De elegir vestido para Nochevieja a escoger pijamas del cajón. De querer evitar las discusiones sobre política en la cena de Nochebuena, a echarlas de menos. En definitiva, de disfrutar de nuevo la Navidad como antaño a pasarla en soledad. Miles de españoles han sufrido en cuestión de horas un cambio drástico en su agenda navideña por la eclosión de ómicron, que se ha disfrazado de 'Grinch'. Ello les ha obligado a hacer cuarentena y rezar para que en 2022 todo pueda volver a ser, al menos, casi normal.
Hemos hablado con varias de las muchas personas que han dado positivo en coronavirus en los últimos días y que han visto como sus aspiraciones navideñas se han visto truncadas de golpe y porrazo. Es el caso de Christine Araújo, 'demand planner' en una multinacional de belleza. Ella vive en Madrid pero su familia es de Tenerife. "Tuve que gestionar el billete que tenía para el día 20 y cambiarlo para volar el 26 de diciembre, fue una desilusión no poder estar con mi hermana y mi madre", cuenta a Vozpópuli.
Maite Arandilla, una profesora madrileña que también ha dado positivo en covid, nos cuenta que sus padres "tuvieron que pasar la Nochebuena solos". El motivo, que toda la familia salvo ellos dos fueron contagiados con ómicron. "La ilusión se pierde, especialmente por mis padres. Al menos me queda la Nochevieja", relata.
Daniel Presa: "Llevo una semana metido en mi habitación y mira que me hice el test por estar seguros, ya que hubo positivos en mi trabajo y tenía catarro"
Ella al menos no pasó la cuarentena sola, la está haciendo con su novio Miguel, pero esa suerte no la han tenido otros. Daniel Presa, auxiliar odontológico, le tocó encerrarse en soledad: "Llevo una semana metido en mi habitación y mira que me hice el test por estar seguros, ya que hubo positivos en mi trabajo y tenía catarro". Su hermano ha venido desde Barcelona de visita y tan solo ha podido verle "de lejos".
Al igual que Daniel, Esther Martín, compañera periodista, también ha tenido que enclaustrarse en una habitación, ya que vive con sus padres. "Lo peor ha sido el tener que cambiar los planes a última hora, yo en mi caso he estado súper triste porque he sentido que por mi positivo le he fastidiado las navidades a mi familia".
En el caso de Paula Martín, la Nochebuena pasó de ser internacional a tener un cariz gatuno: "Iba a pasar Nochevieja fuera de España, con la familia de mi novio en los Alpes italianos. En vez de eso, las pasé confinada en mi casa con mi gato, mientras él estaba confinado en una cabaña alpina".
Una Nochebuena diferente
La Nochebuena es especial y aunque el virus se ha interpuesto en su celebración, todos han intentado pasarla de la mejor manera posible. En el caso de Christine, pasó la Nochebuena sola, ya que su novio, también de Canarias, no estaba contagiado y por tanto pudo viajar a ver a su familia. "Lloré mucho pero me aseguré de hacer una buena cena. Incluso me pedí un buen postre a domicilio. Estuve en contacto con mi familia por videollamada para la cena. Les vi un rato, nos reímos mucho e intenté hacer algo navideño para que el 24 no fuera un día más".
Por su parte, Daniel Presa estuvo encerrado en su habitación, pero no le faltó la comida navideña. "Mi hermano vino en un momento de casa de mis abuelos y me trajo tuppers con algo de lo que estaban comiendo", nos cuenta. A Maite y su novio les enviaron detalles e incluso, un centro de mesa para que tuviesen una noche especial aunque no fuese tan familiar como debería haber sido.
Christine Araújo: "Lloré mucho pero me aseguré de hacer una buena cena. Incluso me pedí un buen postre a domicilio. Estuve en contacto con mi familia por videollamada para la cena"
Esther por su parte tuvo que cancelar todos sus planes de Nochebuena: "Iba a venir mi familia en nochebuena y navidad y por el tema de mi positivo evidentemente no han venido". A ella también le afectará en Nochevieja, ya que pese a que ahora son 7 días de confinamiento y ya podría salir, los planes son los mismos porque en teoría "eres contagioso" hasta el día 9 o 10. "No me la voy a jugar", afirma. "Hemos tenido que cancelar, lo cual nos pasó parecido el año pasado que también queríamos ir pero como no se permitían desplazamientos, pues tampoco se pudo", relata a este periódico.
"El martes 21, una semana más tarde del contagio, comenzaron mis síntomas: dolor de garganta, cansancio, tos. Lo achaqué a una bajada de defensas porque me iba a venir la regla y no me preocupé en exceso, pero mi pareja también tosía. Él dio negativo en antígenos el jueves 23 y el día siguiente pudo volar. Pero mi test de antígenos la mañana del 24 salió positivo en la clínica de El Escorial", cuenta Paula Martín a este diario.
"Las Navidades pasadas fueron mejores"
Pese a las restricciones de movilidad y horarias, todos nuestros protagonistas tienen un buen recuerdo de las navidades de 2020. Esto es algo que no ocurrirá con las de 2021, que serán probablemente sus peores navidades: "Claro que han sido peores. El año pasado pese a todo cené con mis abuelos y estuve tomando algo por la tarde", nos cuenta Daniel.
Ese mismo sentimiento lo comparte Maite, que ha visto como sus planes se han ido al traste: "Para mí ha sido peor porque el año pasado hice planes. Hice una navidad medio normal pero este año no he podido hacer lo que he querido", cuenta a este periódico.
Para Christine, ómicron ha sido "un golpe", ya que esperaba que "como mínimo las navidades fueran como el año pasado y ha sido hasta peor". Esther nos cuenta que en su caso "las navidades pasadas y estas (en término de nochebuena) iban a ser parecidas", pero el covid lo ha impedido: "Iba a venir mi abuela a cenar igualmente pero debido al covid pues no ha podido, entonces en ese sentido han sido peores".
Iba a venir mi abuela a cenar pero debido al covid pues no ha podido, entonces en ese sentido han sido unas navidades peores".
Tampoco hay grandes expectativas de cara a Nochevieja, aunque sí esperan remontar la Navidad para entonces. "La pasaré con mis padres", nos cuenta Maite, que para la publicación de este reportaje ya debería poder salir a la calle. Esa misma esperanza la tiene Daniel: "Nochevieja si doy negativo no debería haber problema".
Por su parte, Christine no hará los planes previstos: "Mi tío y mi prima acaban de contagiarse, así que hemos cancelado todo. Como mi abuela es mayor, vamos a hacerla mi hermana, ella, mi madre y yo, nadie más. Queríamos hacer una fiesta un poco más grande que el año pasado y hemos tenido que incluso reducirla para estar cómodos y que nadie se exponga". En el caso de Esther, seguirá confinada.
De cara a nochevieja, Paula nos cuenta que las cuarentenas dependen del país: "En mi caso, empezó a contar desde el día que empezaron los síntomas, por lo que pasaría Nochevieja incluida sola en casa, me comería las uvas acompañada de mi gato (¡y menos mal!). En el caso de mi pareja, en Italia cuentan desde el día que se da positivo, y su médico le dijo que no le podía dar la baja médica por encontrarse fuera de España. Ahora él teme tener problemas en el trabajo al volver ya que se tiene que reincorporar el día 3 y hasta el 5 no sale de cuarentena, y la oficina entera está cerrada por vacaciones".
"Más cansancio emocional que físico"
Hablamos con otro positivo en covid, Marina Sánchez, que nos cuenta su historia. "Dar positivo en Covid estas Navidades me ha causado más cansancio emocional que físico. Vivo y trabajo en Madrid, pero mi familia está en Cáceres. Si en la primera ola de la pandemia se contagiaron mis padres y mi hermano con la preocupación que suponía una enfermedad absolutamente desconocida, en esta sexta ola me ha tocado a mí. Tengo el ciclo de vacunación completo y me contagié el pasado 18 de diciembre tras mantener contacto con un positivo.
Mis síntomas han sido menos graves que los que tuvo mi familia en su momento. Al principio no sentí nada, pero luego me empezó a molestar la garganta. Me hice varios test de antígenos y no di positivo hasta el miércoles. No había forma de hacerme una PCR y finalmente acabé pagando más de 100 euros en un centro privado en la calle Martínez Campos.
Podré ir en Nochevieja y hacer un brindis para que 2022 traiga salud y mejoras para el sistema sanitario español. Esta vez, rodeada de los míos"
Tenía cita, pero iban con tal retraso que se formó una cola era infinita… Los ánimos estaban bastante caldeados. Pese a haber pasado dos años de pandemia da la sensación de que no hay nadie al volante de la gestión a nivel nacional. Pocas semanas antes de dispararse los contagios España vendió test de antígenos a otros países como Alemania. No hay previsión y las medidas se adoptan de forma apresurada y sin homogeneidad.
El día que di positivo tuve mucha fiebre y también al siguiente, además de bastante dolor muscular y agotamiento. Al igual que miles de personas, he tenido que posponer mis vacaciones y pasar más de una semana aislada, enferma, lejos de mi familia y sin cena de Nochebuena. Las vacaciones de Navidad son uno de mis momentos favoritos del año porque es de las pocas veces que me reúno con todos mis amigos en Extremadura.
Muchos de nosotros vivimos fuera. Además, es cuando puedo pasar más tiempo con mis padres y hacer planes más allá de un fin de semana deprisa y corriendo o de un puente. Son fechas muy señaladas, llenas de tradiciones, así que he echado mucho de menos estar en mi ciudad. Allí también me esperaban. Por suerte no he tenido un cuadro grave y podré ir en Nochevieja y hacer un brindis para que 2022 traiga salud y mejoras para el sistema sanitario español. Esta vez, rodeada de los míos.