El PNV no se anda con remilgos. Su presidente, Andoni Ortuzar, insistía este lunes en que el Gobierno de Pedro Sánchez debe transferir cuanto antes a Euskadi la gestión de la Seguridad Social. Y, en un giro cuanto menos sorprendente, confirmaba que se había reunido con el líder de ERC, Oriol Junqueras, en la cárcel de Lledoners para "acompasar y conjuntar posiciones políticas para que las cosas vayan bien en la legislatura".
El acercamiento entre el PNV y ERC resulta llamativo teniendo en cuenta que los republicanos catalanes son socios preferentes de Bildu. Pero la realidad, ideologías aparte, es que a Ortuzar y a Junqueras les une su capacidad de presión sobre el Ejecutivo de PSOE y Podemos. En palabras del propio líder jeltzale, "está claro que hoy en día la gobernabilidad en el Estado español y gran parte de lo que vaya a dar esa legislatura está en manos del PNV y está en manos de ERC".
Ortuzar admitía que visitó a Junqueras en la cárcel de Lledoners la pasada semana y que ya había ido allí en otras ocasiones previas. En este caso lo hizo para mostrar su solidaridad a los encarcelados y para "ver cuáles eran las bases sobre las que se debía asentar la política para que esta legislatura sea aprovechada y aprovechable, para hacer cosas y traer acuerdos".
Las competencias pendientes, en 2020
Las peticiones del PNV son claras. El Gobierno vasco liderado por los peneuvistas quiere que el Ejecutivo transfiera en 2020 las competencias pendientes, entre las que destacan por su simbolismo y relevancia tanto la gestión de la Seguridad Social como la competencia de Prisiones. Si esto no ocurre, llegarán los problemas para Sánchez.
Ortuzar recordaba que el PSOE suscribió con el PNV un pacto de legislatura que incluye "unos compromisos muy exigentes" y ahora "la clave está en que se cumplan". Hasta ahora, ERC se mostraba más exigente públicamente con el Gobierno, mientras el PNV prefería no hacer ruido. Pero con las competencias no se juega. Y los peneuvistas pisan el acelerador.
Seguridad Social: "Hay que hacerla y punto"
El pasado fin de semana el consejero de Autogobierno y portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, ya avanzaba en una entrevista en El Correo que la clave principal ahora mismo está en la gestión de la Seguridad Social que recoge el Estatuto de Gernika y que lleva 40 años pendiente de ser transferida. La respuesta llegó por parte de la líder del PSE, Idoia Mendia, que abría la puerta a consumar las exigencias del PNV.
Los jeltzales insisten porque se juegan mucho en un año de elecciones autonómicas. Y, por ello, este lunes Ortuzar elevaba el tono para remarcar que "esto hay que hacerlo y punto". "Tenemos que asumirlo con normalidad y sin dramatismos, porque esto no es romper con España".
Una reunión decisiva... y otra
Los mensajes de Erkoreka y Ortuzar no son casuales. Llegan en los días previos a una reunión que se celebrará este miércoles y que se antoja clave para el devenir de la legislatura. La cita es en Madrid y en la mesa se sentarán el propio Erkoreka, la propia Mendia y la ministra de Política Territorial, Carolina Darias. De dicho encuentro saldrá, en teoría, un calendario para transferir en este 2020 las competencias pendientes.
Una semana después, el 13 de febrero, Erkoreka viajará otra vez a la capital para verse con el ministro de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos. En ese caso, sobre la mesa estarán el impulso definitivo al Tren de Alta Velocidad y otras infraestructuras para el País Vasco. Si los dos encuentros van como parecen, el PNV tendrá dos victorias que vender. Competencias y dinero para obras. Y el lehendakari, Íñigo Urkullu, tendrá el camino expedito para adelantar las elecciones autonómicas.
