La Policía Municipal de Madrid ha asegurado que los patrullajes en Lavapiés "no se han dejado en ningún momento" y que los agentes cumplen con sus obligaciones de servicio en la zona desde los incidentes en este barrio el pasado 15 de marzo, "aun teniendo serias dificultades para realizar cualquier tipo de intervención en el barrio debido a las falsas informaciones emitidas".
Así lo ha indicado el Cuerpo en un escrito colgado en Facebook en relación a informaciones en las que se aludían a una orden verbal emitida por el Inspector Jefe de Policía Municipal para dejar de patrullar las calles del barrio ayer jueves para evitar incidentes.
Fuentes sindicales han señalado que hubo a ayer una orden no verbal que se circunscribía únicamente al día de ayer al objeto de priorizar la custodia de las unidades policiales desplegadas por la manifestación que tuvo lugar ayer en Sol por si hubiera incidentes. Al no haber ningún altercado, se volvió a la situación normal.
Por su parte, Policía Municipal de Madrid también ha señalado que "en ningún momento el servicio que presta este Cuerpo en el barrio madrileño de Lavapiés ha tenido modificación alguna con respecto a lo que viene siendo el normal, salvo el refuerzo de la seguridad por los acontecimientos ocurridos en los últimos días".
Además, asegura que "se mantiene y siempre se ha mantenido el patrullaje preventivo" en la zona, la atención a los requerimientos de todos los vecinos del barrio, y la respuesta a todas las llamadas de emergencia que hayan podido surgir, realizándose todas "con total normalidad y atendiendo a cada una de las circunstancias".
A su vez, señala que las órdenes emitidas por el Inspector Jefe de Policía Municipal de Madrid siempre "han sido con carácter operativo circunstancial en momentos concretos" y que en ningún momento esas instrucciones han "significado paralizar de ninguna forma el normal patrullaje de los agentes por el barrio de Lavapiés".
Por otro lado, Policía Municipal de Madrid informa en relación al altercado de ayer en el barrio que tuvo lugar por la tarde cuando los agentes terminaban de resolver un requerimiento de un ciudadano en referencia a una solicitud por hoja de reclamaciones en un local de la zona.
Al salir del local los agentes observaron a un varón que el día anterior les había amenazado de muerte "directamente" a estos agentes, que habitualmente patrullan la zona, con frases como 'Aquí va a morir un policía, lo juro que va morir un policía'.
No pudo ser identificado
Explica también que el día anterior por motivos de seguridad y aplicando los principios básicos de actuación ("congruencia, oportunidad y proporcionalidad") no pudo ser identificado en ese momento por la "gran afluencia" de personas que se encontraban en el lugar y que podría generar un altercado de alta consideración.
Por ello y viendo la oportunidad en ese momento de poder identificarle por la amenazas "tan graves" vertidas, los agentes se acercaron para solicitarle la documentación, momento en el cual este hombre empezó a mostrar una actitud "hostil y amenazante", negándose rotundamente a mostrar su identificación.
Tras informale que ante la negativa a mostrar su documentación podría ser detenido por desobediencia, comenzó a lanzar puñetazos contra los agentes, llegando incluso a "intentar arrebatar el arma de fuego de la funda a uno de los componentes", no pudiendo conseguirlo. Finalmente haciendo uso de la fuerza mínima indispensable los agentes lograron deponer la actitud del agresor.
Ante estos hechos comenzaron a congregarse en la plaza "gran número "de personas de origen subsahariano increpando la actuación de los agentes para impedir la detención, lanzando con gran violencia piedras, sillas y otros objetos contra ellos".
Tras recibir el apoyo de otras patrullas de la zona la situación quedo controlada, trasladando el detenido a Comisaría, en una intervención en el que resultaron lesionados cinco agentes con contusiones en diversas partes del cuerpo como pómulos, nariz y torso, causando baja para el servicio uno de ellos.
Por su parte, CSIF ha reclamado al Ayuntamiento de Madrid que apoye a sus agentes que desempeñan su trabajo en favor de la seguridad de la ciudad y critica "carencias" de material, pues hay policías que acuden con sus propios cascos de moto para prevenir que puedan ser agredidos.