Luis Rubiales encara sus semanas más complicadas tras el escándalo por el beso en la boca a Jennifer Hermoso. El presidente de la RFEF, suspendido temporalmente de sus funciones, confía su futuro más inmediato a la investigación de la Fiscalía por presunta agresión sexual, pero este no es el único frente que le acorrala. A ello se suman múltiples denuncias ante el Consejo Superior de Deportes (CSD) por su gestión y una causa penal que mantiene una parte determinante bajo secreto de sumario.
De hecho, es este último procedimiento el que podría afectar principalmente a Rubiales, a tenor de la relevancia de los hechos investigados. El Juzgado de Instrucción número 4 de Majadahonda indaga por presunta corrupción en los negocios el traslado de la Supercopa de España a Arabia Saudí con la que Gerard Piqué se habría embolsado a través de su firma Kosmos una comisión de hasta 24 millones de euros.
La investigación que se sigue bajo la batuta de la Fiscalía Anticorrupción arrancó en junio del año pasado y, desde entonces, se han abierto varias líneas que arrojan sospechas sobre la gestión de Rubiales de los fondos de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Según confirman fuentes jurídicas a este medio, la parte troncal relativa al pelotazo de la Supercopa y del manejo de las cuentas se sigue bajo secreto de sumario.
Un viaje a Nueva York bajo sospecha
Sin embargo, en este tiempo se ha abierto otra línea de investigación que también pone en entredicho el polémico mandato de Rubiales. La magistrada Delia Rodrigo ha impulsado durante el mes de julio las pesquisas para esclarecer si pagó con dinero de la Federación un viaje de carácter privado que realizó con una mujer con la que relacionan sentimentalmente.
Tal y como ha podido confirmar este medio, la juez ha solicitado información concreta de este viaje poniendo el foco en Román Ignacio Rodríguez Fernández, quien figura en actas de la Asamblea de la Federación y que habría defendido públicamente a Rubiales después de que El Confidencial desvelara estos hechos. Por ello, la juez y Anticorrupción le han pedido documental que acredite que fue un viaje de trabajo.
El presidente organizó una fiesta en un chalet privado de Salobreña que supuestamente era para unas jornadas de trabajo pero que no fue tal, pagándose los gastos con tarjetas de empresa e invitando a un grupo de 8 o 10 chicas jóvenes Declaración de Juan Rubiales en la Fiscalía Anticorrupción
A todo ello se añade una tercera arista que se sigue en los juzgados de Majadahonda relativa a una fiesta que celebró Luis Rubiales en Salobreña en agosto de 2020. La magistrada también ha recabado todos los justificantes y detalles de la estancia de los directivos de la Federación en esta localidad granadina ante la sospecha de que se trató de una fiesta particular pagada con fondos de la federación.
La confesión de Juan Rubiales en Anticorrupción
La persona que desveló este escabroso capítulo fue Juan Rubiales, tío del dirigente deportivo. El periodista confirmó en una declaración a puerta cerrada en Anticorrupción el 30 de mayo de 2022 que se pagaron gastos con tarjetas de empresa y que en estas fiestas privadas participaron "un grupo de 8 o 10 chicas jóvenes".
"A principios de agosto de 2020 se acentúa el deterioro de la relación (de Juan Rubiales) con el presidente a raíz de una fiesta que organiza en un chalet privado de Salobreña, que supuestamente era para unas jornadas de trabajo pero que no fue tal, sino únicamente para disfrute de él y de su equipo más directo, pagándose los gastos con tarjetas de empresa de la propia RFEF, fiesta a la que incluso se invitó por parte de 'Nené' (exfutbolista amigo del presidente) a un grupo de 8 o 10 chicas jóvenes", reza el extracto de su declaración.
Juan Rubiales, que fue director de gabinete de su sobrino y que terminó llevando su salida de la Federación a los tribunales, también enumeró una batería de presuntas irregularidades algunas de la cuáles se han ido poniendo en conocimiento del Consejo Superior de Deportes. Este organismo, adscrito al Ministerio de Cultura y Deporte, ha canalizado en los últimos meses múltiples denuncias que trascienden los asuntos judicializados.
Batería de denuncias ante el CSD
Destaca la interpuesta por Miguel Galán en enero de este año contra Rubiales por la polémica con las medallas de la Supercopa femenina. El presidente de la Escuela Nacional de Entrenadores de Fútbol de España (CENAFE) pidió su inhabilitación y le acusó de ningunear y menospreciar a las jugadoras del FC Barcelona y la Real Sociedad, que tuvieron que recoger sus trofeos ellas mismas de una mesa.
Galán comparó esta estampa con la vivida apenas días antes, en Arabia Saudí, donde se disputó la final de la Supercopa masculina y en la que sí hubo una ceremonia de entrega de trofeos. Lo mismo ocurrió con la fiesta de Salobreña o más recientemente con el 'pico' a Jennifer Hermoso que ya investiga la Fiscalía de la Audiencia Nacional por presunto delito de agresión sexual.
También en las últimas horas el exárbitro Xavier Estrada (denunciante del 'caso Negreira') ha actuado contra Rubiales en el CSD por un presunto desvío de 1,9 millones de euros que irían destinados a sueldo de árbitros. El otrora colegiado sostiene que se incumplió "flagrantemente" el acuerdo para la retribución del arbitraje profesional firmado en agosto de 2018 entre la Federación y La Liga.
A estas denuncias se suma una última canalizada directamente en el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) para que Jaime Caravaca se abstenga de participar en decisiones que afecten a Rubiales. El motivo es que este vocal es sobrino del administrador único de la empresa que habría espiado al presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles, David Aganzo y que, además, es socio del bufet que fundó Tomás Gómez Cueto, comisionado de control externo de la RFEF.
Rubiales, por su parte, siempre ha reiterado que todas estas acciones forman parte de una cacería injusta. Hace ahora siete días -y en pleno escándalo por el beso no consentido a Hermoso- compareció en una Asamblea Extraordinaria en la que se defendió de las acusaciones y dejó claro que no va a dimitir. Tras la decisión de la FIFA de suspenderle temporalmente de su cargo, su posible inhabilitación queda ahora en manos del Gobierno.