El encuentro entre el lehendakari del País Vasco, Imanol Pradales, y la presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, se ha dado con el pretexto de seguir "forzando" al Gobierno con la financiación singular. La reunión, que se ha celebrado este miércoles en Pamplona, supone el primer contacto oficial entre ambos líderes desde que Pradales asumió su cargo en junio de este año. En un contexto marcado por la polémica en torno al acuerdo de financiación singular otorgado a Cataluña, la cita se ha presentado como un momento clave para repensar el modelo de financiación especial que comparten el País Vasco y Navarra y seguir insistiendo al Gobierno.
Un modelo de financiación bajo la lupa
El tema central de la reunión ha sido el análisis del modelo de financiación que rige en ambas comunidades, basado en el Concierto Económico en el caso del País Vasco y el Convenio Económico en Navarra. Este modelo cobra especial relevancia en un momento en que el Gobierno central ha concedido a Cataluña un acuerdo de financiación singular, generando un debate por el trato diferenciado entre las comunidades autónomas. De esta forma, ahora, País Vasco y Navarra no dudan en seguir forzando al Gobierno para aprovecharse de esta cesión.
La portavoz del Gobierno Vasco, María Ubarretxena, ha subrayado la importancia de esta reunión como un espacio para "repasar y fortalecer" el modelo de financiación, que ha sido objeto de numerosas críticas y cuestionamientos desde diversas esferas políticas. "Este encuentro no solo es un ejercicio de diálogo entre dos comunidades históricamente vinculadas, sino una oportunidad para reafirmar nuestro compromiso con un modelo que ha demostrado ser efectivo y que consideramos justo", ha señalado Ubarretxena en su comparecencia posterior al Consejo de Gobierno.
La sombra del acuerdo con Cataluña
El reciente acuerdo de financiación alcanzado entre el Gobierno central y Cataluña ha encendido las alarmas en varias comunidades autónomas, que ven en este pacto un posible agravio comparativo. En el País Vasco y Navarra, donde el modelo de Concierto y Convenio Económicos se ha defendido como una conquista histórica, la preocupación se traduce ahora en la necesidad de reforzar su posición y evitar cualquier tipo de rotura de sus derechos fiscales.
Imanol Pradales, quien se enfrenta a su primer gran reto político como lehendakari, llega a Pamplona con la firme intención de consolidar el modelo de financiación vasco-navarro y de enviar un mensaje claro al Gobierno central: cualquier intento de alterar o cuestionar este sistema encontrará una férrea resistencia. Por su parte, María Chivite ha expresado su voluntad de que la reunión sirva para "ahondar en la colaboración futura" entre ambas comunidades, sin dejar de lado la defensa de los intereses navarros en materia financiera.
Protocolo de colaboración
La presidenta navarra ha enmarcado esta reunión en la "absoluta normalidad". "La ciudadanía nos reclama que nuestros dos Gobiernos colaboren con la misma cordialidad con la que navarros y vascos convivimos día a día, es el espíritu que marca el protocolo que firmamos en 2021 y que hoy hemos empezado a trabajar con el objetivo de su actualización en el plazo de unos meses", ha explicado.
Por su parte, Imanol Pradales ha señalado que "nos hemos reunido dos Gobiernos distintos, dos Gobiernos diferentes elegidos por personas que comparten idioma, cultura y una misma vocación de autogobierno, una vocación que se traduce entre otras cuestiones en el Convenio navarro o el Concierto vasco".
El lehendakari ha indicado que "la colaboración entre los Gobiernos de la Comunidad Autónoma Vasca y de Navarra no es una opción, en mi opinión, es una obligación histórica, por los lazos que históricamente y culturalmente nos unen". "La reunión de hoy es un eslabón más en una cadena que debemos cuidar y fortalecer todos los días, y es lo que busca el protocolo de colaboración que ambos Gobiernos renovamos en diciembre de 2021", ha dicho.
En ese sentido, Pradales ha afirmado que "el protocolo trata de estrechar aún más nuestros lazos e imprimir un nuevo ritmo a cuestiones fundamentales como la competitividad y la prosperidad para la transformación industrial, la sanidad y el ámbito biosanitario, las infraestructuras estratégicas para el desarrollo futuro o el euskera y la cultura". "Nuestra voluntad es actualizar y renovar el protocolo, y para ello el compromiso es hacerlo en los próximos meses", ha señalado.
El lehendakari ha incidido en que "de este convenio derivan cuestiones tan relevantes como la colaboración entre los sistemas sanitarios vasco y navarro, la colaboración en sectores estratégicos como el de automoción y otros muchos en los que tenemos que trabajar".
Por su parte, María Chivite ha mostrado la disposición a trabajar por qué el "euskera siga siendo una lengua viva", aunque ha recordado que el protocolo entre ambas Comunidades "habla del respeto a la realidad sociolingüística".
La jefa del Ejecutivo navarro ha destacado también la importancia de la "convivencia entre dos comunidades vecinas, también la convivencia de nuestra propia ciudadanía". "La convivencia fue durante demasiados años el principal problema. Afortunadamente, esos años pasaron, estamos aprendiendo a convivir en paz, avanzando sin olvidar, y este camino nos ayudará a construir otro, a avanzar haciendo una sociedad que va a ser cada vez más diversa y más pluricultural", ha señalado. Chivite ha destacado la cordialidad con la que se ha desarrollado la reunión con Pradales y ha deseado que "la relación siga siendo tan cordial en el futuro".
El papel de la oposición
Mientras tanto, la oposición en ambas comunidades observa con atención este encuentro. Desde el Partido Popular, se ha criticado la falta de transparencia en las negociaciones sobre el modelo de financiación y se ha instado a Pradales y Chivite a que sean "firmes" en la defensa de los intereses de sus respectivas comunidades. "No podemos permitir que el Gobierno central utilice a Cataluña como moneda de cambio a costa de los derechos históricos de otras comunidades", ha afirmado un portavoz del PP vasco.
Por otro lado, EH Bildu ha aprovechado la ocasión para reivindicar una mayor soberanía fiscal y ha solicitado que se abran debates públicos sobre el futuro del Concierto y Convenio Económicos. "Este es un momento crucial para reflexionar sobre el modelo de autogobierno que queremos para nuestras comunidades, y es fundamental que esta discusión se haga de manera abierta y participativa", ha declarado la coalición abertzale.
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El caso del IVA es aún más sorprendente. Navarra y País Vasco, una de las zonas más industriales de España, venden más al resto de España que lo que compran del resto. Sus haciendas forales recaudan miles de millones que salen del bolsillo de personas que viven en el resto de España. Sin embargo, todos los años, la hacienda estatal paga una devolución de IVA a las haciendas del País Vasco y Navarra. En 2012, este ajuste ascendió a 1.100 millones de euros en el País Vasco y a 600, en Navarra.
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el profesor Ángel de la Fuente calcula una financiación superior en un 60% para las comunidades forales. Si estas comunidades sólo son un 30% más ricas, ¿qué está ocurriendo? En primer lugar que la recaudación de impuestos indirectos por las haciendas forales es un trasvase de financiación. Estos impuestos se cobran a las empresas, que luego los repercuten a los particulares. Por ejemplo, los impuestos a la gasolina se cobran en la refinería más grande de España en Vizcaya y no se ingresan a la hacienda común, aunque el ciudadano que finalmente consuma el combustible viva en Burgos o en Santander.