La semana que acaba ha traído nuevas iniciativas de distinto signo a la política española: por la derecha, Vox, que se presentó este jueves, y, por la izquierda, Podemos, que lo hizo tan sólo un día después. La cara más visible de esta segunda iniciativa es el politólogo y profesor de la Universidad Complutense de Madrid Pablo Iglesias, que cuenta también con Juan Carlos Monedero, Miguel Urbán y Teresa Rodríguez.
A diferencia de Vox, el objetivo de Podemos “no es fundar una nueva formación política”, explica Iglesias a Vozpópuli. “No es una candidatura todavía, es una iniciativa”. La intención es traducir la intención de voluntad de cambio que aprecia en la sociedad en una candidatura a las elecciones europeas pero únicamente “si se cumplen una serie de condiciones”.
La primera de ellas, alcanzar 50.000 firmas antes del 8 de febrero. “Si no hay un mínimo de 50.000 que me dicen ‘Pablo, adelante’, me retiro”, comenta el politólogo. Ya han superado esa barrera, por lo que el siguiente paso es abrir una “ronda de contactos con todas las organizaciones de la izquierda política que han estado combatiendo contra las políticas de austeridad y también con movimientos sociales e iniciativas ciudadanas”.
“Cuando decimos que no queremos ser un partido político lo decimos en serio”. Lo que Podemos propone es “un método de designación del candidato o la candidata” a través de un “proceso de primarias abiertas”, sin censos, y quieren que se extienda a otros partidos que compartan sus mismos valores, “la decencia, la democracia y los derechos humanos”, según la presentación del viernes.
Lo que este movimiento propone es que los partidos de izquierdas revisen su compromiso con los ciudadanos. “La situación social les está llamando para que hagan otro tipo de cosas”, advierte, por lo que cree fundamental que sean los propios votantes quienes tengan la posibilidad de participar directamente en la confección de las listas.
“La democracia no puede ser solamente depositar una papeleta cada cierto tiempo”, reivindica Iglesias. “Votar es importante e imprescindible pero con eso no basta”, por eso Podemos quiere que sean los propios ciudadanos quienes elijan al candidato que les representará. Por su parte, los políticos tienen que responder a través de la “rendición de cuentas”, algo que Iglesias echa en falta en la política actual.
Una democracia con más derechos
El problema actual de nuestra democracia es que “las principales decisiones no las toman los gobiernos, sino instituciones económicas que no controla nadie”. A esto se suma que “la Declaración Universal de los Derechos Humanos se está violando sistemáticamente”, denuncia Iglesias. “Nosotros entendemos que los derechos sociales son la base de la democracia”, derechos como la vivienda, la asistencia sanitaria o la educación, derechos que actualmente se están debilitando en España.
En este contexto, “una de las claves de la situación de miseria social que afecta a buena la población son las políticas de deuda”. “En este momento, el pago a deuda se ha convertido en la clave de la política de austeridad”, alerta Iglesias, “una política de austeridad que produce miseria”.
"Las principales decisiones no las toman los gobiernos, sino instituciones económicas que no controla nadie"
“Lo que tendría que hacer un gobierno sinceramente patriota es plantear una auditoría de la deuda y ver qué parte de la deuda son legítimas en la medida en que se han contraído contra los intereses de los ciudadanos o sin el conocimiento de los ciudadanos y eso tendría enormes implicaciones”. El impulsor de Podemos pone como ejemplo los casos de Rusia, Argentina y Ecuador, países con gobiernos totalmente dispares pero que, considera, han logrado resultados positivos enfrentándose así a su endeudamiento.
Para ‘arreglar’ España, además de enfrentarse a la tan temible deuda, Iglesias cree que “sería imprescindible hacer una reforma fiscal que consiguiera que en este país pagaran las grandes fortunas”. También habría que enfrentarse al fraude fiscal, “completamente inaceptable”; “plantear fórmulas de desarrollo económico sostenible”, y utilizar la inversión pública para fomentar el consumo, algo que “desde los años treinta se sabe que hay que hacer”.
Todo esto, desde el punto de vista económico. En lo social, Iglesias apuesta por “llevar a cabo una defensa intransigente de los derechos sociales”, recuperar el “derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo” -una clara alusión a la polémica ley del aborto del ministro Gallardón- y, por último pero no por ello menos importante, “entender que una democracia es incompatible con vender el país a poderes que no ha elegido nadie”.
Empezar por Europa
¿Por qué han elegido las elecciones europeas? “Son una situación excepcional”, comenta Iglesias. El motivo, que en ellas España forma una única circunscripción. “En otro tipo de contexto sería más difícil”, reconoce.
Podemos no pretende ser una candidatura excluyente ni ‘robar’ votos a otras opciones políticas; lo que quiere es “ser un instrumento útil para una democracia amplia que se pueda traducir en una manera de elegir al candidato”. “El objetivo no es una opción política”, insiste Pablo Iglesias, y adelanta que “en el caso de que haya varias opciones que compartan los principios fundamentales que nosotros defendemos, celebraremos todos los votos que reciban tanto como los nuestros”. “Aquí no sobra nadie y todos los sectores tienen mucho que aportar”.
Obviamente, este profesor de Ciencias Políticas se presentará a las primarias abiertas. “Si perdiera, estaría dispuesto a ponerme detrás de la persona que ha ganado”, confiesa.