El 3 de octubre de 2017, el Rey Felipe VI se dirigió a la Nación para evidenciar el compromiso del Estado de derecho con la legalidad constitucional tras la intentona golpista protagonizada en Cataluña por los dirigentes de la Generalitat. Fue un punto de inflexión para restituir la normalidad democrática en unas jornadas de extraordinaria convulsión para España