Madrid

Alerta en Madrid por los talleres ilegales que trucan los patinetes eléctricos: "Crean auténticas bombas"

Los jóvenes pagan cantidades de hasta 300 euros en talleres ilegales para trucar sus patinetes y ampliar su velocidad punta, con el consiguiente peligro para la seguridad

  • La explosión de los patinetes de la imagen izquierda provocaron un incendio que destrozó un convoy del Metro de Madrid -

La explosión de dos patinetes eléctricos en el Metro de Madrid, que provocó cuatro heridos, ha sido un aviso para las autoridades. Estos populares vehículos para los jóvenes se pueden convertir en auténticas "bombas" si son trucados. Una manipulación por la que pagan hasta 300 euros para conseguir más fuerza y velocidad pero con la que ponen en riesgo la seguridad de todos, según explican fuentes policiales a Vozpópuli.

En el incendio de los patinetes en el Metro del pasado martes se personaron agentes de la Policía Científica de la Policía Nacional. Buscaban respuestas al origen de la llamas. La máquina que explotó es de la marca Smartgyro, precisamente el modelo Raptor que se puede considerar un patinete potente, y otro de la misma marca, en este caso, un K2. El suceso se pudo originar por un trucaje inexperto del mismo.

No son pocos los tutoriales que hay en internet donde enseñan a manipular los patinetes. Programas electrónicos, artilugios de orfebrería... hay posibilidades para todos los gustos y para todas las necesidades de los aficionados a estas máquinas.

Sin embargo, muchos de los usuarios prefieren pagar una cantidad para que se los truquen en talleres ilegales que han proliferado por la demanda. Las fuentes consultadas por este medio ubican uno de los puntos con más famosos oculto en una vivienda de la zona de Oporto, en el barrio de Carabanchel. Solo conocido por el 'boca a boca' y trabajando en la oscuridad.

Más fuerza y velocidad

Las manipulaciones que piden habitualmente los clientes, es aumentar la fuerza y velocidad. En algunos casos, las mejoras pueden ampliar la capacidad de estos vehículos en casi 50 kilómetros por hora. Una auténtica barbaridad para un medio de transporte tan endeble.

La gran mayoría de las peticiones están realizadas por jóvenes inconscientes que no ven peligro en este tipo de actos incívicos. Ponen en riesgo tanto su seguridad como la del resto de usuarios. Pagan una cantidad estimada de entre los 100 y los 300 euros.

Los talleres oficiales se niegan a hacer estos trabajos por lo que estas personas tienen que recurrir a centros ilegales donde se dedican a instalar baterías de dudosa procedencia y calidad. Los agentes de la Policía también se han encontrado con instalaciones de baterías de los patinetes de alquiler. Los encargados quitan el chip encargado de proteger la batería para poderlas usar.

El estado en el que quedó el vagón de Metro con la explosión de los patinetes
El estado en el que quedó el vagón de Metro con la explosión de los patinetes

Un intercambio que es muy peligroso ya que, precisamente, la función principal de este elemento es evitar que exploten. "Esta gente crea auténticas bombas", denuncian las autoridades. La Policía Municipal son los que vigilan el correcto uso de estos patinetes.

Esta situación de los 'talleres ilegales' afecta también a los negocios que sí cumplen la normativa. Una de estas empresas es Urban Patinetes, donde se aseguran paso por paso de que los patinetes que se distribuyen en España sean seguros. "No recomendamos modificar ninguna batería para no ocasionar peligro", relatan desde este centro.

Las cifras de los patinetes en Madrid

Según informan a Vozpópuli fuentes del área de Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid, en la capital no hay una gran conflictividad con los patinetes: en 2022 hubo unos 700 accidentes donde la Policía Municipal tuvo que intervenir. Es decir, menos de dos al día.

En lo que va de año, hasta mediados de octubre, se han registrado 597 incidentes con patinetes eléctricos. Dentro de este balance, también se incluyen las caídas, unas 208, que representan poco menos de la mitad de las intervenciones.

Desde Seguridad explican que han aumentado mucho los controles a este tipo de vehículos. Ahora también se les hace soplar en los controles de alcoholemia y drogas, antes no. Solo en lo que va de año, la Policía Municipal ha realizado dos campañas específicas de patinetes y otras tres de atropellos. Para la semana que viene hay prevista otra campaña.

No obstante, la realidad es que cada vez hay más patinetes, como en la gran mayoría de las grandes capitales. Esta circunstancia ha obligado al Ayuntamiento a ordenar un nuevo modelo aprobado recientemente (3 de mayo) con las nuevas autorizaciones que rigen la operatividad de los patinetes compartidos. Con esta medida se trata de subsanar los estacionamientos indebidos en zonas peatonales o la circulación por zonas no permitidas.

El Consorcio Regional de Transportes estudia prohibir el acceso de estos vehículos a sus instalaciones. Una medida que va en la misma línea de la decisión tomada por el Ayuntamiento de Barcelona. Estas máquinas seguirán vetadas en el transporte público sin fecha de regreso.

Narcos y pandilleros

Todo con el objetivo de que los patinetes contribuyan a favorecer la movilidad sostenible, pero de un modo ordenado, seguro y garantizando la accesibilidad universal. También cabe reseñar que las organizaciones criminales han puesto el foco en este tipo de transporte por su rapidez y por su discreción.

Ya no es raro comprobar como los investigadores de la Policía Nacional detectan que los narcos usan los patinetes para el negocio de las drogas. También es uno de los medios de transporte favoritos para las bandas latinas ya que les proporciona una rápida vía de escape porque sus autores son menores de edad y no tienen otra posibilidad.

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación Vozpópuli