"Me cuesta creer que sea necesaria una repetición electoral". Estas palabras, pronunciadas por Alfonso Fernández Mañueco en una entrevista a Vozpópuli antes de las elecciones del 13-F, se han convertido ahora casi en un mantra para el dirigente popular. Con el partido en caída en las encuestas tras dos semanas de guerra en el PP, la opción de volver a las urnas está totalmente descartada y ya se empieza a asumir un gobierno con Vox como un mal menor que, además, no podrá 'imputarse' a Alberto Núñez Feijóo.
El futuro presidente nacional del PP fue especialmente duro con la formación de Abascal en sus primeras entrevistas concedidas ayer como candidato. Feijóo habló de "partido populista" que "cuestiona las instituciones de nuestro país" y aseguró que Vox "no es el PP de ahora, ni de antes, ni de nunca", a pesar de reconocer que buena parte del electorado popular se haya ido a ese partido.
Sin embargo, y a pesar de esas declaraciones, Alfonso Fernández Mañueco tiene vía libre para negociar con Vox y blindar su reelección como presidente de Castilla y León. Según confirman a Vozpópuli desde el PP regional, las negociaciones con los de Abascal "siguen abiertas", aunque tampoco se descarta un pacto alternativo con Soria YA y Unión del Pueblo Leonés (UPL).
Las cuentas de Mañueco
Las fuentes consultadas admiten que, en los días posteriores al 13-F, y pese a los mensajes que salían desde Génova, "a nivel autonómico solo se veía posible un pacto con Vox y en eso se empezó a trabajar". No obstante, en plena guerra abierta en el PP, llegó una sorpresa inesperada: "Cuando Soria YA ofreció su apoyo sin condiciones, empezamos a contemplar otros escenarios".
El objetivo de Casado y de Mañueco al convocar las elecciones era lograr un resultado similar al de Ayuso en Madrid para forzar a Vox a dar respaldo al PP sin exigir su entrada en el gobierno. Esa posibilidad pareció cerrarse el 13 de febrero tras unos resultados que no fueron los que se esperaban en diciembre. No obstante, "con el apoyo de Soria YA todo puede cambiar".
En el PP recuerdan que, con los tres votos favorables de esta formación, "solo necesitaríamos sumar a los tres procuradores de UPL para que la investidura fuera posible con la abstención de Vox". Una suma que la antigua dirección nacional del partido, con Casado y García Egea, vio posible desde el primer momento pero que no se acababa de ver del todo factible por parte de Mañueco.
El presidente en funciones de Castilla y León es consciente de que Vox ya ha advertido que no le hará presidente si no le incluye en su futuro gobierno. No obstante, va a buscar un pacto con Soria YA y UPL para ver cómo reaccionan los de Abascal: "Al existir una alternativa, pueden rebajar sus pretensiones", advierten desde el PP.
El lunes, día clave
Las mismas fuentes asumen, en todo caso, que no se va a poner en juego la gobernabilidad de Castilla y León y que si Vox no cede, "habrá que meterlos en el gobierno". En todo caso, añaden, "es posible que con menos consejerías, o menos potentes, de las que están exigiendo".
En todo caso, desde el PP de Castilla y León apuntan al lunes como un día clave para saber cuáles pueden ser los socios prioritarios de Mañueco de cara a la investidura y también la legislatura. El objetivo es que, para entonces, se hayan producido ya reuniones tanto con Vox, como con Soria YA y UPL. En función de las posiciones de cada uno, se tomará una decisión.
El acuerdo, en todo caso, no puede retrasarse mucho más, ya que el próximo jueves, 10 de marzo, tendrá lugar la sesión constitutiva de las Cortes regionales y los partidos deberán votar a los componentes de la Mesa, incluido el presidente. Desde el PP anticipan que, pese a las exigencias de Vox, "nosotros presidiremos la Cámara". El reparto del resto de sillones, eso sí, puede variar "en función de los acuerdos que alcancemos antes de esa fecha".
