Los tenistas españoles Rafa Nadal y Carlos Alcaraz se enfrentan este domingo (21.30 hora peninsular) en el llamado 'The Netflix Slam' que se celebra en Las Vegas, un show a la americana que pilla a ambos jugadores recién recuperados de distintas lesiones.
La plataforma de streaming estadounidense lleva meses promocionando el duelo generacional del tenis español. Un partido de exhibición encajado en el calendario antes de la disputa desde la próxima semana del primer Masters 1.000 del año, el torneo de Indian Wells donde tanto el balear como el murciano serán de la partida.
Ambos jugadores llevan días en California preparando esa importante cita de la ATP pero antes darán espectáculo a unas 12.000 personas en el estadio del Mandalay Bay Resort, uno de los hoteles-casino más famosos de Las Vegas, y a millones de personas a través de Netflix. Sin duda un espectáculo en su definición más literal, con el añadido de 'a la americana' y con mucho dinero por medio.
"La leyenda contra el prodigio", lo bautizaron, además de ponerle el apellido tenístico de 'Slam'. El aficionado podrá disfrutar de un partido de estrellas que, aún siendo casi de entrenamiento o de exhibición, seguro dejará destellos de mucha calidad, aunque por otro lado la temporada está en pañales y con pocas horas de juego.
Las ganas de disfrutar no faltarán ni en Nadal ni en Alcaraz, ambos lastrados por distintos problemas físicos, en situaciones bien distintas. Para Nadal, el 2024 puede ser, ni más ni menos, el último año de su carrera, como ya adelantó cuando confirmó su pasado curso en blanco. El campeón del 22 'Grand Slam' volvió este enero en Brisbane pero sufrió otro contratiempo físico.
El balear tuvo un problema muscular en cuartos de final que le obligó a perderse el Abierto de Australia y a renunciar a los siguientes torneos. Ya recuperado, el de Manacor no se salta esta exhibición en Las Vegas, ni tampoco Indian Wells, donde es tres veces campeón, aunque en su calendario está señalada en rojo la gira europea sobre tierra y, en especial, Roland Garros.
Así, Nadal está lejos de su mejor versión, sin ritmo de competición ni la confianza que necesitan su juego y su físico, que sólo dan las victorias. El campeón de 92 torneos tiene una carrera de fondo por delante, pero necesita ganar partidos y no tener más contratiempos con un cuerpo de 37 años que sigue lanzando señales.
Su momento lo podrá probar ante un Alcaraz que también tiene sus dudas, aunque con 20 años todo se ve mucho mejor. El murciano se dobló el tobillo hace 12 días en su debut en el torneo de Río de Janeiro, en otra semana que no fue como esperaba en este 2024, pero el esguince no le ha impedido tampoco estar en Las Vegas.
El exnúmero uno del mundo tiene también su próxima gran cita señalada para Indian Wells y confía en volver a carburar como impresionó en la primera parte del 2023, con la guinda de Wimbledon. El de El Palmar no ha vuelto a levantar un título desde su épica victoria sobre Novak Djokovic en la hierba londinense, pero no quiere que su hambre le ciegue en el camino.
El crecimiento de Alcaraz está en pausa pero sigue mirando alto. En su inicio se le comparó con Nadal y Netflix se lo apuntó para llevarlo a las pantallas. Una leyenda del tenis y del deporte español como Nadal y un jugador con una garra, tenis y mentalidad parecidas, un Alcaraz que hace tres años temblaba en Madrid contra su ídolo en el primero de sus tres enfrentamientos hasta ahora.
Cuarto enfrentamiento entre ambos
Ambos se vieron las caras después en 2022 en Indian Wells, donde volvió a ganar el balear pero ya en tres sets, un Nadal intratable que había sido campeón de Australia. En Madrid de nuevo llegó el tercer capítulo, donde se impuso un Alcaraz que también ganaría a Djokovic en su camino a uno de los cinco títulos que ganó ese año, incluido el US Open para alzarse con el número uno del mundo.
El cuarto cara a cara lo sirve la ciudad de los casinos y el divertimento, de los conciertos sin fin que estiló Elvis Presley. Lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas, así que el show español será sobre todo eso, un espectáculo que el aficionado al deporte espera volver a ver pronto pero en grandes finales.