Marcadores, conductores y ejecutores. La Policía Nacional ha desarticulado una banda de venezolanos que estaba perfectamente orquestada en el robo de relojes de lujo en los barrios de alto poder adquisitivo de Madrid. Los cinco integrantes de la organización criminal han ingresado en prisión y llegaban a utilizar pistolas para intimidar a las víctimas.
Chamartín, Serrano o Retiro. Estos eran los puntos de especial interés para los criminales que han acabado entre rejas gracias al Grupo Operativo de Investigación Zonal (GOIZ) de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
Nunca actuaban al completo
La investigación se inició a principios del verano, tras tener conocimiento los agentes de una serie de sustracciones de estos efectos exclusivos y de elevado valor económico que seguían el mismo patrón. Actuaban todos sus miembros de forma coordinada.
Uno de ellos detectaba a sus víctimas y daba aviso a otros dos miembros del grupo que se desplazaban al lugar a bordo de una motocicleta llegando a utilizar un arma de fuego para cometer los robos. La banda de colombianos nunca actuaba al completo, sino que se conformaba en células de dos a cuatro autores, con un claro reparto de funciones.
La investigación de la Policía
Los investigadores de la Policía Nacional descubrieron que estaban ante un grupo criminal perfectamente estructurado. En la cúspide se encontraba el “marcador”, miembro con más experiencia y encargado de seleccionar a la víctima en función del valor de su reloj; era capaz de distinguir rápidamente una pieza auténtica de una de imitación. Por otro lado, estaba el “conductor”, con la misión de circular por la zona de actuación sin llamar la atención, listo para acudir rápidamente para realizar el robo y huir del lugar con la suficiente destreza para no ser alcanzados.
Finalmente, se encontraban el o los “ejecutores”, con la función de arrebatar por cualquier medio el reloj a la víctima. Estos utilizaban la intimidación en un primer momento y no dudaban en pasar rápidamente a la violencia o a mostrar un arma de fuego si fuese necesario, para asegurarse el éxito en pocos segundos.
La desarticulación de este grupo criminal jerarquizado se produce con la práctica de cuatro entradas y registros domiciliarios y la detención de sus cinco integrantes como presuntos autores de ocho delitos de robo con violencia e intimidación, tenencia ilícita de armas, lesiones, falsedad documental y pertenencia a grupo criminal. Los arrestados fueron puestos a disposición de la autoridad judicial decretando esta su inmediato ingreso en prisión. Con esta operación, la Policía Nacional da por finiquitada la actuación de los colombianos en los robos de relojes de lujo de la capital
