El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha mostrado muy didáctico durante su intervención ante el comité ejecutivo del partido que se reúne en Génova. El jefe del Ejecutivo se ha mostrado dispuesto a alcanzar algún acuerdo con el resto de las fuerzas políticas eso, sí, poniendo sobre la mesa una serie de condiciones previas ineludibles: "ni marcha atrás", "ni vuelta a las causas de la crisis", ni, por supuesto, nada que comprometa el control del déficit. Rajoy ha justificado además la subida de impuestos: "No queríamos, pero España estaba al borde del crack y era absolutamente necesario".
Con estas premisas parece poco menos que imposible cualquier pacto con el PSOE, al que ha criticado por pedir una política de mano tendida al tiempo que no ha apoyado ninguna medida presentada por el Gobierno. En este sentido, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha explicado al término de la reunión que "el PSOE tiene todavía la posibilidad de ayudar con las reformas como la de sostenibilidad de las pensiones". En este mismo sentido, e interrogada Cospedal por la presencia del PSC en la cumbre que hoy se celebra en Cataluña por el derecho a decidir, ha comentado que "no es fácil llegar a pactos con un partido que hoy estará en esa cumbre. Es muy complicado ya que, como mínimo, parece que no tiene consenso interno sobre el modelo de Estado".
En una cita en la que tenía que intentar tranquilizar a sus barones, inquietos por lo que entienden como escasos resultados de la política del gobierno, ha insistido en la necesidad de abordar la reforma de las administraciones públicas. Mientras que respecto a Cataluña, ha insistido en que lo que hay que aplicar es "legalidad, legalidad y legalidad".
Rajoy también ha defendido su subida de impuestos reiterando el argumento de que "no queríamos, pero España estaba al borde del crack y era absolutamente necesario incrementar los ingresos por dos vías, un recorte del gasto de 20.000 millones de euros y un incremento de los impuestos por valor de 2.000. Cuando el gobierno pueda, los bajará, pero la prioridad era evitar una intervención" de la economía española. Es de suponer que en 2015 se eliminará la subida de impuestos.
Una de las intervenciones más esperadas era la de la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, que ha alabado la intervención de Rajoy porque "hoy se entiende todo" respecto a las explicaciones que ha dado éste sobre su gestión. Crítica con la subida de impuestos y por el retraso de la reforma de la administración, hoy ha estado más contemporizadora con los suyos aunque ha insistido en la necesidad de bajar los impuestos "cuando se pueda".
Esperanza Aguirre ha alabado la intervención de Rajoy porque "hoy se entiende todo", en alusión a su gestión
Desde el Gobierno, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, dio la "bienvenida" a posiciones como la de Aguirre porque, a su juicio, respaldan decisiones y reformas del Ejecutivo que ya están en marcha, como la propia reforma de la administración.
La presidenta del PP de Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, y su homólogo en el País Vasco, Antonio Basagoiti, han defendido al jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, por las medidas económicas que está adoptando. Sánchez Camacho y Basagoiti han expresado ese respaldo a Rajoy en declaraciones a los periodistas a su llegada a la reunión del Comité Ejecutivo Nacional del PP en el que el presidente del Gobierno informa del Plan Nacional de Reformas y del Programa de Estabilidad enviados a Bruselas.
Por otro lado, la secretaria general del PP no ha querido manifestarse sobre las críticas que ha formulado el portavoz adjunto popular en el Congreso, Rafael Hernando, respecto a la pretensión del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardon de eliminar de la ley del aborto el supuesto de malformación del feto. Cospedal se ha escudado en que el Gobieno no ha presentado ningún texto aunque Vozpópuli ya señaló cómo Gallardon intenta satisfacer a los sectores más conservadores del partido.
