España

La ministra María Jesús Montero sustituye a Adriana Lastra como vicesecretaria del PSOE

Este nombramiento se suma al de Patxi López como nuevo portavoz en el Congreso, al de Pilar Alegría como nueva portavoz del partido, o al de Miquel Iceta como nuevo responsable de Memoria Democrática

  • La ministra de Hacienda, María Jesús Montero. -

Pedro Sánchez revoluciona al PSOE. La actual ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, será la 'número dos' de los socialistas en sustitución de Adriana Lastra, quien el lunes pasado dimitió como vicesecretaria general del partido por motivos personales -un embarazo de alto riesgo- pese a que mantendrá, por el momento, su escaño en el Congreso. Pero los cambios no se quedan ahí.

Sánchez ha propuesto a Montero para este nombramiento, que tendrá que ser ratificado en el Comité Federal extraordinario del PSOE que el secretario general ha convocado para este sábado 23 de julio. También deberá ser ratificado el nombramiento del nuevo portavoz del grupo socialista en el Congreso, el exlehendakari y expresidente de la Cámara Baja Patxi López, quien releva al canario Héctor Gómez.

Además, la ministra de Educación, Pilar Alegría, será la nueva portavoz del partido, quien reemplazará a Felipe Sicilia y el ministro de Cultura, Miquel Iceta, el nuevo responsable de Memoria Democrática y Laicidad, en sustitución de López. Los cambios en los rostros de la comunicación en Ferraz satisfacen el hambre interno de amplios sectores del PSOE molestos con el papel de ambos portavoces por no saber trasladar la acción del partido del Gobierno.

El PSOE atraviesa un momento convulso. La debacle electoral de Andalucía, el pasado 19 de junio, está acelerando movimientos internos que cuestionan el rumbo del partido y que, además, señalan a Moncloa como responsable de los males electorales que aquejan a los socialistas. De hecho, la dimisión de la ya ex vicesecretaria general Adriana Lastra ha puesto a Sánchez en bandeja remodelar la dirección del partido. La cabeza de Lastra le permite contar a los suyos que el partido cambia para encarar el próximo ciclo electoral tras los últimos reveses de las urnas.

Tras la salida de la ex vicesecretaria general del PSOE de Ferraz se esconde una derrota. El presidente del Gobierno y líder socialista forzó la renuncia de su ex número dos al cortar sus intentos de controlar el partido. Lastra tenía enfrente al secretario de organización, Santos Cerdán, fiel escudero de Sánchez y ha perdido la batalla. Ahora, Cerdán se queda como único hombre fuerte 'sanchista'.

Y es que Sánchez ha optado por caras que en su día se enfrentaron a él para completar lo que queda de Legislatura. El propio López fue su rival en las primarias junto a Susana Díaz. A los mandos del gabinete de presidencia está Óscar López, su amigo y portavoz de López en aquellos tiempos convulsos para el socialismo. También Alegría fue la portavoz de la expresidenta andaluza.

Subir tras tocar suelo

Los ánimos en Ferraz y en Moncloa ha estado muy bajos tras el batacazo andaluz. Aunque el 'subidón' de la cumbre de la OTAN que, consideran, elevó el perfil de Sánchez hasta encumbrarle como "actor global" en palabras de su núcleo duro, y el debate del estado de la nación, en el que el presidente giró a la izquierda y descolocó a su adversaria Yolanda Díaz, han subido la moral de los socialistas.

El gran obstáculo para las aspiraciones de la coalición de PSOE y Unidas Podemos es que el radar demoscópico del Gobierno sigue detectando a los votantes progresistas desmovilizados. Es más, fuentes gubernamentales aseguran que ese es el principal problema que enfrentan los socios junto al dato inflación (10,2%) que, reconocen, les mata mes a mes.

Y es que el PSOE, ahora al mando del equipo de presidencia tras la salida de Iván Redondo, aprendió la lección de la caída de su anterior presidente José Luis Rodríguez Zapatero, tumbado por la crisis económica y por su 'traición' a la izquierda a la que abofeteó en 2010 con el mayor recorte de gasto social de la democracia. Sánchez, a las puertas de la enésima crisis agravada por la guerra en Ucrania, no va a acometer el mismo error.

Más coordinación con Moncloa

Si de algo se han lamentado estos meses las fuentes socialistas consultadas es de la guerra soterrada entre el partido y Moncloa. Ambos se han señalado por haber cometido errores en las estrategias electorales de los socialistas. Con estos cambios, el presidente del Gobierno toma el mando del partido desde Moncloa. La fusión es total. Y espera que no se repliquen enfrentamientos y rencillas que han dado al traste con los cambios de hace casi un año.

Los socialistas salieron del último congreso federal de octubre reunificados. La última renovación de Gobierno de Sánchez, el verano pasado, sacó de la primera línea al gran enemigo íntimo de los socialistas, Iván Redondo, para situar como jefe de gabinete a Óscar López.

Un movimiento que se vio como un giro hacia el PSOE para que Ferraz tuviera más peso en el núcleo duro de Moncloa y para olvidar de una vez la ruptura traumática entre el 'sanchismo' y el viejo aparato socialista. La propia Lastra salió entonces de la portavocía del Congreso a la que escaló Héctor Gómez, según estas fuentes, porque Sánchez quería frenar los movimientos de la vicesecretaria general.

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