La última decisión de la Justicia contra las restricciones del Gobierno vasco provocó un terremoto político. Una de sus derivadas es que el Ejecutivo de Íñigo Urkullu se ha puesto a estudiar la aprobación de una ley vasca antipandemias que utilizaría para blindar jurídicamente sus decisiones. Esta propuesta parte del PNV. Y el otro partido nacionalista vasco, Bildu, no ha tardado en responder redoblando la apuesta. Arnaldo Otegi y los suyos abogan por una "ley soberana vasca" para hacer frente a la pandemia del coronavirus.
El propio lehendakari abrió este debate inesperado en un artículo publicado en Deia. Lo hizo después de proponer otra vez al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que modifique el estado de alarma actual para que las comunidades autónomas tengan "garantías jurídicas" a la hora de adoptar restricciones contra la pandemia. Urkullu explicaba en su artículo que fracasada esa vía de pedirlo al Ejecutivo de PSOE y Podemos -decía que " hemos agotado todas las herramientas jurídicas disponibles para la toma de decisiones-, su Gabinete estudia "aprobar una ley antipandemia".
Otegi recogía el guante al día siguiente pero reclamando una "Ley soberana vasca" para luchar contra este virus o virus similares que puedan llegar en el futuro. El coordinador general de Bildu aseguraba que la coalición abertzale apoyaría que hubiera una ley así para hacer frente a la pandemia del coronavirus, pero dejaba claro que a su juicio la norma antipandemia que estudia impulsar el lehendakari era "propaganda y publicidad". La competencia en el nacionalismo vasco sigue su curso.
¿De brindis al sol a realidad?
Lo que en principio podía parecer una idea disparatada, y más teniendo en cuenta las dudas jurídicas expresadas por diferentes expertos sobre su constitucionalidad, va cobrando posibilidades de hacerse realidad. Las fuentes parlamentarias consultadas por Vozpópuli aseguran que el PNV va en serio con esta idea si bien su socio de gobierno, el PSE, parece más reticente a poner en marcha una ley de esas características.
Por ahora, lo máximo que han dicho fuentes socialistas a medios vascos es que comparten la necesidad de "articular nuevos mecanismos legales" para ejercer las competencias en la lucha contra la pandemia. El delegado del Gobierno Euskadi, Denis Itxaso, pedía al Ejecutivo vasco que concrete exactamente qué quiere incluir en esta hipotética ley porque se estaba generando un "debate confuso". Desde otros partidos criticaban la propuesta de Urkullu. Es el caso de PP+Cs, cuyo líder, Carlos Iturgaiz, decía que se trata de una idea "absolutista".
El debate llegó al pleno del Parlamento vasco. En una respuesta a la interpelación planteada por el parlamentario del grupo PP-Ciudadanos Luis Gordillo, la Consejera de Gobernanza Pública y Autogobierno, Olatz Garamendi, aseguraba que en efecto los servicios jurídicos del Gobierno vasco estudian la viabilidad de una ley antipandemia que “afiance, e incluso incremente, las garantías jurídicas de procedencia y efectividad de las medidas que requieren las instituciones vascas para contener y combatir la crisis sanitaria derivada del Covid-19”.
Desde el Ejecutivo de Urkullu intentan desvincular esta idea de una ley vasca de los diferentes reveses judiciales recibidos por parte del Tribunal Superior de Justicia. Cuando los magistrados del TSJPV estipularon que el Gobierno regional no podía limitar las reuniones de personas, en el PNV se enfadaron. Pero mucho peor fue su enfado cuando hace unos días el mismo tribunal tumbó la decisión de cerrar bares y restaurantes y dio la razón a los hosteleros.
Varios expertos constitucionalistas ya han expresado sus serias dudas sobre esta posible ley antipandemias. Pero haya las dudas legales que haya, en el citado debate del Parlamento de Vitoria quedó claro que los dos partidos más votados, PNV y Bildu, quieren una ley propia para las pandemias. Tal vez sea en lo único que se han mostrado de acuerdo en muchos meses.