Evitar las críticas a Albert Rivera es una de las instrucciones que emanan últimamente desde Moncloa. El PP está pendiente de cerrar pactos de importancia, tanto en Madrid como en Rioja o Murcia. No hay que meter el dedo en el ojo, comentan fuentes del partido donde consideran de alto riesgo los próximos días.
Rajoy siguió en su línea de arremeter contra el PSOE, al que quiere emplazarle en el rincón de la izquierda extrema
Rivera está crecido tras el acuerdo a dos bandas en Madrid y Andalucía. Tanto que él mismo salió en la mañana del miércoles en rueda de prensa a transmitir las novedades. No ha querido desaprovechar ese tanto, que transmite la imagen de que es Ciudadanos quien está controlando la manija de los pactos importantes, pese a ser el partido menos votado de los cuatro grandes. Podemos se conforma con dos piezas de caza mayor, los ayuntamientos de Madrid y Barcelona, donde se presentó camuflado con otros grupos.
Distintos niveles de exigencia
Mientras el partido anda enredado en los cambios que acaricia el presidente del Gobierno desde el 24-M, los dirigentes territoriales proceden a las negociaciones correspondientes para entablar acuerdos que les permita mantenerse en el poder. Rajoy eludió este miércoles toda crítica al apoyo de Ciudadanos a la investidura de Susana Díaz, pese a que el nivel de exigencia del equipo de Rivera para con la 'lideresa' andaluza fue bastante más débil que el que ha esgrimido con el PP en la Comunidad de Madrid. Cristina Cifuentes lo ha subrayado en las últimas horas, con suavidad, eso sí. También lo ha subrayado Moreno Bonilla, el líder del PP andaluz, quien además ha vaticinado apenas un par de años de vida al Ejecutivo socialista en Andalucía.
El presidente del Gobierno, desde Bruselas, siguió en su línea de arremeter contra el PSOE, al que quiere emplazarle en el rincón de la izquierda extrema. Recordó el presidente del Gobierno que sería bueno respetar al candidato más votado y recordó, por ejemplo, que el PSOE debería aplicar el mismo criterio en la Junta de Andalucía y en ayuntamientos de esa región como Cádiz, Sevilla, Marbella o Córdoba, donde ganó el PP pero puede verse despojado del gobierno local a causa de acuerdos del PSOE con Podemos.
Rivera es, por ahora, intocable. Quedan aún seis meses de campaña electoral hasta las generales para poner las cosas en su sitio
Pedro Sánchez pactó este miércoles con Cayo Lara casi tres centenares de ciudades y municipios para evitar que gobierne el PP. Esta es la línea de la crítica de Rajoy, alejada de reproche alguno de Ciudadanos, no sólo por lo que está aún pendiente sino para no transmitir la imagen de que el PP le debe el Gobierno a un partido al que se le ha estado cubriendo de críticas. Rivera es, por ahora, intocable. Quedan aún seis meses de campaña electoral hasta las generales para poner las cosas en su sitio. También insistió Rajoy en que no acortará la legislatura, algo que siempre ha mantenido pese a versiones que circulan por el Gobierno, y sostuvo su voluntad de seguir empeñado en la línea de la recuperación económica, a fin de que regrese buena parte del voto perdido en las últimas elecciones.
El Ejecutivo, a todo esto, sigue en la inopia sobre los cambios que rumia el presidente. Incluso algunos miembros del Gobierno de relación estrecha y casi diaria con el presidente, confiesan en privado que nada se les ha dicho y que no saben por dónde irán los tiros. El lugar común y el rumor más recurrente es el relevo de funciones en la portavocía, que dejaría de ser responsabilidad de la vicepresidenta. Pero todo son elucubraciones, como la propia Sáenz de Santamaría se encarga de recordar cada día. Nadie sabe nada, si acaso Dolores Cospedal, que prepara también la reforma en la cúpula del partido. La semana próxima, probablemente.