Jarro de agua fría a la éxitosa investigación de las mafias chinas. La Sección tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha dictado este jueves un auto por el que ordena al magistrado Fernando Andreu que ponga en libertad de manera "inmediata" a Kay Yang, uno de los principales imputados de la Operación Emperador. La decisión judicial considera que Andreu contabilizó erróneamente los plazos de detención del presunto integrante de la mafia china, que fue arrestado el 16 de octubre, pero cuyo auto de prisión incondicional no se dictó hasta cuatro días después, más allá del límite de 72 horas de detención preventiva previstas por la ley.
El auto, según confirmaron a Vozpópuli fuentes cercanas a la investigación, afecta a otros 24 arrestados en aquella operación, entre ellos el presunto cabecilla de la red, el empresario chino Gao Ping, su esposa y el supuesta jefe del grupo de sicarios, Haibo Li. Solo es necesario que sus abogados recurran con el mismo argumento utilizado por la defensa de Yang los autos de prisión contra sus clientes, algo que algunos se apresuraron ayer a anunciar que harán en las próximas horas.
La tribunal recuerda al juez Andreu que puede ahora dictar nuevas medidas para evitar una fuga, pero nunca el envío a prisión
El auto de los tres magistrados de la Audiencia Nacional, que declara la "nulidad absoluta e insubsanable" del auto de prisión, asegura que el juez Andreu cometió un error de interpretación de la doctrina constitucional al considerar que la puesta a disposición judicial de los detenidos no se produjo en el momento de su detención, sino cuando así lo dispuso el propio juzgado de Instrucción por auto del día 18. Andreu consideró que hasta entonces, los arrestados estaban bajo la figura de "detención policial" y que el plazo de las 72 horas no empezó a correr hasta que pasaron a estar bajo "detención judicial" ese día. Por lo tanto, cuando dictó el auto de prisión provisional el 20 de octubre, Kay Yang, Gao Ping y los otros 23 arrestados estaban aún dentro del plazo de 72 horas fijados por la ley.
Sin embargo, la Sección Tercera de la Sala de lo Penal del tribunal considera "fuera de toda duda" que los arrestados estuvieron bajo la figura de la "detención judicial" desde el mismo momento de su captura por parte de la Policía el 16 de octubre y que, por tanto, no hubo en ningún momento "detención policial". Según los magistrados que han redactado el auto, este hecho queda en evidencia "al no practicarse por la policía actuación alguna una vez concluidos los registros en domicilio y empresa" de Kay Yang.
"Privado ilegalmente de libertad"
Por ello, la decisión judicial entienden que la interpretación que hizo Andreu fue "errónea" aunque este presunto mafioso y los otros detenidos que superaron el plazo de las 72 horas permaneciesen en dependencias policiales a la espera de que se les tomara declaración en la sede judicial. El auto concluye que a Yang se le debió comunicar su ingreso en prisión "antes de las 6 horas del día 19 de octubre", y no cuando se produjo, un día más tarde. Por ello concluye que "se vió privado ilegamente de libertad". No obstante, el tribunal recuerdan que el juez Andreu puede ahora adoptar nuevas medidas para asegurar que no se fugan mientras continúa la investigación, aunque esas medidas no podrán ser el envío a prisión.
Fuentes cercanas a la investigación criticaban ayer a este diario la decisión de la Audiencia Nacional, que califican de "curiosa interpretación" de la ley y niegan que se haya producido un error judicial. Estas mismas fuentes resaltan que la decisión de Andreu de prolongar, de común acuerdo con la Fiscalía Anticorrupción, el arresto policial más allá de las 72 horas tenía como objeto garantizar que los arrestados no ingresaran en prisión sin prestar declaración. En este sentido, estas fuentes recuerdan que en la Operación Emperador hubo más de 80 detenidos y fue materialmente imposible tomar declaración a todos en sólo tres días. "Para estos casos se contempla, precisamente, la prórroga de la detención", añaden. Sin embargo, los tres magistrados autores del auto de hoy consideran este detalle irrelevante.