectro político de la oposición. Desde el PSOE a Más Madrid, PCE e IU de otras localidades serranas, incluida la portavoz Manuela Bergerot.
Además, varios artistas de calado nacional como Jorge Sanz o Pepe Viyuela acompañaron a Teresa y Benito Rabal, hijos del matrimonio.
Esta vez, el bullicio mediático fue gigantesco, provocando una oleada de críticas en toda España. Un ruido que llegó hasta la mismísima presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. La líder del Partido Popular madrileño dictó sentencia en la tarde del lunes 13 de mayo, publicando un tuit desde su cuenta personal donde pedía una "rectificación ante tamaño error".
"Ni censura, ni borrado, ni sectarismo ideológico. La cultura tiene que ser libre y plural", exclamó la presidenta de la CAM.
Un puñado de caracteres que desacreditaron por completo la decisión de un Fernández-Alfaro que tardó pocas horas en emitir un comunicado confirmando que restaurará el nombre de la plaza y la Casa de la Cultura en la próxima Junta de Gobierno.
"Es evidente que no hemos sabido explicar la voluntad de este cambio que, en ningún momento, pretendía menoscabar o despreciar el legado cultural de dos personas queridas, no solo por los vecinos de Alpedrete, sino del conjunto del país, y cumplir con otra voluntad existente en el municipio", confirmó la nota.
Vozpópuli ha hablado con el alcalde, quien ha explicado que "no ha sabido ver la magnitud del asunto, ni tampoco comunicarlo de forma correcta". El tuit de Ayuso fue "el punto de inflexión para saber que había que dar marcha atrás ya. No me cuesta nada reconocer un error, es parte de la política". Desde el consistorio siguen expectantes con sus planes de futuro, siempre de la mano de la Comunidad de Madrid.
Trimegisto
El complejo siempre se acaba imponiendo.
santi
Creo que este no es el momento para modificar la constitución y menos con este gobierno traidor y socio de comunistas, que pueden aprovechar la ocasión para propiciar otros cambios en la constitución, junto a sus secuaces de ocasión. Hay tiempo para todo y hay que darle a cada cosa su prioridad, los problemas de España hoy, no pasan por el tema de las "naciones"