La tradicional parada militar que se celebra anualmente en la Puerta del Sol con motivo de las fiestas del Dos de Mayo se ha visto sorprendida este miércoles por los pitidos y los gritos de un grupo de manifestantes que han acudido hasta el 'kilómetro cero' para protestar por la sentencia del juicio a 'La Manada' y que condena a los cinco jóvenes por abuso sexual a una madrileña y no por agresión sexual, como pedía la acusación.
Pasadas las 12 horas, hasta la misma Puerta del Sol, ha acudido un numeroso grupo de personas ataviadas de color morado y con carteles, que se han podido colocar tras el graderío situado para el público en general que quería seguir el desfile presidido por el presidente en funciones, Ángel Garrido.
Junto a Garrido se han situado la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal; la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena; la delegada de Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa; y la presidenta de la Asamblea de Madrid, Paloma Adrados.
Aunque suele ser un acto en el que reina el silencio mientras se escuchan los tambores y las cornetas, las protestas y el ruido de cacerolas de los manifestantes han roto el momento, a la vez que se podía escuchar "vergüenza", "fuera" y otros gritos de rechazo al fallo judicial como el popular "Yo sí te creo", en apoyo a la víctima de la que consideran una violación grupal en las fiestas de los Sanfermines.
En el patio central de la Real Casa de Correos, tras el discurso de Garrido y la entrega de medallas, se han llegado a escuchar los gritos de fuera mientras los asistentes, al principio, desconocedores de lo que estaba pasando, se miraban perplejos.
El acto cívico militar ha tenido lugar frente a la fachada de la Real Casa de Correos, que incluye la parada militar, la rendición de Honores parlamentarios, la Revista a la Fuera y el acto de Homenaje a los que dieron su vida por España.