Tambores de guerra en el seno del Grupo Especial de Operaciones (GEO), la unidad de élite de la Policía española. Tras los recientes atentados yihadistas de París, en los que sus compañeros franceses tuvieron que hacer frente a la toma de rehenes por parte de terroristas, los integrantes del grupo rompen su silencio para poner en duda la capacidad actual de la unidad para responder con garantías de éxito a una situación similar. "El GEO es una gran mentira", asegura uno de los testimonios recogidos por este diario, que culpa de las supuestas deficiencias al "desinterés" de ciertos mandos que ha derivado en una falta acuciante de adiestramiento. Desde Interior, donde se niega la existencia de carencias, han declinado comentar las acusaciones concretas sobre la situación del grupo.
Agentes aseguran que el GEO no entrena "la resolución de un suceso similar" al que costó en 2004 la vida a uno de sus miembros en el asalto al piso de Leganés de los autores del 11-M
La principal crítica de los 'geo' consultados por Vozpópuli es la supuesta falta de entrenamiento. Aseguran que tras la muerte de uno de sus compañeros en 2004 durante el asalto al piso de Leganés donde se ocultaban los terroristas del 11-M, "todavía no se ha entrenado la resolución de un suceso similar ni se ha trabajado en un protocolo de trabajo para estos casos. Aquel trágico incidente debía haber hecho que cambiaran muchas cosas, pero no ha sido así", aseguran. En este sentido, afirman que ni siquiera se ha hecho lo que denominan "juicio crítico", reuniones en la que los integrantes de la unidad aportaban su visión de lo ocurrido en una operación concreta "para mejorar". "Todos los operativos nos preguntamos qué pasos habría que realizar para resolver correctamente si nos volviéramos a encontrar en una situación parecida. Ninguno sabemos la respuesta", añaden.
Parte de esta falta de preparación la achacan a "la situación actual de las instalaciones" del cuartel que los GEO tienen en la ciudad de Guadalajara y que califican de "precarias y obsoletas". Recalcan que esta circunstancia ha provocado una disminución en la calidad del entrenamiento y, por tanto, de la capacidad operativa en situaciones reales a las que nos enfrentamos a diario". En este sentido, insisten que el complejo policial carece de lo que se llama 'kill house', un reciento cerrado y acondicionado para entrenar la entrada en inmuebles. "En nuestro caso, no sólo no disponemos de ella, sino que, de todas las viviendas que dispone el actual cuartel, solamente se pueden utilizar dos de ellas para entrenar. El resto está para otros usos no operativos, como servir de vestuario donde se cambia el personal de limpieza o de residencia para los policías que dan seguridad al recinto", recalcan.
Asalto a aviones, trenes y barcos
No es la única queja. También se lamentan de la falta de oportunidades para preparar el asalto a lo que denominan "estructuras de transporte tubulares", en referencia a aviones, trenes y autobuses, "y que requieren una especial cualificación para solventarlas con éxito". Según destacan, ésta sólo se puede conseguir "a base de estudios, protocolos de actuación y entrenamientos", algo de lo que, insisten, carecen en estos momentos. "Los entrenamientos para el asalto de aviones no se realizan nada más que una o dos veces al año, y los protocolos de actuación se encuentran obsoletos ya que no se tienen actualizados los estudios de los aviones que tienen en uso las compañías aéreas".
"Los entrenamientos para el asalto de aviones no se realizan nada más que una o dos veces al año", denuncian desde la propia unidad
Un problema que, añaden, también se ha trasladado al asalto de barcos, una de las principales actividades del GEO en su lucha contra el narcotráfico. "Los entrenamientos para ello se realizan de tarde y tarde y, de hecho, pasan años sin hacerse prácticas específicas. Muchas veces nos vemos obligados a entrenar en los barcos que nos trasladan al lugar donde vamos a asaltar el buque... siempre que la climatología lo permite, con poco tiempo y siempre pidiendo la ayuda de la Armada española". Los testimonios recogidos por este diario insisten en que para que el GEO vuelva a ser lo que fue es "fundamental definir y contar con un entrenamiento habitual, continuo, adecuado y especializado para poder llegar a lograr la efectividad y seguridad que la sociedad demanda".
Sin medios a las embajadas
Una carencia de medios que, denuncian, es aún más patente cuando tienen que desplazarse al extranjero a dar seguridad a embajadas y cuerpo diplomático. "Ha habido grupos que se han ido a países conflictivos, como Libia, sin armamento o con una simple pistola. Los policías han tenido que buscarse la vida para solucionar esta carencia una vez en el lugar, a veces por vías ilegales que podían haber terminado con los agentes encerrados en cualquier cárcel", afirman. Uno de los testimonios recogidos por este diario asegura que entre éstas se encuentra llevar el arma desmontada en el equipaje de mano. "Ya se ha producido un incidente en un aeropuerto de Oriente Medio en el que tuvo que mediar el embajador español en aquel país", añaden.
"Ha habido grupos que se han ido a embajadas conflictivas, como la de Libia, sin armamento o con una simple pistola", afirman los 'geo' consultados
Las quejas sobre el actual estado de la Unidad se extiende también a los vehículos que usan en los desplazamientos. Los agentes consultados aseguran que "hasta noviembre de 2014 no se mejoraron las furgonetas de la unidad" y ello sólo después de que un grupo de agentes mantuvieran una reunión con el director adjunto operativo, el comisario Eugenio Pino, propiciada por un sindicato policial. Una carencia que, destacan, contrasta con la supuesta exhibición de vehículos de alta gama que hacen los máximos responsables del GEO. "Son automóviles que proceden de decomisos a delincuentes y que, aunque supuestamente son para usarlos en nuestro trabajo, terminan sirviendo para que algunos se vayan de vacaciones", denuncian antes de calificar la unidad como "un cortijo".