"Él es la vía definitiva, no transitoria". Así se expresan en privado fuentes populares del Gobierno andaluz a la hora de apostar, al igual que el propio PP andaluz, por la figura de Alberto Núñez Feijóo como futuro presidente nacional del partido, en sustitución del todavía líder conservador, Pablo Casado.
Las citadas fuentes, consultadas por Vozpópuli, tienen claro que quien atesora cuatro mayorías absolutas en Galicia reúne el liderazgo y la capacidad suficientes para pilotar la tocada, pero no hundida, nave del centroderecha español, tras la cruenta 'guerra civil' interna que se ha vivido en los últimos días.
Y es que el papel de Moreno, hasta ahora en un segundo plano de silencios muy medidos, va a resultar fundamental para poderle hacer ganar un congreso a su amigo Feijóo, con el que se siente plenamente identificado en sus valores y centrismo. Se repite la jugada que llevó a cabo Javier Arenas en 2008, cuando propició el apoyo sin fisuras del PP andaluz (la organización conservadora mas numerosas de España) para que Mariano Rajoy se hiciera con la presidencia del partido en el congreso de Valencia, frente a las amenazas de presentarse de Esperanza Aguirre, que amagó pero no osó disputarle el liderazgo de Génova.
Tanto en el Ejecutivo autonómico andaluz como en el PP-A, ambos controlados por Juanma Moreno Bonilla, apuestan por la celebración inminente de un congreso extraordinario: "Mejor 30 que 45 días", afirman. Se trata del plazo que podría salir de la junta directiva nacional del próximo martes, una vez que los críticos que aglutina el barón gallego reúnan los dos tercios de la misma.
Distintos cargos del PP andaluz con responsabilidades en el Parlamento, Congreso y Senado, contactados por este medio digital, coinciden al afirmar que "Casado podría no llegar como presidente a la junta directiva" del próximo martes. Lo aseguran tras la cascada incensante de deserciones de 'casadistas' y ante la reunión de este miércoles en Génova con los barones y presidentes autonómicos, a la que acudirán Moreno, Feijóo y Mañueco. No así Ayuso, por no presidir el PP de Madrid. Se espera la asistencia de 19 presidentes. El reloj empieza a contar, porque está claro que de dicho cónclave va a salir una petición mayoritaria de dimisión para Casado.
Muy significativo ha sido el paso dado por uno de los últimos reductos del político palentino, como era el PP de Sevilla, convertido en uno de sus bastiones gracias a Teodoro García Egea, que consiguió situar como presidenta a Virginia Pérez, frente al candidato que proponía Moreno Bonilla, el alcalde de Carmona. Pérez se ha sumado por Twitter a la petición de un congreso extraordinario.
"La crisis que estamos viviendo en nuestro partido sirve para darse cuenta de la fragilidad de lealtades", señala uno de los dirigentes consultados para ilustrar como los partidarios más acérrimos de Casado le han ido abandonando a medida que pasaban las horas.
También en el plano oficial el flanco del PP en el Gobierno andaluz se ha posicionado claramente este martes: "Es el momento de la generosidad para anteponer los proyectos comunes a los personales". De esta forma, sin mencionar expresamente su nombre, se ha expresado el consejero de Presidencia de la Junta de Andalucía, Elías Bendodo, en relación con la posible dimisión del presidente nacional del Partido Popular, Pablo Casado.
El considerado brazo derecho de Juanma Moreno en la Junta de Andalucía se ha pronunciado así durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, celebrada en el palacio de San Telmo, al ser preguntado por la situación actual de su partido.
Previamente, el portavoz del Partido Popular de Andalucía, Ramón Fernández Pacheco, ha solicitado la celebración de un congreso nacional extraordinario. Así pues, la posición de la organización más numerosa de los populares en España pide que Casado dé "un paso al lado", según explican en privado a Vozpópuli fuentes del Ejecutivo autonómico.