Hace más de veinte años ya se repetían los cánticos y los insultos entre los colegios mayores de la zona de Ciudad Universitaria de Madrid. La aparición de las redes sociales ha sacado a la luz las partes más oscuras de estas "tradiciones" que son consideradas como "novatadas" y pasan de generaciones. "Son solo la punta del iceberg de lo que hemos vivido", confiesa a Vozpópuli una exresidente del Colegio Mayor Santa Mónica.
Todas estas "tradiciones ocultas" explotaron este jueves cuando se hizo público el vídeo de los jóvenes del Colegio Mayor Elías Ahuja. Decenas de ellos gritaron el pasado domingo por la noche, al unísono y en bloque, el siguiente cántico que ha costado la expulsión a algunos de ellos: "Putas, salid de vuestras madrigueras como conejas. Sois unas putas ninfómanas. Os prometo que vais a follar todas en la capea, ¡vamos Ahuja!".
Las chicas afirman que no cantaron insultos
El polémico vídeo de los jóvenes espetando a las chicas del Colegio Mayor Santa Mónica ha generado mucha polémica en la opinión pública, hasta el punto de que la residencia donde se alojaban los chicos ha tenido que sacar un comunicado pidiendo disculpas y ha interpuesto medidas disciplinarias a los culpables.
Sin embargo, se difundió otro vídeo en el que aparece la respuesta de las chicas, que también gritan al unísono y en coro tras el liderazgo de una voz cantante. Fuentes del vídeo original han confirmado a este medio que dicha respuesta fue grabada el mismo día que los chicos lanzaron los improperios desde sus balcones. Las protagonistas han explicado a Vozpópuli que en sus gritos no había ninguna mención a los chicos y tampoco insultos.
"Realmente esa noche consistía en cantar canciones del Colegio Mayor. Nuestra canción no iba dirigida a ellos, son nuestra propias. Ellos también cantaron más cosas aparte de los gritos, digamos machistas, que han salido", afirma una de estas jóvenes que presenció la noche del domingo. Desde la dirección del centro no les han dicho que no hablen con los medios pero deben evitar "dar más importancia" al "tema de la que tiene".
"Se ha sacado de contexto"
"Realmente la gente que es de un colegio mayor sabe en que consiste todo ésto, que es sin ánimo de ofender a nadie ni de denigrar ni nada. Simplemente es una tradición y punto. Conocemos a los niños que cantan eso como a los de los otros colegios. Se hacen en todos", asegura esta chica. "Es una pena que se saque todo de contexto, la gente que no es de un colegio mayor no entiende la dinámica de estos actos", añade.
Precisamente, la tradición de estos cánticos es una de las novatadas de las que se viven a diario con el comienzo del curso universitario entre los nuevos alumnos de los centros. Este domingo los colegiales habían quedado para organizar una capea, una iniciativa que, al parecer, finalmente no se celebrará. Un evento señalado para conocer pero también para organizar novatadas.
Antes no eran los cánticos "tan bestias"
"Estuve en el Santa Mónica hace más de 20 años y solo dos. Se que había cánticos e insultos pero era entre todos los colegios mayores. No solo de un colegio masculino a otro femenino", explica una exresidente a Vozpópuli. "Yo no lo recuerdo como algo tan alarmante. No sé si porque ha pasado mucho tiempo o si por desgracia en esa época normalizábamos las cosas", concreta.
"Sabíamos que era lo habitual entre colegios mayores pero también se realizaban esporádicamente y no había comentarios tan bestias como los que he podido leer", confiesa esta mujer que solo dos años duró en el centro ubicado en el Paseo de San Juan XXIII.
"Se ha tolerado desde hace años"
Otras voces, de otra excolegiala, tienen peor recuerdo de su paso por el centro. "Este tema es la punta del iceberg de una historia mucho más profunda", desvela. Esta mujer considera injusto que se haya expulsado a un alumno del Colegio Mayor de Ahúja cuando estaba haciendo algo "amparados en que todos los años se ha tolerado y se ha permitido desde arriba".
Para esta chica los cánticos son "tremendos" pero "no son ni el 1% de todo lo que ocurre". Entre sus experiencias están la prohibición de liarse con chicos en su año de "bautizo" (que es el último día de las novatadas). Si lo incumplían tenían que introducir la lengua y removerla dentro de una lengua de pescado.
También han vivido otras pruebas como tener que salir a la calle desnudas, retos o incluso beber aceite y otros experimentos que realizaban las alumnas más mayores. Todas estas iniciativas se han ido desarrollando, perfeccionando y modernizando a lo largo de los tiempos. El objetivo: ridiculizar a las recién llegadas y tenerlas controladas a su antojo.
Sin incidentes policiales en el Ahúja
Sobre los cánticos, la Fiscalía de Madrid anunció ayer que investigará si estos insultos constituyen un delito de odio. También la Universidad Complutense realizará un informe para dilucidar responsabilidades sobre este asunto.
Fuentes policiales consultadas por Vozpópuli aseguran que en este Centro no se habían producido con anterioridad incidentes de gran importancia. En cuanto a los cánticos, recuerdan que los insultos están despenalizados y poco se puede hacer salvo que alguien denuncie por trato denigrante.
A pesar de ello, esta vía es difícil ya que en los gritos no se menciona a nadie con nombre y apellidos. El asunto cambiaría si decide denunciar un colectivo o asociación que represente a las mujeres por sentirse perjudicadas por un delito de odio por razón de género.