Es tiempo de balance y por eso Mariano Rajoy comparecerá el día 28 ante los medios de comunicación tras la reunión del Consejo de Ministros para dar cuenta de su primer y convulso año al frente del Ejecutivo. Pero ayer ya se vivió un avance de lo que será ese resumen porque durante la copa de Navidad que el Gobierno ofreció a la prensa el mensaje parecía casi unívoco entre los ministros: vender optimismo, moderado, pero optimismo, de cara a 2013.
Actualmente los distintos departamentos están trabajando en un informe de su ejecutoria en estos casi doce meses de gobierno para presentárselo a Rajoy. Se trata de poner el acento en el abultado paquete de reformas que se ha ido aprobando a lo largo de 2012, así como en los capítulos que van bien ahora y seguirán así en el horizonte del año que viene. En eso se emplearon los representantes del gabinete ministerial que acudieron ayer a Moncloa. Además, del "anfitrión", Mariano Rajoy, y la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, estaban los titulares de Economía y de Hacienda, Luis de Guindos y Cristóbal Montoro, respectivamente; de Empleo, Fátima Báñez; de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón; de Industria, José Manuel Soria; de Educación, José Ignacio Wert, y de Sanidad, Ana Mato.
A pesar de las dificultades y de las fuertes polémicas que tienen a ministros como Gallardón o Wert en el ojo del huracán, la idea central es que 2013 será el año de la recuperación, al menos en su segundo semestre, aunque ya habrá signos inequívocos a partir de mes de enero que se reflejarán, por ejemplo, en la Bolsa. Además, en este último trimestre de este año "la marca España ha subido varios enteros", entre otras cosas porque la posición de nuestro país se ha visualizado bien en Europa aunque "la decisión de Rajoy ha sido no sacar pecho y dejar el protagonismo a otros actores internacionales como el presidente del ejecutivo italiano", Mario Monti, según fuentes próximas al presidente del Gobierno. Con el mismo empeño muchos ministros vendían las excelencias así como la buena salud de nuestras exportaciones y eso en un escenario en que prevén que las cosas le pueden ir un poco peor a los países del norte de Europa, "pero mejor a los periféricos", según analizaba uno de los ministros que asegura ver buenas perspectivas en exportaciones a Iberomérica y Asia.
Las dos grandes reformas de 2013 serán la revisión del mapa competencial de las Administraciones y el delgazamiento del sector público. Además está pendiente la Ley de Emprendores
Hasta el Gobierno intentó exorcizar el fantasma del rescate a nuestra deuda soberana así como el debate en torno al cumplimiento del dérficit para este año, marcado por europa en un 6,3. Un destacado miembro del gabinete ministerial puso el acento en la proeza que supone en un año bajar del 9 por ciento al 7, dando por hecho que esa será la cifra final, pero además con el convencimiento de que no harán falta más vueltas de tuerca habida cuenta de que "se han hecho todas la reformas que nos pedían, ahora se necestia tiempo para que den resultados". El calendario de reformas estructurales para 2013 se centra en la revisión del mapa competencial de las Administraciones así como el adelgazamiento del sector público y en la Ley de emprendedores.
Precisamente, el presidente del Gobierno había pronunciado por la mañana un discurso en el seno de la reunión interparlamentaria de su partido, en el que defendió que, a la larga, 2012, "quedará como el año en que pusimos los cimientos de nuestra recuperación, unos pilares sin los cuales la economía española no podría ponerse en pie". Bajo el lema "un año impulsando reformas", defendió que 2013 será un año "complicado y difícil", pero también será el año "de la estabilización de nuestra economía. Un año --prosiguió-- que ya os digo terminará mejor que como va a empezar. Un año en que el que tendremos fundadas razones para la esperanza, la esperanza de trabajar con un horizonte de crecimiento y de creación de empleo para 2014".
Rajoy anunció que que en 2013 tendremos superávit comercial con la Unión Europea, que nuestras exportaciones "no parecen encontrar límites a su crecimiento", que los ingresos por turismo están en máximos históricos, que hasta la denostada reforma laboral ha permitido a las empresas ganar competitividad "a pasos agigantados" o que los capitales foráneos vuelven a interesarse en nosotros. "No se trata, y que nadie lo interprete así, de pecar de optimismo, nada más lejos ni de mi intención ni de la realidad. De lo que se trata es de ser justos con nosotros mismos y de recordar que los esfuerzos que está realizando la sociedad española no están cayendo en saco roto y que más pronto que tarde comenzarán a revertir en la economía real, en la doméstica y en la calle", agregó Rajoy para quien el año que viene "es calve en nuestra economía".