William B.V. pasaba los días en la plaza que estaba frente a su casa en la calle Angosta en el distrito madrileño de Villaverde. Acababa de cumplir 15 años y estudiaba bachillerato en un instituto cercano. "Soñaba con ser ingeniero para ayudar a su madre", explica a Vozpópuli su abuelo Ramón. Ayer por la noche este menor murió tiroteado en una nueva venganza de bandas latinas en la capital.
Este adolescente supuestamente pertenecía a la bandas de los Trinitarios y estaba "marcado" por los miembros de los Dominican Don't Play (DDP). Este domingo uno de estos pandilleros acabó con su vida con una pistola e hirió de gravedad a uno de sus amigos de 21 años. Fue una "venganza o un ajuste de cuentas", según los datos ofrecidos por la delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González.
El suceso tuvo lugar en torno a la 23.15 horas del domingo en un parque infantil ubicado en la calle de Angosta. William estaba junto a su amigo en un banco dentro del parque cuando otro joven se acercó y, sin mediar palabra, descargó el cargador de una pistola contra ellos. El joven salió corriendo del lugar y las detonaciones llamaron la atención de los vecinos. El acompañante de William, que reside en Fuenlabrada, intentó salir corriendo pero fue tiroteado en una calle próxima.
La Policía Nacional ha tomado declaración a cuatro testigos del ataque. También revisan las cámaras de seguridad cercanas para identificar al agresor. Algunos de los testigos manifestaron que antes del suceso vieron dar varias vueltas a un coche sospechoso por la zona.
Según la descripción de los testigos, el autor es un joven latino que mide 1,60 centímetros y vestía con sudadera azul y gorra de color rojo. Iba encapuchado y calzaba unas zapatillas rojas. La pistola con la que se efectuó el ataque fue localizada en las inmediaciones por los agentes de la Policía Nacional. Por el momento no se han producido detenciones Huyó en dirección a la estación de Metro de San Cristóbal.
Asesinado delante de su casa
William vivía frente al lugar donde fue asesinado en el piso tercero del número 4 de la calle Angosta. En este lugar, hoy se han concentrado numerosos familiares y amigos. Han levantado un altar con velas y han realizado oraciones por su recuerdo. Todos reclamaban justicia. "La mejor persona que he conocido", dice entre sollozos una de sus mejores amigas.
Este menor, "muy educado y tranquilo", estudiaba bachillerato en un instituto cercano y soñaba con ser ingeniero para ayudar a su madre, según su abuelo. Sus familiares no se explican su muerte, sus allegados están "totalmente destrozados". No creen que estaba relacionado con bandas, un dato que ha sido rechazado por las fuerzas de seguridad. La familia de William llegó a España hace casi veinte años desde la República Dominicana. El joven asesinado nació en nuestro país.
Sexto asesinato de bandas en Madrid en 2022
La Policía Nacional se ha hecho cargo de la investigación. En caso de confirmarse el asesinato de William como un crimen de bandas latinas, sería el sexto asesinato de estos grupos en lo que llevamos de año en la Comunidad de Madrid.
El último crimen de las bandas se produjo a principios de octubre en una discoteca de Fuenlabrada. El joven dominicano Sailen Huraldo Mesa Reyes, de 21 años, fue tiroteado a la salida del establecimiento de ocio nocturno. La Policía Nacional busca a los autores de los disparos.
ConTroll
La Comunidad de Madrid necesita herramientas judiciales y policiales para desarticular y eliminar a las bandas criminales, el Gobierno de España está interesado en su desarrollo para deteriorar la imagen de la capital de España pues no en vano está a las órdenes de la corrupción criminal catalanista corrupta del tres por ciento. Madrid necesita una competencias que cubran sus necesidades, es decir, Policía Autónoma y autonomía judicial. El Estado Español trabaja contra España y contra la libertad y prosperidad de sus ciudadanos.
alvaro
Para estos casos sí que se debería cambiar el código penal o acabaremos como en cualquier ciudad de en centro y sudamérica, acogotados por la violencia extrema y la falta de respeto absoluto por la vida humana. Pero claro, el gobierno está a eliminar la sedición y rebajar penas o acomodar el tipo penal de la malversación para ayudar a sus amigos los separatistas. Mientras tanto el problema de las bandas crece ante la mirada pasiva y distraída de la delegación del gobierno de Madrid, que íntimamente celebra cada caso de violencia pandillera con el fin de endosarle la culpa a la Comunidad de Madrid.