La Policía Nacional ha detenido a dos miembros de los Dominican Don't Play por ordenar matar a un antiguo miembro de la banda rival de los Trinitarios, un camarero de una sidrería del centro de Madrid que pudo evitar los disparos hace un mes.
Se tratan de dos de los 66 detenidos en toda España, 19 integrantes de varios 'coros' de la banda en Madrid, tras realizarse 19 entradas y registros en la capital, Getafe, Pozuelo y Soria. La Policía ha asestado por primera vez en España un golpe contra una red de hackers conectada con la banda juvenil Dominican Don't Play (DDP), que utilizaba la financiación mediante delitos informáticos para costear la 'guerra' entre grupos rivales, adquirir armas, estupefacientes o hacer llegar dinero a sus miembros en prisión.
Los investigadores han podido acreditar que por parte de los integrantes de los DDP se utilizaba a menores para la realización de diversas actividades delictivas bajo la promesa de pertenecer o progresar en la banda. Les daban instrucciones para cometer desde ocupaciones de inmuebles, compra de estupefacientes, atracos, robos con fuerza, "vuelcos" hacia bandas rivales e inclusos asesinatos.
En este sentido, la Policía ha acreditado que dos integrantes de los DDP presuntamente ordenaron el intento de asesinato de un exmiembro de los trinitarios, grupo con el que tenían una venganza pendiente desde el 2009. El suceso ocurrió el pasado día 5 de junio, cuando dos jóvenes entraron en una sidrería 'El Tigre' de la calle Hortaleza y dispararon a un camarero que había pertenecido a los Trinitarios.
Uno de los arrestados ahora, además, obligó a los autores a mantener el teléfono encendido cuando estaban en el bar para poder escuchar en directo el desarrollo del encargo. Posteriormente se pudo detener a otro integrante de los DDP que también habría ordenado el asesinato. También han arrestado al autor material de los disparos. El mismo día fue apresado su compinche, un joven.
"DDP y Trinitarios están ahora mismo a la par", han reconocido los mandos policiales este miércoles en una rueda de prensa al hablar sobre la rivalidad entre bandas, ante la que han reforzado los medios para atajar este tipo de delincuencia.
Los hechos
Los hechos ocurrieron el 5 de junio las 13:10 horas. Dos jóvenes entraron encapuchados al local y descerrajaron dos disparos contra uno de los camareros, un hombre español de 32 años llamado Eduardo, que pudo refugiarse a tiempo en la barra y salvar su vida. Los casquillos de la bala quedaron incrustados en la pata de uno de los jamones que cuelgan en el restaurante. La escena provocó el pánico entre la decena de usuarios del local, que huyeron o se escondieron bajo las mesas.
Los agresores se marcharon a la carrera del lugar pero uno de ellos, español de 17 años, fue detenido en la cercana calle Augusto Figueroa por una pareja de agentes de Movilidad de Madrid, cuando el delincuente se estaba cambiando de sudadera para evitar ser reconocido. En la mochila llevaba la supuesta arma utilizada, una pistola de fogueo que ha podido ser modificada para disparar.
La Policía Científica inspeccionó entonces el arma y el bar para recoger los casquillos y pruebas. También las cámaras de seguridad que grabaron toda la escena. La investigación la llevó a cabo la Brigada de Información, habida cuenta de las sospechas de un ajuste de cuentas entre bandas. El distrito Centro es una zona controlada por los Trinitarios, rivales de los DDP.