Madrid

La vigilancia policial de las novatadas 'expulsa' de los Colegios Mayores a los estudiantes hacia pisos de alquiler

La Policía vigila el inicio del curso académicos para evitar que se produzcan las tradicionales novatadas que en realidad pueden suponer un delito de vejaciones, coacciones y en algunos casos lesiones

  • Varias alumnas en la entrada del Colegio Mayor Santa Mónica. Jesús Hellín / Europa Press.

El inicio del nuevo curso universitario es un reto para la Policía, ya que tienen que enfrentarse a una temporada más de novatadas. Una práctica que se ha ido reduciendo en los últimos años por la presión social pero que sigue vigente. Embudos para ingerir alcohol, limpiarse los dientes con una escoba o tomar comida de perro son algunas de estas pruebas. El cerco policial ha generado que los alumnos se trasladen a pisos o fuera de Madrid para cometer estos actos, según informan fuentes policiales a Vozpópuli.

Silvia y Alfonso, agentes tutores de la Policía Municipal de Moncloa-Aravaca, llevan cinco años al pie de la calle en un puesto fijo en la calle Juan XXIII alertando sobre este problema que durante mucho tiempo ha sido 'tabú' entre los jóvenes. También son los encargados de ofrecer charlas en los Colegios Mayores donde les trasladan a los alumnos los delitos que acarrean estas prácticas.

"Pretendemos dar visibilidad a este tipo de actos. Que los universitarios sientan esa cercanía y se acercen a preguntar. En las charlas preventivas que damos al principio de curso en septiembre les cuesta mucho participar a los alumnos", confiesa Silvia.

Un punto de ayuda a las víctimas

En estos encuentros en los Colegios Mayores hay incluso jóvenes que expresan su voluntariedad de participar, dicen que "lo hacen porque quieren". "No reconocen que estan sometidos a las coacciones y al miedo. Lo llevan todo muy escondido", explica Alfonso.

Porque las novatadas desde hace años estaban incluso permitidas por los centros, que ahora luchan para frenarlas. Poco a poco los universitarios dejan atrás este tipo de actos con nuevas formas de integrar a los alumnos nuevos con los de segundo y tercer año.

Muchos de los directos de las instalaciones confiesa a estos agentes de la Policía Municipal que están "agotados" de todo el trabajo que están realizando y el esfuerzo para evitar las novatadas. En buena medida ha ayudado la Ley de Convivencia que implica que los autores de las mismas queden expulsados de las universidades.

El abuso de las redes sociales

Las más típicas de las novatadas es vaciarse una botella de alcohol con un embudo, que puede llegar a producir hasta un coma etílico, limpiarse los dientes con una escoba o ingerir comida de perro. Unas prácticas que se realizan bajo coacciones o amenazas a los alumnos que acaban de llegar a la capital para que se integren en la comunidad.

Una de las principales preocupaciones que tiene la Policía y los Colegios Mayores en el inicio de este curso es el traslado que estan detectando de estas actividades. La férrea vigilancia de sus residencias está propiciando que los alumnos se trasladen a pisos alquilados o incluso fuera de Madrid para evitar el control por parte de las autoridades.

En esos lugares, fuera de ojos ajenos, las novatadas son, incluso más preocupantes, con actos de sumisión total por parte de los nuevos. "Se está logrando evitar las barbaridades que hacían antes como quemaduras con cigarros en los brazos o pruebas físicas extremas", relata Alfonso.

Tolerancia cero con las novatadas

Este agente de la Policía Municipal relata que la prohibición de las novatadas se han dictado a lo largo de los tiempos. Desde Platón a Justiniano. En Estados Unidos se han producido cerca de 200 muertes por estos hechos que recorrern los campus y las 'películas' para jóvenes.

La estadística de víctimas de las novatadas en Madrid es una cifra oculta. No se denuncia. El balance que ofrecen los Colegios Mayores es que se ha reducido bastante el número de este tipo de incidentes en los últimos años.

Desde el Área de Prevención de Participación Ciudadana de la Policía Nacional también se trabaja en este tipo de casos. Ahora existe una concienciación en la sociedad de "tolerancia cero" hacia las novatadas. La investigación y difusión de las mismas se centra en las redes sociales.

"La difusión es inmediata por estas plataformas y es mayor la exposición de la víctima. No hay que aceptar este tipo de comportamientos vejatorios", señalan fuentes policiales a Vozpópuli.

Las explicaciones de las víctimas

Desde la Policía Nacional se advierte de que las novatadas podrían suponer delitos de vejaciones, coacciones o lesiones. "Las víctimas lo aceptan como un peaje obligatorio para sociabilizar más rápido con sus compañeros y no es así", relatan estas fuentes.

El testimonio de estos jóvenes es desgarrador cuando lo denuncian: "no quería quedarme sola", no quería ser el paria del grupo o el chivato. Dentro de la legislación vigente estos hechos son considerados "faltas muy graves" y el aviso policial es claro: "Los universitarios estudian para labrarse un futuro y con las novatadas acarreran antecedentes".

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