Los agentes Grupo I de Protección al Menor de la Policía Nacional están hechos de otra pasta. Cargan sobre sus espaldas las investigaciones más delicadas de pederastas. El hombre que fue detenido por violar a su bebé en Madrid era conocido por ellos desde hace cuatro años, cuando le arrestaron por primera vez. Sin embargo, no fue hasta hace un mes cuando descubrieron las agresiones que cometió a su hija. "Nunca estás preparado para esto", señalan en declaraciones a Vozpópuli.
La 'Operación Renacere' buscaba lo que su propio nombre indica: un renacimiento, una segunda oportunidad para la bebé que estaba siendo agredida por su padre cuando tan solo tenía 6 meses. Los agentes de la Brigada Central de Investigación Tecnológica de la Unidad Central de Ciberdelincuencia aceleraron las pesquisas cuando comprobaron que la menor podría estar en peligro.
El padre, un camarero nacido en Venezuela pero de nacionalidad española de 25 años, ya fue detenido por los agentes en 2019. Estuvo involucrado en un dispositivo contra la distribución de material pedófilo. Tras quedar en libertad comenzó una relación con la que iba a ser la madre de su hija, de 23 años, que también trabaja en el sector de la hostelería.
A pesar de ser descubierto, este chico no cambió en sus crueles e indeseables aficiones. El foco de los policías volvió a cercar a este hombre gracias al patrullaje activo que realizan en las partes más profundas de la web donde se esconden los actos ilícitos.
El HSI (Homeland Security Investigations) de los Estados Unidos detectó en septiembre de 2022 a una persona que compartía imágenes sobre explotación sexual a menores de corta edad a través de diferentes redes sociales. Los agentes de ciberdelincuencia cotejaron los datos y comprobaron que detrás estaba su viejo conocido.
La bebé en una casa insalubre y mordida por un gato
Sin embargo, las alarmas saltaron cuando descubrieron que este joven había sido padre recientemente. En diciembre de 2022 consiguieron la localización de su casa donde vivía con su pareja y la niña en el barrio de Aluche de Madrid, según estas mismas fuentes.
Cuando entraron a su domicilio localizaron un estado realmente deplorable. Basuras por todas partes y restos de sustancias estupefacientes por el suelo. La bebé tenía hasta una herida provocada por el gato que estaba en el domicilio. El hombre fue detenido por tener material pedófilo y la custodia de la niña quedó a cargo de la Comunidad de Madrid. La bebé convivía con un potencial agresor sexual.
Los agentes intervinieron el dispositivo móvil del camarero y comenzaron a investigar. Localizaron dos vídeos de agresiones sexuales sobre la bebé. También comprobaron como a través de Instagram el padre hablaba con otros hombres y fantaseaba con introducir en sus relaciones sexuales a la menor.
"Nunca estás preparado para esto", relata a Vozpópuli uno de los agentes que participó en la operación. Con todas estas pruebas volvieron al juzgado con un exhaustivo informe para volver a detener al hombre y registrar su domicilio actual en Pinto.
Su pareja se enteró de las violaciones a la bebé por la Policía
Esa intervención se produjo a principios de este mes. Los policías encontraron de nuevo la casa en un estado lamentable, eso sí, ya sin la presencia de la bebé. En el móvil de la madre, en concreto a través de Telegram, comprobaron que recibía y distribuía material pedófilo. La joven desconocía las agresiones sexuales que sufría su hija y montó en cólera al conocerlas.
Los investigadores sospechan que el hombre tras ser detenido usó el teléfono de su pareja para volver a distribuir material pedófilo. También lo hacía mediante la aplicación de Discord. Los vídeos que compartía eran realmente violentos, según estas mismas fuentes. Superaban el centenar. La mujer sí que conocía las 'aficiones' de su pareja aunque el hombre defendió que no.
Rompió un móvil por la "ira" hacia su enfermedad
"El panorama que tenía era complejo. Sabía que tenía esa enfermedad mental y que le atraían ese tipo de imágenes y no podía evitarlo", explican estas fuentes. Era tal su ira por su pedofilia que rompió unos de sus dispositivos móviles, que encontraron los agentes en su casa, porque sentía frustración por su situación.
Compartía imágenes "muy desagradables". Tiene el perfil de uno de estos pederastas que no cambia porque necesita este material en su vida. Después de las investigaciones policiales ya ha ingresado en prisión provisional. La mujer se encuentra fuera pero no ha recuperado la custodia de su bebé.