Mariano Rajoy se ha reunido hoy con sus diputados para reiterar que "es falso lo que se está diciendo estos días" en clara alusión a los papeles de Bárcenas y la supuesta contabilidad paralela del PP. Por supuesto no ha citado el nombre de su antiguo tesorero, pero ha reclamado a los suyos coraje y determinación ante unos tiempos que ha calificado de "difíciles" en los que no hay que "entrar en juegos ni enredos".
No ha querido soslayar la cuestión de la regeneración democrática al afirmar que "no estoy dispuesto a aceptar que somos un partido que no quiere acabar con la corrupción". De hecho, y a pesar de estar acorralado por sospechas de corruptelas, ha agregado que "somos el único partido que hemos tomado medidas para dificultar la corrupción", en alusión a la reforma de la Ley de Fianciación de Partidos, que se aprobó el año pasado, o a la responsabilidad penal de las formaciones políticas.
A juicio del inquilino de la Moncloa "la actitud del PSOE es incomprensible" y se ha preguntado qué va a hacer Rubalcaba hasta 2015, cuando tocan las próximas elecciones generales, que ha sido una forma sutil de responderle que no tiene ninguna intención de abandonar, tal y como le ha pedido el líder del PSOE desde la tribuna del Congreso esta mañana. Pero para llegar a ese 2015 Rajoy necesita que los suyos trabajen "con coraje y determinación para superar esto". Ha pedido a su grupo parlamentario que siga haciendo de soporte a la acción del Gobierno, garantizando la existencia "de una mayoría decidida a mantener la estabilidad". "No voy a entrar en la dinámica de generar más tensión y este ambiente no es el mejor para el país", ha lamentado, pero "hemos pasado por tiempos difíciles y somos un partido fuerte".
Por su parte, el portavoz del Grupo Popular, Alfonso Alonso, que ha tomado la palabra en la misma reunión, ha pedido a los parlamentarios que en este momento "es más importante que nunca que todos estéis a pie de calle hablando con la gente en un momento en que los ciudadanos tienen dudas sobre sus representantes".