Los reyes de España han sido recibidos con honores militares a su llegada este lunes a Rabat, donde inician una visita oficial de 48 horas en la que serán agasajados esta tarde noche con un iftar en su honor, la única comida del día con la que los musulmanes rompen el ayuno durante el mes de Ramadán.
Las visitas de jefes de Estado y de Gobierno no son habituales en Ramadán, cuando se paraliza la actividad del país. Los marroquíes consideran por tanto una muestra de cercanía y amistad recibir a los reyes justamente en estas fechas.
Aunque el recibimiento oficial ha sido en los exteriores del Palacio Real, Mohamed VI se ha desplazado junto a su esposa, Lalla Salma, su hermano, Mulay Rachid, y sus hermanas Lalla Asma, Lalla Hasna y Lalla Meriem al aeropuerto de Rabat para recibir a don Felipe y doña Letizia, que han bajado cogidos del brazo las escalerillas del avión de la Fuerza Aérea Española que les ha trasladado al reino alauí.
En la misma pista del aeropuerto, los dos monarcas se han saludado dándose dos besos en las mejillas y han ido conversando según caminaban por la alfombra roja hasta el Pabellón de Autoridades del aeródromo.
Desde allí, Felipe VI y el monarca alauí han viajado en el mismo coche hasta el Palacio Real, seguidos por un segundo vehículo en el que iban la reina doña Letizia y la princesa Lalla Salma, escoltados ambos por una unidad de la Guardia Real a caballo.
En la Plaza Mechouar, en los exteriores del palacio y engalanada con banderas de los dos países, la banda de música de la Guardia Real ha interpretado los himnos nacionales de España y Marruecos, mientras se disparaban salvas de honor. A la tarima desde la que han escuchado los himnos se han subido los dos monarcas, la reina Letizia y el príncipe Mulay Rachid. La esposa de Mohamed VI ha permanecido fuera de la tarima, junto a los hermanos del Rey.
A continuación, Don Felipe y Mohamed VI han pasado revista a la formación de la Guardia Real antes de que el monarca alauí fuera presentando al Rey a casi un centenar de autoridades colocadas en línea, empezando por los miembros del Gobierno, parlamentarios de las dos Cámaras, representantes del cuerpo diplomático acreditados en Marruecos y de la cúpula militar, todos ellos invitados al iftar.
Don Felipe quiere unas relaciones excelentes
El objetivo principal de este viaje de presentación de los Reyes de España a Marruecos es mostrar la voluntad que existe por ambas partes de mantener una relación tan estrecha como la que se tuvo bajo el reinado del rey Juan Carlos. En palabras del embajador español en Rabat, José de Carvajal, Felipe VI está "deseoso" de mantener las relaciones "excelentes" que tuvo su padre, Juan Carlos I, primero con Hassan II y después con Mohamed VI.
En el Palacio Real, Felipe VI mantendrá con el monarca alauí su primera entrevista formal, después de la conversación que ambos mantuvieron el sábado pasado con motivo del derrumbe de unos edificios en Casablanca, que ha dejado un balance de al menos 15 muertos. Sin llegar a la complicidad que tienen Juan Carlos I y Mohamed VI, Felipe VI conoce al monarca alauí, con el que tiene una buena interlocución. La última vez que tuvieron ocasión de reunirse fue con motivo de los actos de celebración de la nueva Constitución tunecina, en febrero pasado.
En su reunión no abordarán en detalle ningún tema de la relación bilateral, aunque se da por hecho que Felipe VI agradecerá a su interlocutor la colaboración que el país vecino presta en la lucha contra la inmigración irregular, el tráfico de drogas, el crimen organizado y el terrorismo yihadista, aspectos en los que la cooperación entre ambos países es muy intensa, según fuentes diplomáticas españolas.
La visita de los reyes coincide con el aumento al máximo de la alerta por riesgo de atentado terrorista en el reino alauí, como consecuencia de la amenaza que representan combatientes que han ido a luchar a Siria e Irak. No obstante, no se observa en las calles una presencia policial mayor que en otras ocasiones en las que se han producido visitas de altas autoridades extranjeras.
El acuerdo pesquero, por fin firmado
Tras todas las frases más o menos protocolarias, Mohamed VI se guardaba la buena noticia, la del anuncio de que ha firmado y rubricado el acuerdo de pesca entre la Unión Europea y Marruecos, un acuerdo que pese a ser de ámbito europeo, afecta sobre todo a la flota española.
La firma del monarca estaba pendiente desde el pasado febrero, cuando el acuerdo fue ratificado por las dos cámaras marroquíes, y si ha tardado tanto en rubricarse con la firma real, ha sido porque en el camino se cruzó un nuevo desencuentro entre la UE y Marruecos por culpa de los tomates. Permitirá que un centenar de pesqueros españoles puedan volver a faenar a aguas marroquíes, de las que fueron expulsados en diciembre de 2011.
El hecho de que Mohamed VI haya rubricado el acuerdo precisamente en este momento, cuando el contencioso agrícola con la UE estaba resuelto hace varias semanas, fue visto como un "gesto" por parte del monarca alauí para con el español, dada la enorme sensibilidad con que en algunas regiones de España se sigue la cuestión pesquera.
Al término de la reunión entre las dos delegaciones oficiales, Mohamed VI acompañó personalmente a Felipe VI a su lugar de residencia (al que había llegado previamente la reina Letizia), para que descansara brevemente hasta la ceremonia de ruptura del ayuno.