PREGUNTA. Viene de reunirse en el Palacio de la Moncloa con el presidente del Gobierno. ¿Qué tal ha ido el encuentro?
RESPUESTA. Ha sido una reunión dentro del marco institucional donde le he podido hacer entrega de la agenda balear, de las reivindicaciones de mi comunidad autónoma. Pero no sólo [de las reivindicaciones] del Gobierno, sino también fruto de las reuniones previas con la sociedad civil, con agentes económicos y empresariales, que van desde financiación, inversiones, inmigración, economía, turismo... Es decir, los retos que afrontamos desde Baleares y para muchos de los cuales, evidentemente, necesitamos una mayor implicación del Gobierno de España.
P. ¿Cuál es la principal reivindicación que ha trasladado al presidente en este encuentro?
R. No sabría decirlo en términos de importancia, porque para mí todas tienen muchísima importancia. Sí que le he podido explicar el proceso de transformación de nuestro modelo económico –que estamos liderando desde el Govern con más de 140 instituciones– y en el que, como cuando ha habido procesos de transformación de otras regiones de España, se ha contado con la colaboración activa y con la financiación del Gobierno de España. Le he pedido una reforma de nuestro régimen especial para que sea también un régimen fiscal especial en materia de innovación, con desgravaciones en el Impuesto de Sociedades, porque queremos convertir las Islas Baleares no sólo en una comunidad turística –que somos reconocidos orgullosamente por ello y que vamos a seguir siendo–, sino también queremos apostar por una mayor diversificación que permita recuperar el poder adquisitivo, el PIB per cápita que ha ido perdiendo mi comunidad autónoma en los últimos años.
Después hemos hablado, evidentemente, de la inmigración irregular que llega a nuestras costas. Porque ya son más de 3.500 personas –y más de 400 menores no acompañados, con unos servicios de acogida de estos menores sobresaturados al 850% de ocupación– y el Gobierno de España no nos puede dejar solos en esto. No sólo le he pedido más recursos, sino un cambio sobre todo en la política migratoria, que es competencia exclusiva del Gobierno de España, un cambio en las relaciones bilaterales con Argelia –cuya ruptura de negociaciones ha hecho que se haya abierto una ruta consolidada Argelia-Baleares– y un cambio en la política internacional.
P. ¿Y cómo ha encontrado al presidente? ¿Cree que hay posibilidad de llegar a algún acuerdo con el Gobierno?
R. Yo le he visto receptivo. Tuvimos una reunión ya el mes de julio y, desde entonces, aprovechando la audiencia con Su Majestad el Rey, hasta ahora no hemos avanzado. Espero que esta reunión, ya mucho más concreta, ya con datos sobre la mesa, sirva no sólo para las buenas palabras, sino para avanzar en temas concretos como, por ejemplo, el convenio ferroviario. En las Islas Baleares el Gobierno de España no invierte en AVE, no invierte en trenes de alta velocidad, no invierte en autopistas. Pero sí que necesitamos una apuesta por el transporte público, algo que no había hecho el Gobierno de izquierdas anterior. Hemos presentado recientemente un proyecto ambicioso –que supone más de 600 millones de euros de inversión– y, evidentemente, necesitamos firmar otra vez un convenio ferroviario. Necesitamos que el Gobierno de España invierta en las infraestructuras de Baleares como hace en el conjunto del territorio.
Además, he podido aprovechar también para manifestarle una vez más el rechazo a la negociación bilateral con Cataluña. Un rechazo frontal no sólo del Gobierno de las Islas Baleares, sino también de los agentes económicos y sociales con los que me he podido reunir. Un rechazo a la independencia fiscal de Cataluña. Porque, si bien es verdad que perjudica al conjunto de las comunidades autónomas, las Islas Baleares, siendo comunidad aportadora neta al sistema de financiación –junto sólo con Madrid y Cataluña– es fácil entender que, si una de estas tres comunidades sale de la caja común, este regalo de la independencia fiscal lo acabarían pagando los ciudadanos de Baleares de sus bolsillos. Esto es algo que le he querido manifestar con toda la contundencia. También la convocatoria urgente de la Conferencia de Presidentes y del Consejo de Política Fiscal para que se abra el debate de la financiación. Porque estamos todos hablando mucho de financiación, pero la realidad es que el debate de la reforma del sistema de financiación –y hoy lo he vuelto a comprobar– se ha abierto sólo con Cataluña.
P. Las comunidades del PP han introducido, gracias al reglamento de la propia Conferencia de Presidentes, que se celebrará en Santander a principios de diciembre, la financiación como uno de los asuntos a abordar. ¿Confía en que pueda llegar a una solución?
R. Creo que es una responsabilidad del Gobierno. Es decir, nosotros lo hemos introducido en esa Conferencia de Presidentes, junto con temas como inmigración o la falta de profesionales sanitarios, pero la reforma del sistema de financiación es responsabilidad del Gobierno de España. Quien tiene la responsabilidad de presentarnos una propuesta de un sistema de financiación que lleva caducado más de diez años, y que tampoco ha sido beneficioso para mi comunidad autónoma, es el Gobierno de España. Yo no voy a caer en las trampas de que esto sea un enfrentamiento entre comunidades. Cada comunidad tiene que poder defender en este espacio multilateral sus reivindicaciones, como he hecho yo misma. He podido defender que tiene que tenerse en cuenta la insularidad que, a diferencia de Cataluña, sí es un elemento diferencial, y así consta en la Constitución Española. Basta coger un mapa de España. Pero si coges un mapa de España o la Constitución, no hay ningún hecho diferencial que justifique un trato específico y diferencial con Cataluña, más allá de que haya o no una legislatura o unos intereses puramente partidistas, que no de Estado.
También el tema de la población flotante. Somos una comunidad con poco más de 1.100.000-1.200.000 habitantes, pero recibimos cada año entre 18 y 19 millones de turistas, a los que tenemos que dar servicios. Necesitamos que esto se recoja también en este sistema de financiación. Somos un archipiélago con cuatro islas, lo que obliga a tener, por ejemplo, un hospital, al menos, en cada una de las islas, un instituto, unos centros sanitarios. Es decir, temas más allá de la población, provocados por la discontinuidad territorial. Una serie de reivindicaciones de esta España que se llena, de la que yo reclamo que también se oiga su voz. Porque hay una España que se vacía, a la que hay que prestarle toda la atención y la ayuda, pero también hay una España que se llena, con un crecimiento demográfico que tensiona nuestros servicios públicos.
P. Le quería preguntar por Francina Armengol, su predecesora en el cargo como presidenta de las Islas Baleares. ¿Cuál cree que es su responsabilidad en el caso Koldo?
R. Lo primero, contar la verdad. Y aquello que se intentó ocultar de que no se sabía quién hablaba con Koldo. El contacto directo y quien abre las puertas en Baleares de esta presunta trama corrupta vinculada al Partido Socialista, gracias a los últimos informes de la UCO, ha quedado perfectamente demostrado. Es nada más y nada menos que Francina Armengol. Pero no sólo le abre las puertas, sino que lo hace con un trato de una cariñosidad, que si se me permite...
P. "Cariño", le decía.
R. Creo que demuestra un trato frecuente y una relación de cercanía con el cabecilla de esta presunta trama corrupta, que no es el caso Koldo, sino que es el caso Partido Socialista. También hemos descubierto que no son sólo casi estos casi cuatro millones de mascarillas que dejaron caducar, que no reclamaron, que ocultaron que había ya una investigación abierta por la UCO, que siguen en un almacén, que eran falsas, que no servían para el uso por el que se habían comprado; sino que hemos tenido conocimiento de que ha habido más contratos con más empresas relacionadas con esta trama del PSOE. Nosotros estamos ahora –a parte de con la reclamación y la declaración avalada por el Consejo Consultivo de la nulidad del contrato de las mascarillas, ya que jamás se debería haber celebrado este contrato– con la reclamación de la totalidad del contrato. Yo no voy a regalar ni un euro a una presunta trama corrupta del PSOE.
Pero como hemos sabido que hay más empresas vinculadas que también, gracias a Francina Armengol, operaron en Baleares, estamos auditando todos aquellos contratos por encima de los 100.000 euros. Estamos en estos momentos por cinco millones de euros que, gracias a los whatsapps directos de Francina Armengol con Koldo, sabemos que se robaron del dinero de los ciudadanos de Baleares. A parte de la relación de cercanía, hay otra cosa que queda patente: es ese "te mantendré informada de todo". Evidentemente, aquí había alguien que estaba informada de todo. Y a quien los cabecillas de esta presunta trama corrupta rendían cuentas e de todos sus movimientos, que es nada más y nada menos que la tercera autoridad del Estado.
P. ¿Habrá Presupuestos para 2025 en las Islas Baleares?
R. De momento tenemos un preacuerdo con Vox que ha permitido tener ya techo de gasto, el paso imprescindible para iniciar la tramitación formal de los Presupuestos. Seguimos hablando no sólo con Vox, sino con el resto de formaciones políticas, pero es verdad que Vox son los que han mostrado esta predisposición a negociar y a llegar a acuerdos. Vamos a seguir negociando, como he hecho siempre, desde la discreción máxima hasta que tengamos un acuerdo. Espero que no se bloqueen los Presupuestos del cambio por los que votaron los ciudadanos de Baleares.
P. También hay un problema en Baleares que tiene su eco en todo el territorio nacional: la posibilidad de poder elegir la lengua en los colegios. Según la plataforma Escuela para Todos, hay 130 colegios en Baleares donde no se ha incluido la casilla para la lengua. ¿Le parece normal que haya alumnos en España que no puedan estudiar en castellano?
R. En Baleares todos los alumnos en primera infancia han podido escoger la lengua de enseñanza. Es verdad que hubo algunos problemas. Es el primer año que se cumple la ley en este sentido, que se da la libertad a los padres, y hay que respetarlo. Yo defiendo la libertad siempre, por encima de todos: de los que han elegido como lengua vehicular de lectoescritura el catalán, que han sido la inmensa mayoría; y de los que han elegido el español. Hubo algunos problemas al principio con la matrícula, que fueron solucionados por inspección educativa. Pero, como digo, por primera vez en Baleares se ha podido cumplir la ley y los padres han podido elegir.
P. Vayamos a la arena nacional, con las dos máximas figuras de su partido. Quería preguntarle primero por la oposición que lidera Alberto Núñez Feijóo. ¿Cómo lo ve?
R. Veo una oposición no sólo contundente en el control al Gobierno, sino, sobre todo, una oposición que es alternativa. Y, por eso, frente a los que están en la campaña del barro, frente a los que están acechados por los casos de corrupción que apuntan directamente a Moncloa y a varios ministerios, veo a un partido que habla de los problemas de los ciudadanos y que ha presentado una Ley de Conciliación –también a imagen y semejanza de la ley que hemos aprobado ya en Consejo de Gobierno y que está a punto de ser aprobada por el Parlamento de Baleares–, de corresponsabilidad. La conciliación, sin ninguna duda, es un tema que preocupa a la inmensa mayoría de familias españolas, y por eso el PP está en la conciliación. La otra ley en la que está trabajando el PP es una Ley de Vivienda –también muy en consonancia con las políticas de vivienda que estamos aplicando en Baleares– que representa el principal problema de los ciudadanos españoles.
P. La otra figura a la que me refería era Isabel Díaz Ayuso, que hoy debería de haber acudido al Palacio de la Moncloa. Fue el propio Feijóo hace un mes en una entrevista en El Mundo quien dijo que no hacerlo le parecería un "error". ¿Cómo lo considera usted?
R. Creo que hay que respetar las circunstancias que tiene cada presidente o cada presidenta como, evidentemente, hay que respetar que las circunstancias sean distintas entre unos y otros. La campaña de acoso y derribo, de Inquisición sin tregua contra Isabel Díaz Ayuso y contra todo su entorno, que lleva padeciendo hace mucho tiempo y que se ha venido recrudeciendo estas últimas semanas, nos tiene que hacer capaces de ponernos en la piel de Isabel Díaz Ayuso. De entender esta decisión que ella ha tomado, insisto, con unas circunstancias particulares de confrontación política y más allá de la política. Porque hay muchas cosas que poco tienen que ver con la política, y que van con el enfrentamiento personal y con la voluntad de derribar a la presidenta que tiene mayoría absoluta en la Comunidad de Madrid, a la que yo entiendo perfectamente.
P. Hay un verbo que ha evitado Génova: respaldar. Nos han dicho que entienden la postura de Ayuso, pero han evitado esa frontera semántica del verbo respaldar. No sé si usted sí respalda a Ayuso en su decisión.
R. Creo que entender es respaldar, que entender es ser capaces de ponernos en la piel del otro. Como digo, mis circunstancias son distintas. Por eso yo, como representante ordinaria del Estado en Baleares, he decidido acudir a la reunión con Pedro Sánchez para poderle no sólo reivindicar los intereses de los ciudadanos de Baleares, que es mi mayor responsabilidad, independientemente de su color político, sino también poder decirle a la cara aquello en lo que nos oponemos frontalmente y no estamos de acuerdo. Por ejemplo, con la limitación de los precios de alquiler de la Ley de Vivienda, que han supuesto amenazas por parte del Ministerio de Vivienda a las diferentes comunidades autónomas. Pero, insisto, yo no tengo unos ministros que de manera orquestada, coordinada, salgan cada mañana de sus casas, de sus ministerios, para insultarme, para insultar a mi familia, para intentar minar mi moral y acabar conmigo. Insisto que las circunstancias son diferentes y por eso los posicionamientos son diferentes.
