Sólo Albert Rivera hizo una referencia crítica a la actitud del presidente del Gobierno en funciones, que se empeñó en no modificar su agenda de trabajo tras el espanto que conmociona a Europa. "Todos los líderes políticos deberían centrarse en los atentados. Deben volcar sus esfuerzos en coordinar actuaciones e informar a la población", dijo en el Congreso. Nadie siguió esa línea. No hubo reproche alguno a la actitud de Mariano Rajoy, que se ha empeñado en mantener su agenda para trasladar la imagen de que los terroristas no condicionan la normalidad de una democracia. Carlos Floriano respondió a este reproche con una invocación a dejar de lado los intereses partidistas y señaló que "confrontar en estos momentos con el señor Rivera es exactamente lo contrario de lo que se debe hacer". El número dos del grupo parlamentario del PP añadía, en declaraciones a esRadio, que "no debemos reprocharnos absolutamente nada los unos a los otros" en estos momentos.
Ciudadanos mantiene desde hace semanas una actitud de ataque frontal hacia Rajoy. Ya en el debate de Investidura, Albert Rivera animó a la militancia del PP a sublevarse contra su líder y promover un relevo en la cúpula de la formación, para así abordar en serio la necesaria regeneración de nuestro país. No desprecia Rivera ocasión alguna para lanzar algún mandoble dialéctico contra el presidente del Gobierno. La respuesta desde el PP es poner en evidencia al partido naranja por su acuerdo con el PSOE, que corre el riesgo de convertirse en papel mojado si, tal y como parece, Sánchez se inclina hacia las filas de Podemos para lograr su investidura.
Podemos, el partido 'observador'
La respuesta de la clase política española a los sangrientos episodios de Bruselas ha sido, en líneas generales, de unidad y de cohesión frente a la amenaza del terrorismo islamista. Tan sólo se deslizó Ciudadanos con ese reproche a la reacción del jefe del Ejecutivo en funciones y una crítica mucho más contundente contra el Gobierno por permitir que Podemos asista a la reunión del Pacto Antiyihadista en calidad de 'observador', como ya hizo en una oportunidad anterior. "A una reunión contra el terrorismo no se va a observar, se va a combatirlo sin complejos, todos unidos. Pero al Gobierno le parece bien...", escribió en un tuit Fernando Páramo, responsable de Comunicación del partido naranja.
Mientras varios de sus homólogos europeos, como Hollande en Paris o Renzi en Roma, convocaban a sus gabinetes de crisis para estudiar y planificar la reacción al cruel episodio del terror, Rajoy era informado de la reunión de la Mesa de Evaluación de la Amenaza Terrorista, convocada por el titular de Interior. No se tenía previsto celebrar una reunión del Consejo de Seguridad Nacional, como sí ocurrió el pasado noviembre tras la masacre de más de cien personas en una discoteca y dos bares de París.
El presidente del Gobierno en funciones reaccionó al zarpazo de Bruselas con un par de tuits de condolencias dirigidas al gobierno y al pueblo belga y en defensa de los valores democráticos frente al terror. Telefoneó a Pedro Sánchez para mantenerle al tanto de las informaciones que le iban llegando y le adelantó la celebración de una sesión del Pacto Antiterrorista, suscrito hace meses entre PP y PSOE y al que se han adherido la mayor parte de los grupos parlamentarios.
Intervino también el presidente en funciones en algunos informativos de radio y televisión con unas palabras de firmeza y serenidad y, ya en la tarde del martes, desde Ayamonte, localidad próxima a su lugar de vacaciones, pronunció un mensaje institucional en sustitución del acto de partido que tenía previsto.
Encuentro en Cataluña
La agenda del presidente no está demasiado colmada estas semanas de bloqueo institucional y de Gobierno en funciones. Este miércoles mantiene su desplazamiento a Barcelona para asistir a los actos en conmemoración del primer aniversario del accidente del avión de la compañía Germanwings, en el que perdieron la vida 140 personas, muchos de ellos de nacionalidad española.
En la sala de la T2 del aeropuerto de El Prat, Rajoy coincidirá con Carles Puigdemont, presidente de la Generalitat, con quien no está previsto que mantenga algún tipo de encuentro. El Govern ha lanzado una intensa andanada de críticas a Rajoy por no haber transmitido su pésame tras el accidente del autocar en el que perdieron la vida 13 jóvenes estudiantes de Erasmus ocurrido en la comarca del Montsiá. La comunicación entre ambos mandatarios no existe. Pese a que Rajoy se mostró dispuesto a recibir al dirigente catalán en una broma radiofónica de enorme repercusión, ese paso no se ha concretado. En Moncloa no se ha recibido petición alguna para fijar una fecha a la entrevista, se esgrime como todo argumento.