Braulio Medel ya ha comunicado a sus futuros socios de Caja España-Duero otra de sus condiciones para proseguir con una fusión que camina permanentemente por el alambre. El presidente de Unicaja quiere reducir la plantilla de la futura entidad conjunta en un 20%, lo que implicaría la salida de 1.800 trabajadores. Así consta en el primer borrador de acuerdo laboral entre ambas entidades, según informan a Vozpópuli fuentes conocedoras del proceso.
Parte del proceso se realizaría a través de prejubilaciones. Este proceso afectaría especialmente en las salidas de Unicaja. En el caso de Caja España-Duero, el ERE llevado a cabo para la fusión entre las dos cajas castellanoleonesas apenas deja a trabajadores en edad de prejubilación. "Tememos que las salidas puedan venir por el camino de los despidos", explican un par de ex consejeros de la caja castellana.
Además, en esta propuesta inicial, Medel ha realizado un paquete muy restrictivo hacia los trabajadores de las cajas castellanoleonesas. Entre otras cosas, el presidente de Unicaja pretende recortar algunos beneficios sociales, como el seguro médico, y algunos aspectos de la antigüedad en los contratos de la plantilla de Caja España-Duero.
Después de seis meses de conversaciones, Unicaja y Caja España-Duero apenas han dado pasos para su fusión definitiva. De hecho, en las dos entidades reconocen que apenas existen sinergías entre los futuros socios. "Aún no conocemos el futuro plan de negocio de la entidad conjunta. De hecho, cada una de las entidades sigue tomando sus propias decisiones y funcionando de forma independiente sin que parezca que exista ese futuro en común", aseveran tanto desde Unicaja como en Caja España-Duero.
Fuentes en ambas entidades se muestran convencidas de que Medel quiere paralizar la fusión para poder aprovecharse de los cambios normativos que ya ha anunciado Mariano Rajoy. Desde la prevalencia de los convenios de empresa a los del sector hasta el diseño final de 'banco malo' para digerir los activos tóxicos inmobiliarios, con el que pretende sacar partido en la integración de las cajas castellanoleonesas.
A pesar de que en el acuerdo de integración, existía una cláusula que fijaba el 15 de diciembre como la fecha final de la fusión, esta cita se ha trasladado ahora hasta finales de enero o principios de febrero. "Incluso puede demorarse más porque Braulio quiere hacer una fusión más amplia con otra entidad", explican desde un despacho de Unicaja. Una opción que el Banco de España veta hasta que haya completado la integración con Caja España-Duero.