España

Moncloa se ríe de la moción de Vox aunque cree que les sacará del pozo del 'sí es sí'

Los de Abascal quieren retratar a los diputados y aún negocian con Tamames. El PSOE lo respeta y carga contra Feijóo por aconsejar al histórico comunista apartarse: "Las personas mayores no necesitan tutelas"

  • El líder de Vox, Santiago Abascal y el portavoz parlamentario, Iván Espinosa de los Monteros -

El núcleo duro de Moncloa no se toma en serio la moción de censura que prepara Vox. Fuentes gubernamentales consultadas por este diario no dudan en descafeinar el plan de los de Santiago Abascal. "¿Qué moción?", se preguntan no sin cierta sorna. Lo cierto es que en el búnker del Ejecutivo creen que en caso de que finalmente el histórico dirigente comunista Ramón Tamames sea el candidato y la iniciativa se acabe debatiendo en el Congreso el Gobierno podrá sacar del foco la crisis del 'sí es sí'. Las mentes pensantes de Moncloa no visualizan un plan mejor que dejar que Vox y los suyos se ridiculicen solos. El resto es empaquetar al PP junto a los de Santiago Abascal para advertir de la amenaza que se cierne sobre España si Alberto Núñez Feijóo forma una coalición de derechas.

Mientras, el PSOE respeta la moción y carga contra Feijóo por aconsejar al histórico comunista apartarse del plan orquestado por Vox: "Las personas mayores no necesitan tutelas", replican en Ferraz. "[Nos tomamos la moción] posiblemente con bastante más respeto que Vox cuando las plantea. Igual que con respeto al Sr. Tamames si al final es el candidato. El respeto que no le tuvo Feijóo al decirle aquello de que si fuese su padre no le dejaría", zanjan fuentes oficiales del partido.

El Gobierno lleva tres semanas al borde del colapso por la crisis desatada en torno al 'sí es sí'. El PSOE y Unidas Podemos no llegan a un acuerdo para cambiar la ley estrella de Igualdad y cortar el grifo de las rebajas de penas a los condenados por abuso sexual. El propio presidente, Pedro Sánchez, salió este viernes al paso de la inquietud instalada en el consejo de ministros ante la posibilidad de que la coalición entre en parada irreversible. Sánchez dijo que sigue manteniendo la confianza en todos sus ministros, también en Irene Montero, y descartó una ruptura entre los socios que comparten sillones en Moncloa.

Objetivo de Moncloa: hablar de Vox

En verdad, Moncloa llevaba tiempo poniendo el foco en la moción de Vox. Antes incluso de que estallara la crisis del 'sí es sí' y de que este diario adelantara que Santiago Abascal pidió a Tamames encabezar el órdago a Sánchez en el Congreso. Es más, durante los días negros del Ejecutivo por las rebajas de penas del delito de malversación, creadas ad hoc para beneficiar a los independentistas condenados y pendientes de juicio por el procés, desde Moncloa se hacía todo lo posible por marcar la agenda y coparla con la propuesta de Vox.

En caso de que termine prosperando la moción de Vox, será la segunda que Santiago Abacal le hace al Gobierno de Pedro Sánchez. Y será la segunda vez que Moncloa descorche champán. Pero no todos los que han estado (y están) cerca del presidente se toman la moción a broma. Iván Redondo, el ex todo poderoso jefe de gabinete de Sánchez, advirtió a principios de semana del "grave error" en el que incurrirían tanto el PSOE como el PP si minimizan el plan cocinado por Abascal.

"La sorprendente e inesperada moción de censura de Vox liderada por el prestigioso economista Ramón Tamames, icono de la transición y los pactos de la Moncloa, es una de las censuras más inteligentes de los últimos años. Es un grave error político minimizarla y ambos [PSOE y PP] deberían prepararla con sumo cuidado. Puede rozar lo insensato el planteamiento pero, atención, los contenidos habituales contra Vox no servirán y las bajas expectativas jugarán a favor del candidato a presidente. Será el más mayor del hemiciclo y como dé un buen golpe al presidente del Gobierno a sus 89 años, tan solo uno, podría parecer en lugar de Tamames, Muhammad Ali", escribió Redondo este lunes en su columna de La Vanguardia. Cabe recordar que el principal objetivo de Vox es retratar a los diputados que apoyan a Sánchez. No obstante, aún negocian con Tamames.

Es un grave error político minimizarlaIván Redondo

Pese a las advertencias de uno de sus ex estrategas políticos, Sánchez considera que someterse a esta segunda moción servirá al Gobierno para apretar las filas del bloque de la investidura y quien sabe si terminar propiciando un acuerdo con Unidas Podemos para contrarreformar la ley del solo sí es sí. En plata; nada como mostrar a tus aliados quién es el verdadero adversario. A la izquierda le suele unir el riesgo de alimentar a la derecha. Por eso, el anhelo del Gobierno es que los golpes de Tamames terminen con los de la coalición y encumbren al presidente Sánchez.

Mientras, las cosas entre el PSOE y Podemos por la crisis del 'sí es sí' siguen encalladas. Por el momento, no se vislumbra solución, aunque Moncloa está cambiando algunas piezas para resolver puzzle. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha apartado a la ministra de Justicia, Pilar Llop, de la negociación con Igualdad y ha encargado directamente al ministro de Presidencia, Félix Bolaños, buscar un acuerdo con la ministra Irene Montero, según confirman fuentes gubernamentales de un lado y otro del Ejecutivo.

Fuentes moradas, no obstante, insisten en que el problema no es que la ministra de Justicia esté o no en las conversaciones, sino que los socialistas mantengan la propuesta de contrarreforma en los términos en los que salió del despacho de Llop y que según Podemos implica reventar el consentimiento, es decir, el espíritu de la ley. Eso sí, según fuentes socialistas, la ministra de Justicia, a quien Sánchez dejó sola este miércoles Congreso defendiendo su contrarreforma y asumiendo toda responsabilidad ante su devenir, aún se encarga de la parte técnica y jurídica en la mesa de conversaciones. "Sigue en eso para las negociaciones que sigan ahora", zanjan. Cada día sin acuerdo alimenta la moción.

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