Metro de Madrid invertirá el próximo verano cerca de cuarenta millones de euros en renovar la Línea 1, la más antigua de la ciudad. Esta línea es la única que aún mantiene los túneles de ladrillo, lo que facilita la filtración de aguas que deteriora las instalaciones.
La obra exigirá el cierre de la línea alrededor de cuatro meses a seis meses, que coincidirán con los del verano y parte del otoño. La obra podría empezar en junio y terminar en noviembre. En un principio se pensaba hacer en dos tandas. La primera desde Cuatro Caminos hasta Antón Martín. La segunda será desde Antón Martín hasta Portazgo.
Todos los veranos Metro cierra tramos para reparar las líneas, pero nunca se ha realizado un proceso tan ambicioso como este
Durante los meses que se realicen las obras hay conversaciones entre la empresa y la EMT para que el servicio sea cubierto por autobuses municipales. En los últimos años todos los veranos Metro cierra algunos tramos para hacer reparaciones o remodelaciones de las líneas, pero nunca se ha realizado un proceso tan ambicioso como este.
Las inversiones más importantes irán destinadas a la catenaria fija donde se gastarán alrededor de 13 millones de euros, mientras que para la sustitución del ladrillo por hormigón se destinarán más de 22 millones. La sustitución del ladrillo por hormigón proyectado llevará incluido el saneamiento de los túneles que no han tenido una reforma seria prácticamente desde su inauguración en 1916.
La catenaria de hilo será sustituida por una rígida como está instalada ya en el resto de la red. Los sindicatos se han mostrado críticos no contra la reforma, pero sí contra el cierre de la línea por tanto tiempo. Teo Piñuela, representante de UGT, considera que la rehabilitación no debería implicar el cierre de meses como calcula la Consejería de Transportes.