César, alias Ramaathis Mam, no abrió a los sanitarios del SUMMA que se desplazaron el 1 de septiembre a su casa en Villalbilla tras una llamada de su mujer al 112. Una vecina del matrimonio fue la que atendió a los especialistas. Esta mujer aseguró a los técnicos que no había percibido nada extraño y se dio parte del mismo, según ha explicado a Vozpópuli uno de los residentes de esta zona de la Comunidad de Madrid.
Esta llamada es una de las incongruencias del relato del hombre que está en prisión provisional por estos hechos. César acudió a poner la denuncia por la desaparición de su mujer el pasado 4 de septiembre por la tarde. El escritor espiritual relató a la Guardia Civil que Raquel había salido de casa para ir a ver a su madre pero nunca llegó a su destino el pasado 31 de agosto.
El caso se encuentra bajo secreto de sumario pero poco a poco se van recomponiendo las piezas del puzle que rodean este suceso. Ramaathis Mam, de 65 años, explicó a los agentes que le tomaron testimonio que su mujer había tenido con anterioridad dos episodios autolíticos.
Desde el primer momento, el equipo de la Policía Judicial de Paracuellos del Jarama vio incongruencias en este relato sobre todo en la tardanza en denunciar la ausencia de Raquel. Encontraron su coche en las proximidades de Villalbilla y al hablar con su madre comprobaron que su estado mental y su relación matrimonial no pasaban por un buen momento.
Las diligencias se centraron en el dispositivo móvil de la mujer y su registro de llamadas. Así comprobaron dos datos: que no había salido de Villalbilla y que el 1 de septiembre tuvo una llamada al 112. Gracias a ese registro conocieron que Raquel se comunicó con las autoridades porque afirmó estar pasando un "brote", ya que se encontraba retenida en su domicilio.
Una vecina de Villalbilla habló con los sanitarios
Los servicios de emergencias procedieron de la forma habitual intentando contactar con la víctima y desplazándose hasta el lugar, gracias al posicionamiento de la llamada. Llamaron de forma repetida a la puerta del domicilio del matrimonio en Villalbilla pero nadie les abrió.
Por este rechazo se pusieron en contacto con otra de las residentes de la zona y les dijo que no había percibido nada extraño, según explican fuentes vecinales a Vozpópuli. Sin embargo, esta llamada fue el detonante para que los agentes pidieran entrar en el domicilio. César se lo negó y tuvieron que volver con una orden judicial. Así fue como descubrieron el cadáver de la víctima.
César, alias Ramaathis Mam, era un escritor de literatura espiritual fiel adepto de los Gaudiya Math. En su perfil deja claro algunos de sus 'encuentros espirituales'. "Estaba tan deprimido por tener malas notas que estaba pensando seriamente en el suicidio; entonces, unos seres se le aparecieron y le dijeron que no debía deprimirse por las notas", afirmó en su perfil editorial.
"Una misión para la humanidad"
El hombre acusado de matar a su esposa en Villalbilla tenía más de media docena de libros publicados. "Cuando tenía 10 años, estaba tan deprimido por tener malas notas que estaba pensando seriamente en el suicidio; entonces, unos seres se le aparecieron y le dijeron que no debía deprimirse por las notas pues esas enseñanzas no tenían importancia para el desarrollo del alma y que él tenía que cumplir una misión para el desarrollo de la humanidad", se definía en su perfil.
Raquel llevaba varios días muerta, según el informe preliminar de la autopsia, en una habitación insonorizada de la casa. Al marido de la víctima de Villalbilla se le investiga por un delito de homicidio o inducción al suicidio. El análisis definitivo toxicológico aclarar las causas de la mujer de esta mujer, que no tenía signos de violencia y había ingerido una gran cantidad de pastillas.
El 016 atiende a todas las víctimas de violencia machista las 24 horas del día y en 53 idiomas diferentes, al igual que el correo 016-online@igualdad.gob.es; también se presta atención mediante WhatsApp a través del número 600000016, y los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación Anar 900 20 20 10.
